Un día Atenas volvió a ganar. En un duelo de equipos necesitados, en el Cerutti, el Griego se impuso 78-75 a Quilmes de Mar del Plata y cortó una racha de 11 partidos con derrotas.
La racha más negativa de su historia (11 caídas al hilo y 37 días sin ganar) quedó archivada en el pasado, para empezar a pensar, de una buena vez, que llegó una nueva era. El punto de despegue para ir saliendo desde el mismísimo subsuelo.
La sonrisa -casi una mueca de alivio- llegó con el 78-75 sobre Quilmes de Mar del Plata, con cuatro tipos de “treinta y pico” (Lábaque, Lo Grippo, Mikulas y Mickeal) tirando del carro en actitud y capacidad de resolución, aunque para festejar el Verde haya tenido que sufrir hasta el último segundo.
Un triple de Bruno y una defensa que le generó una pérdida por 24 segundo sin lanzar a la visita marcaron el arranque de un primer cuarto en el cual Atenas fue mucho más: custodió su canasto con intensidad -por momentos inclusive tiró una presión bien arriba- y logró que su ofensiva pasara por varias vías de gol. Si la diferencia no fue mayor a la decena (20-10) fue porque el Cervecero metió desde el perímetro todo lo que no consiguió en la pintura.
Mikulas, haciendo de “basurero” en el cristal quilmeño, sostuvo el bajón del local en el inicio del segundo segmento. Pero llegó el show de Baxley, una maquinita de escaparse de sus defensores para anotar, y Quilmes pulverizó la diferencia. Fue, entonces, el momento del “Pitu” Rivero, que clavó tres bombazos desde la medialuna y estiró la brecha a 12 (43-31).
Cuando Lábaque manejaba todo al tranquito y se asociaba seguido con Lo Grippo y Mikulas, la noche pintaba tranqui (48-34), porque además Baxley era el imán que atraía cada bola marplatense. ¿Noche tranqui? Ni cerca. La visita descomprimió el embudo y, entre la polenta de Romero y el atrevimiento de Sansimoni, bajó la desventaja a cuatro (61-57).
Dos volcadones y un cacheteo de Torres le dieron 11 de ventaja al Griego (70-59). Pero la carga psicológica se pesaba en toneladas. Y Atenas se fue complicando hasta quedar 76-74 y con la necesidad de bajar un rebote casi determinante, cuando Maciel tiró a fallar un libre.
Lo Grippo volvió la brecha a tres (78-75) y ya no quedaba casi nada. Sin embargo, Sansimoni la voleó desde muy lejos y casi la clava con tablero. Recién ahí respiró Atenas, que sufrió hasta la última milésima del reloj pero que, por fin, recordó en el cuerpo lo bien que se siente ganar.
Síntesis
Atenas (78): Labaque 12, González 9, Mickeal 16, Lo Grippo 12, Mikulas 11 (FI) Rivero 9, Gerbaudo 0, Torres 9. Dt: Miravet
Quilmes (75): Sansimoni 8, Baxley 32, Ruiz 0, Maciel 7, Gallizi 2 (FI) Cequeira 3, Romero 13, Spalla 3, Calvi 7. Dt: Ramella
Parciales: 22/16, 21/15 (43/31), 18/26 (61/57), 17/18 (78/75)
Árbitros: Smith-Brítez
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