El Casanova vivió un verdadero partidazo este martes. Bahía fue más en suplementario pero el partido de ambos fue brillante. Fjellerup fue la figura.
No siempre se puede observar un partido con tantos picos de rendimientos soberbios, sin embargo eso se logró apreciar esta noche en el Osvaldo Casanova. Bahía Basket y Quilmes jugaron un partido brillante, carente de buenas defensas por muchos momentos pero con una intensidad tremenda que permitió tener un espectáculo de lujo. El dueño de casa lo terminó ganando por 107-101 en suplementario, en una batalla única.
Y puntos altísimos hubo varios. En Bahía se dio un descomunal partido de Máximo Fjellerup, aunque excelentemente rodeado por Lucio Redivo, Anthony Johnson y Juan Pablo vaulet. Quilmes no se quedó atrás, liderado por un fenomenal Luca Vildoza y la aparición de un genial Eric Flor, que junto a Enzo Ruiz completó el tridente de destacados en un Cervecero que se entregó al máximo pero que se quedó sin premio final.
Quilmes arrancó mucho mejor, con una defensa bien alta y cortando línea de pase. El elenco marplatense presionó, se lo vio más enchufado que su rival y desde atrás marcó diferencias. Vildoza, los triples de Famutimi y un quinteto inspirado permitieron un mejor acomodo de la visita, sin embargo Bahía empezó a aprovechar las pérdidas de Quilmes y cuando supo superar esa primera línea defensiva comenzó a ejercer su habitual peso.
Redivo tomó protagonismo en ofensiva mientras que el juego interior tomó varios rebotes con Johnson y Levy, donde también se sumó Vaulet. El anfitrión emparejó la historia pero no se mostró muy suelto, por lo que Quilmes estuvo mucho más fino y con mejores variantes (además de Famutimi también mostró buenos pasajes en Flor y Eslava) se llevó el primer episodio por 22-17.
El segundo periodo de Bahía fue de lo mejor, porque aprovechó el equilibrio que ya había simulado en el primer parcial para aparecer con un par de soluciones importantes. Lo de Fjellerup fue determinante en la remontada, mientras que Vaulet empezó a explotar a través de su vertiginoso juego y a ellos se sumaron los aportes de Corvalán más los siempre presentes Redivo y Johnson.
Para Quilmes fue un cachetazo, porque anotó solo cuatro puntos en más de cinco minutos y encima perdió a Eslava por llegar a su segunda antideportiva. Sin el interno perdió una pieza clave en ambos costados, Bahía disfrutó sacándole jugo a la situación y así se disparó a catorce (42-28). De todas formas, Quilmes mejoró en el cierre de la mano de un Vildoza en constante crecimiento y se arrimó peligrosamente en el ocaso del cuarto: 43-38 al descanso largo.
Quilmes ya había hecho una buena lectura del partido porque Bahía careció muchísimo de una buena oposición defensiva. Eso provocó que el partido se vuelva con muchísimos idas y vueltas pero también con momentos chatos, de errores y poca claridad por la revolución del trámite.
En ese juego terminó siendo superior Quilmes, sacando provecho con una serie de cartas interesantísimas (Vildoza fue el líder, pero Famutimi, Ruiz y Flor también cumplieron mucho) y dándolo vuelta ante el pobre goleo local. Los de Bianchelli entraron al último parcial arriba por 64-60, gracias a una mejoría defensiva y su buen acierto desde el perímetro (11/19 hasta ese momento).
La pelea fue frenética en el último periodo, pero Bahía empezó a mostrar una reacción interesantísima de la mano de un Fjellerup totalmente decidido a tomar el mando del equipo. También apareció Redivo calibrando la mira, pero Quilmes forzó con Vildoza y un fantástico Flor.
De hecho el duelo Flor-Redivo fue terrible, explotando en sus respectivas facetas ofensivas para adquirir un protagonismo claro en el cierre. El ritmo que se generó fue descomunal, siendo el parcial más efectivo y anotador de ambos, cambiando de liderazgo constantemente en el marcador e igulando en 90 al terminar el periodo regular.
Bahía leyó mejor el partido en el suplementario, con la calidad de Johnson dentro de la pintura (con puntos y rebotes) más un enchufadísimo Fjellerup. Sacó seis de brecha (99-93), Quilmes reaccionó con dos bombazos de Vildoza y Clark pero Fjellerup se robó todo los focos con una soberbia actuación. Es cierto que hubo puntos altísimos en los dos equipos, sin embargo el pibe de Tres Arroyos estuvo un pequeño escalón por encima del resto. Lo terminó ganando Bahía por 107-101, en uno de los mejores duelos (si es que no ha sido el mejor) que lleva esta joven 2016/17 de la Liga.
Sintesis:
Bahía Basket (107) Gastón Whelan 6, Lucio Redivo 21, Juan Vaulet 11, Jamaal Levy 10, Anthony Johnson 24 FI Máximo Fjellerup 26, Hernán Jasen 6, Facundo Corvalan 3 y Francisco Filippa. DT: Sebastián Ginóbili
Quilmes (101) Luca Vildoza 17, Eric Flor 18, Olu Famutimi 9, Ivory Clark 11, Iván Basualdo 12 FI Diego Cavaco 9, Ariel Eslava 8 (expulsado), Bruno Sansimoni y Enzo Ruiz 17 DT: Javier Bianchelli
Cuartos: 17 – 22, 43 – 38 (26 – 16), 60 – 64 (17 – 26), 90 – 90 (30 – 26)
Árbitros: Alaniz – Rougier
Estadio: Osvaldo Casanova
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