En el marco de un partido de suma paridad Quilmes tuvo un segundo tiempo de lujo, encontró la paciencia que no tuvo en buena parte del torneo y se impuso sobre Boca 75-70 para salir del fondo y de paso hundirlo a su rival, que entró en zona de play offs por la permanencia. Basualdo el héroe.
Boca traía como premisa tener una defensa de riesgo pero bien plantada. Y el dispositivo inicial de Narvarte fue muy bueno, con Lucas Pérez sobre Ruiz, Boccia sobre Flor y Gamboa marcando a Ferreyra. El xeneize sacó distancia inicial (11-5) haciendo un buen trabajo de pases y velocidad.
Como los primeros tiros perimetrales no le ingresaron (0/4 en triples), Quilmes buscó sustento ofensivo en su juego interior con Iván Basualdo. Y del 13-7 con que dominó Boca, con 4 libres y un triple de Ferreyra el cervecero lo dio vuelta (13-14) con parcial 0-7.
Narvarte activó a Martín Osimani y lo puso a Lucas Pérez de escota. La apuesta le salió muy bien porque Boca ganó mucha fluidez ofensiva y se fue ganando el primer cuarto 23-20 con puntos de Osimani y Vassirani para el xeneize y Flor con 4 puntos buscando equilibrar las aguas. Boca tenía un resultado chico en el marcador a pesar de tirar con buenos porcentajes ante un errático Quilmes (2/9 en triples)
Fue en el segundo cuando Boca pudo manejar mucho mejor el desarrollo del juego. Se escapó al inicio del segundo cuarto con una buena dinámica ofensiva para sacarle provecho a su defensa asfixiante. La primera línea defensiva muy activa para que no reciban cómodos los tiradores de Quilmes lo llevaron casi hasta mitad de cancha al rival. Los grandes saltaron perfecto en cada pick para no darle ninguna posibilidad a Quilmes que disfrute el pick and Roll o rompimiento. Osimani y Mariano Fierro se combinaron para tomar una distancia de 8 (30-22).
Con siete de diferencia en contra (30-23) Quilmes ensayó por primera vez una defensa zonal y tampoco le fue bien. Lentas las rotaciones, Boca encontró huecos (y buenos porcentajes) para poder convertir triples de la mano de Gamboa (38-26 a falta de 5:30)
Detrás del minuto y el reto de Javier Bianchelli Quilmes pudo defender mejor. Volvió toda la guardia titular (el banco no dio respuestas) y achicó la brecha hasta poner a 5 (de 40-28 a 40-35). Pero Boca cerró con un triple de Pérez, doble de Boccia y dos buenas defensas para sacar 10 al término de la primera mitad (45-35).
Mientras Osimani le dio vida ofensiva a su equipo, y todos encontraron buenos ángulos de tiro, la defensa de Boca llevó el ritmo del primer tiempo. Quilmes apostó a resolver casi todo con el tiro exterior pero sin suerte (4/19, 21%).
En el comienzo del tercer cuarto Quilmes buscó ser mucho más agresivo desde su defensa anticipando las acciones ofensivas del rival para poder desde allí empezar a correr y no dejarlo a Boca plantar su muy buen 5 contra 5. Narvarte dispuso que saliera Fierro por Lampropulos por sus 3 faltas y Boca perdió intensidad en el poste bajo. Con dos triples (Ferreyra y Ruiz) más 3 puntos de Basualdo y dos de Flor la visita metió un parcial de 2-11 para acercarse solo a 1: (47-46) a falta de seis minutos.
Después del minuto de Narvarte mandó a Lampropoulos a la cancha sin esperar más. De todos Boca seguía sin hacer pie ante un rival que había subido su intensidad. Ruiz con otro triple lo puso arriba a Quilmes 47-49 y el parcial se extendió con un golazo de Cantón en la construcción del pick and roll con Flor: 47-51 (2-16 a falta de 3:30)
Narvarte mandó a “Oso” Martín Osimani a la cancha y rápidamente sacó dos libres a favor. Al mismo tiempo Bianchelli sentó a Ruiz y Flor. La relación de cambios le cayó mejor a Boca que paso al frente 52-51 con parcial 5-0. Quilmes detuvo su gol y Boca pudo asentar nuevamente su defensa. De todos modos, el minuto final le favoreció al cervecero con 5 puntos seguidos de Ricky Sánchez y un triple de Basabe para que la visita entre al último cuarto 55-59 con parcial 10-24.
El último cuarto fue muy parejo y el equilibrio se vivió en todos los ítems: los errores en ataque (los árbitros estuvieron muy finos con las cortinas en movimientos y faltas en ataques del hombre con balón), los nervios (principalmente esto), los malos porcentajes, las decisiones apresuradas o de condición individual y luego algunas buenas como construcciones positivas a partir de la defensa y la lucha como estandarte.
En esa paridad Quilmes se sintió un poco mejor por dos razones claves: Boca no tenía gol y pudo pelear como nunca el rebote ofensivo. El cervecero es el peor del torneo en el rubro “rebotes” con 32.6 por juego y aunque perdió el duelo 39-38 pudo tomar 14 rebotes en ataque, algo que le dio 70 tiros al final del partido.
Quilmes sacó 5 (57-62) con un triple de Eric Flor a falta de 7 minutos, pero Sansimoni no hizo pie en el juego (0/4 en triples) y tuvo que entrar Ferreyra (59-62). Enseguida llegó una jugada clave. Pinkney salió por cinco faltas, las últimas dos fueron una falta en ataque y una técnica (61-64). Allí Boca perdió fortaleza en los canastos.
Si bien fue reemplazado por Vassirani, Narvarte vio que Boca lo corría siempre de atrás a su rival (secuencia: 61-65 a falta de 5 min; 63-67 a falta de 4 min; 65-69 a falta 3.20) y decidió ponerlo a Gamboa para tratar de crear más gol desde un perímetro abierto.
Detrás del minuto de Bianchelli llegó un doble de Osimani (67-69) a falta de 2.41 errando el adicional por la falta. Desde allí la tensión en la cancha se hizo propia de una final. Erraron todo de ida y vuelta hasta que a falta de 1:17 Ricky Sánchez metió una bandeja por el eje que lo puso arriba a Quilmes 67-71.
Narvarte pidió minuto y Gamboa le puso suspenso al juego metiendo un gran triple (70-71 a falta de 50 segundos) Pero en la contra hubo bandeja errada de Ferreyra con corrección de Basualdo (el gran jugador de la noche) para dejar las cosas 70-73 a falta de 32 segundos.
Desde allí, en los últimos dos avances Boca erró un triple y perdió un balón. Para que finalmente Basualdo corra de costa a costa y decore el resultado.
Fue un partidazo con síntomas de play off, donde los dos equipos fueron muy conscientes de la importancia del resultado. Boca suma 8 derrotas en las últimas 9 presentaciones. Quilmes ahora sale de la zona de Play Offs por la permanencia y se queda en caso de empate con Boca con la diferencia a favor.
Pick and Roll