El tricolor venció 83 a 79 al conjunto correntino en el poli, un resultado que lo hace respirar en la pelea por no jugar la permanencia. La gran figura fue Lucas Ortiz, el escolta finalizó con 26 puntos y 5 asistencias. Mientras que el goleador en la visita fue Harris, con 20 unidades.
El cotejo fue parejo, pero Quilmes siempre fue el que comandó en el tanteador, sin contar con la capacidad suficiente para cerrarlo en los 40 regulares. El cervecero defendió duro en todo momento, y mejoró notablemente sus porcentajes respecto al juego ante Regatas. Bianchelli respira.
El local enfrentará a Comunicaciones el martes en este mismo escenario, donde consiguió dos triunfos en sus últimas tres presentaciones. La visita permanece en la ciudad para cruzarse con Peñarol el lunes, rival al que derrotó el pasado viernes por 84 a 75 en Corrientes.
En busca de mejorar porcentajes, sensaciones y, por sobre todo, para reencontrarse con un triunfo que lo aleje de las últimas posiciones de la tabla, Quilmes salió a buscar el partido. En el comienzo logró complicar el ataque de San Martín, que anotó un punto en los primeros 5 minutos. El tricolor encontró, en ofensivas poco claras, marcar la primera diferencia del juego (7-1).
Borrón y cuenta nueva para los de Sebastián González. En la segunda mitad del primer cuarto lograron ajustar la defensa y empardar las acciones a falta de 2 minutos. El desarrollo fue parejo, el goleo bajo, y la ventaja local, 13 a 9 y al segundo chico.
Poco vistoso, chato, de bajo vuelo, el trámite del match favoreció la propuesta cervecera. Sin demasiado esfuerzo, y con un buen ingreso de Vassirani, consiguió la máxima ventaja a falta de 6,40 (20-12). La falta de efectividad en ofensiva, producto del exceso de tiro de tres unidades, le permitió a la visita volver al partido, sin poder pasar al frente durante los 20 minutos transcurridos.
Ventajas mínimas, para una primera mitad que estuvo lejos de las expectativas. El tricolor anotó 6 triples, y mejoró notablemente su puntería con respecto al duelo ante Regatas, pero cayó estrepitosamente en la lucha rebotera (25-13), lo que le permitió a San Martín tener segundas opciones en ofensiva (7 recobres en tablero rival). Quilmes se fue al descanso en ventaja, 30 a 29.
La vuelta de los vestuarios no modificó demasiado. Entre Harris y Ortiz se repartieron el protagonismo. El extranjero se cargó la ofensiva correntina –9 unidades en el cuarto-, y no permitió que Quilmes saque mayores diferencias. Por su parte, el escolta oriundo de Temperley fue la mano confiable del local, que no contó con un buen juego de Juan Esteban de la Fuente, ni tampoco de Mateo Bolívar, sus habituales remplazos. Bajo la lupa del hincha, Quilmes llegó con ventaja de 5 al último capítulo (50-45).
El nerviosismo se adueñó del cervecero. Se apresuró, tomó malas decisiones y perdió eficacia en tiros de alto porcentaje. El “tornillo” Eslava, con 4 ganchos a 3 metros del aro, y Hicks, con dos oportunas apariciones le dieron la máxima a la visita (59-56) a falta de 4,29 del final. Palo y palo, triple y triple fue el final. Uno de Maciel y otro de Frazier aventajaron al local. Triple y falta, fue la respuesta de Harris para darle vida y pasar al frente (63-62).
Garra y corazón. Quilmes fue una topadora de emociones y puntos en el final. Doble corto de Ortiz, recupero y entrada en bandeja de Vassirani, y patriada del pibe Fernández para darle ventaja de 5 a falta de 40 segundos. Y cuando parecía que la victoria tricolor era una realidad… Triple con marca encima de Hicks, libre errado de Ortiz, y otro bombazo a ocho metros de la visita, en mano de Faggiano, puso tablas en 69, y a suplementario.
Los 5 adicionales aumentaron el clima y la tensión del Poli. Quilmes logró sacar 4 unidades de ventaja, pero los “fantasmas”, volvieron a apoderarse del final. San Martín tuvo la pelota para empatar e incluso pasar al frente, pero una infantil pérdida con falta antideportiva de Eslava definió el juego para los de Bianchelli. Si no lo sufre, no vale. Quilmes volvió a sonreír y respira… Fue 83 a 79.
Prensa Quilmes