Quimsa venció de manera épica y en suplementario a San Lorenzo 110-97, luego de estar perdiendo hasta por 14 puntos. Baralle y Ramírez Barrios con 22 tantos cada uno encabezaron el triunfo de los santiagueños, que el viernes se enfrentarán a Flamengo por el título en Montevideo, Uruguay.
Sin público, con emociones, risas y alivio por volver a rodar, así fue el inicio del partido que definía el finalista de la BCLA. El arranque fue trabado para ambos equipos, con Quimsa corriendo y con San Lorenzo apoyándose en Máximo Fjellerup (5 puntos) para mantenerse al frente en los primeros tres minutos (4-5).
Luego, fue el ciclón el que supo descomprimir el partido de la mano del tándem José Vildoza y Jonathan Maldonado, que, a base de triples (dos), metió un parcial de 10-2 para obligar a Sebastián González, entrenador de Quimsa, a pedir tiempo muerto (7-15).
Los santiagueños mostraron otra cara luego de la tregua y pudieron achicar la diferencia. No obstante, un buen cierre de Pepe (3/3 en sus lanzamientos de tres) les permitió a los de Silvio Santander volver a tener esa ventaja de ocho puntos que supieron conseguir en la mitad del cuarto (18-26).
Con Cáffaro imponiendo presencia, demostrando estar a otro ritmo luego de su irrupción en el Metro (y con mayor confianza producto de esa experiencia), los porteños lograron estirar aún más la brecha en el inicio del segundo periodo (22-32). Los de González, por otro lado, no podían encontrar su eficiencia característica y apenas anotaron 9 de sus 24 tiros de campo (37.5%).
En el cierre, las individualidades de Gaskins y Robinson fueron el remedio para la enfermedad de Quimsa, pero otra vez volvió a surgir Fjellerup quien, ante la falta de eficiencia de Tucker, que se lo notó en un escalón menor desde lo físico, sacó la chapa de líder (12 puntos en el primer tiempo) para que su equipo se mantenga al frente con amplitud al sonar la bocina que puso fin a los dos iniciales cuartos (36-48).
Maldonado y Vildoza continuaron bronceando la cara de San Lorenzo a través de su relevancia ofensiva, pero dos triples de Gaskins volvieron a detener la irrupción (47-58). Ese fue el principio de una ráfaga de Quimsa, que, con defensa y paciencia en ataque, sumado a cuatro puntos seguidos de Robinson, supo finiquitar el tercer cuarto con un déficit de cinco puntos (65-70).
Golpe a golpe empezaron los últimos diez minutos, ya con un latente clima de final que aprovechó Quimsa para castigar en transición ante las bajas prestaciones de San Lorenzo en ese ámbito (75-75). Lo mismo siguió ocurriendo con el correr del periodo y en el minuto 2:24 un triple de Ramírez Barrios les dio a los santiagueños el liderazgo (85-82).
En el final la dupla de Baralle y Ramírez Barrios fue contundente (36 puntos entre ambos en el juego), pero Montero se inspiró y demostró su calidad, anotando primero tres tiros libres y luego una bandeja en transición para empatar el partido y forzar la prórroga, en un encuentro que merecía exactamente eso (91-91).
Fjellerup volvió a ser determinante para San Lorenzo en el tiempo extra, convirtiendo cuatro puntos consecutivos para mantener la pequeña diferencia en contra (98-95). La respuesta llegó otra vez de la mano de Ramírez Barrios, que a base de tantos y defensa le dio a los santiagueños un aire de seis (101-95).
En los últimos dos minutos el protagonista fue solo uno: Quimsa. Allí, tres triples (uno de Baralle y dos de Gaskins) fue todo lo que necesitó el equipo de Seba González para llevarse la victoria 110-97 y el pase a la final, en donde espera Flamengo.
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