Publicado en el diario de Uruguay tras el 4 – 0 de la Celeste ante Paraguay

Los heroicos hinchas que fueron al Estadio Centenario a acompañar a la Celeste bancándose el frío, el viento y la lluvia, se lo merecían. Los jugadores le brindaron desde la cancha el calor que las condiciones meteorológicas le habían negado. Uruguay jugó un gran partido ante Paraguay, goleó y terminó la doble fecha en lo más alto de la tabla.

PRIMER TIEMPO

Antes de los 20 minutos Uruguay ya le ganaba a Paraguay y eso generó tranquilidad tanto adentro como afuera de la cancha. Con un planteo que tuvo como objetivo ser protagonista, la Celeste se adueñó rápidamente del balón, se defendió con la pelota, le quitó la posibilidad de contraataque a la Albirroja y, cuando apretó el acelerador, llegó al gol.

Desborde de Luis Suárez por la derecha, se llevó el balón a potencia, mandó un centro al área y allí estaba el otro salteño, Edinson Cavani, para mandar el balón al fondo de la red con un toque sutil, de primera, que bastó para cambiarle el palo al arquero.

Uruguay jugó un buen primer tiempo, avanzando en bloque, con toques cortos y velocidad en el tramo final de la cancha. Y en los últimos instantes de la parte inicial aseguró que los tres puntos quedarán en casa con dos goles en tres minutos.

El “Cebolla” Rodríguez ganó por arriba en el área a la salida de un córner para poner el 2-0 y a los 45′ Luis Suárez marcó el 3-0 al aprovechar un penal que le cometieron a él.

SEGUNDO TIEMPO

Mejor no podía empezar la segunda mitad para la Celeste, porque rápidamente encontró el cuarto gol. Otra vez se juntaron los salteños, con Suárez en nueva versión, como armador de juego, y la pelota terminó en la red empujada por Cavani.

El “Matador”, con la faena cumplida, sintió una molestia y, como no había motivo para arriesgar con los tres puntos asegurados, se fue reemplazado. Un rato más tarde también se fue a descansar Luis Suárez.

Con la mitad del camino hacia Rusia 2018 recorrido, la Celeste está en una posición cómoda como nunca había estado desde que se iniciaron las Eliminatorias sudamericanas en régimen de todos contra todos. Y lo más importante, haciéndose muy fuerte como local, ya que ganó los cuatro partidos, hizo 11 goles y no recibió ninguno.

LA MIRADA PARAGUAYA: diario A-B-C

Con la vara muy alta y la ilusión latente, llegaba Paraguay a Montevideo para enfrentar a Uruguay por la octava fecha de las Eliminatorias Sudamericanas. Después de ganar 2 – 1 a Chile, Francisco Arce se vió obligado a cambiar el once. Pablo Aguilar ingreso por Gustavo Gómez y Néstor Ortigoza por Rodrigo Rojas. Más allá de la necesidad de las variantes, Ángel Romero arrancó de titular por Federico Santander.

Noche de frío y lluvía en el Centenario. Un martes para olvidar pero para aprender. Jugar así, nunca más. Paraguay fue superado de inicio a fin por el local y el resultado no es un casualidad. Luis Suárez en su máximo explendor y Edinson Cavani en la certeza. En un arranque prometedor, Cavani anotó el primero tras un centro de Suárez en la conexión de los delanteros. Pablo Aguilar quedó fuera de foco tras perder en la carrera con el atancante del PSG.

Antes de finalizar el primer tiempo, Cristian Rodríguez amplió el marcador en la naturaleza del paraguayo. De cabeza, tras un tiro de esquina, Rodríguez sentenció el 2 – 0 y cuando se iba el partido, Aguilar, en una noche para el olvido, le cometió una falta penal a Suárez. Del mismo se encargó Luis, que no falló y la etapa inicial terminó con un desgarrador 3 – 0.

Lejos de mejorar en la etapa complementaria, la superioridad uruguaya continuó como si fuera un baile de carnaval. Muy poco de un equipo en que Ortigoza y Víctor Ayala no pesaron en la recuperación ni en la generación. Federico Santader ingresó por Lezcano pero quedó desconectado del equipo en todo el segundo tiempo. Sobre los 53′, como si el juego estuviera sin goles, el carnaval siguió y otra vez Cavani, tras la asistencia de Suárez, marcó el cuarto definitivo.

Sin reacción, sin capacidad de enfrentar todo el juego de Uruguay, el equipo de Arce fue el contraste de la victoria de hace tres días. Un episodio para borrar y pensar en el próximo combo de octubre, Colombia en Asunción y Argentina en Córdoba.