En Rusia ya arrancó la cuenta regresiva de cara al Mundial que se jugará allí, en 2018. Las obras comenzaron, pero así comenzaron también los primeros contratiempos. De hecho esta mañana el susto fue grande, es que el estadio Luzhniki de Moscú, que será sede del partido inaugural y de la final del Mundial de Rusia, sufrió un incendio que causó temor.
Afortunadamente, las autoridades confirmaron que el fuego fue extinguido en su totalidad y que no hubo heridos. Tampoco hubo daños irreparables, e incluso, el ministro de DeportesVitaly Mutko, quien se encarga de suprevisar los preparativos para la Copa del Mundo, le aseguró a medios locales que el fuego no causó daño alguno al estadio.
Según la agencia RIA Novosti, el fuego empezó cuando una chispa cayó sobre materiales acumulados en las afueras del estadio, utilizados en las obras de reforma. El gran Luzhniki está siendo ampliado para que al momento de la cita cuente con una capacidad para 81.000 espectadores.