Por Gustavo Veiga ( en Página 12)

El punto central es que le reclama su intermediación para conseguir el contrato de Fútbol para Todos. Ya fue rechazada su pretensión, pero insiste con cobrar. El monto de lo que aspira a obtener ronda los 155 millones de dólares.

Marcelo Tinelli se mostró preocupado por las finanzas de la AFA y los mil cheques que ésta emitió el mes pasado. Pero si llegara a su presidencia, en marzo próximo, deberá agregar a la lista un problema más grave. La incidencia que podrían tener en el futuro dos juicios millonarios: uno del Grupo Clarín, su empleador en Canal 13 por la rescisión del contrato del fútbol televisado, y el otro de GMI, una sociedad del empresario Gustavo Mascardi, que le reclama a la asociación el 10 por ciento de los ingresos del Fútbol para Todos en una Corte de Estados Unidos. Aquel pleito era conocido y Página/12 lo publicó en detalle; el que sigue el ex intermediario de jugadores y ex gerenciador de Ferro no había sido difundido hasta ahora.

Si se tomara en cuenta la cifra actualizada que percibe la AFA por los derechos televisivos –1440 millones de pesos a 2015–, el monto de lo que aspira a cobrar Mascardi ronda los 144 millones de pesos por temporada. Multiplicados por el plazo de vigencia del contrato de diez años –vence en el 2019– hace ascender la suma en dólares, según la cotización oficial de la divisa, a 155 millones de dólares.

La información fue difundida en los tribunales del estado de Florida, tomada por la página web www.proskauer.com, un prestigioso bufete de abogados de Estados Unidos y ratificada por una fuente jurídica de la AFA. El empresario basó su demanda en una autorización por escrito para comercializar los derechos del fútbol que le firmó Julio Grondona en 2006. Cuando la asociación acordó en 2009 el contrato del programa Fútbol para Todos con la Jefatura de Gabinete del gobierno nacional, Mascardi se presentó ante un juzgado federal de Florida y luego ante uno civil y comercial del mismo distrito.

Al principio fue contra la AFA, el Estado argentino, la cadena Fox y algunas distribuidoras de contenidos en EE.UU. como IMG y GOL TV, pero la Justicia Federal rechazó su pretensión. En primera instancia, tampoco pudo avanzar en el juzgado civil y comercial de Florida, aunque ya únicamente contra la AFA. Le pidieron que ampliara la demanda, tuvo un nuevo revés judicial, pero apeló en última instancia a la Corte Suprema de Justicia. Es demasiado alto el monto de su reclamo y no se da por vencido.

En su demanda de trece carillas, Mascardi había alegado que “a pedido de la AFA, GMI mantuvo reuniones con varios funcionarios argentinos, incluidos el ministro de Justicia Aníbal Fernández y el ministro de Economía Amado Boudou”. Su argumentación en esos términos fue rechazada en junio de 2014 y ahora está en manos de la Corte.

El sitio Proskauer informó: “De acuerdo con una querella presentada en un tribunal estatal de Florida, en 2006, los directores de GMI, Alejandro y Gustavo Mascardi, fueron contactados por el entonces presidente de la AFA, Julio H. Grondona, con quien hicieron un acuerdo de autorización exclusiva para intermediar en cualquier arreglo destinado a tener un comprador que adquiriera las imágenes, los derechos de transmisión y de marketing en cualquier plataforma, cualquier idioma y en cualquier país del mundo de los partidos de fútbol del campeonato de la AFA”. A ese convenio entre las partes se lo denomina Broker Agreement (Acuerdo de negociación).

Mascardi hizo el juicio en Estados Unidos porque allá litigó sin los gastos que hubiera tenido que pagar acá si lo perdía. Como fuere, debió contratar abogados, como lo hizo la parte demandada a un costo muy alto. La relación comercial del empresario con Grondona tiene una historia de muchos años. Al punto de que en 1997 le planteó al ex presidente de la AFA un negocio con juegos telemáticos a través de una línea 0600.

En aquel momento, su compañía se llamaba Fútbol Game SA y tenía domicilio en la calle Gurruchaga 830 de la ciudad de Buenos Aires. Había firmado un convenio de ocho carillas con Grondona y el secretario administrativo de la AFA, Rubén Raposo, por el cual se le concedía “en forma exclusiva los derechos de explotación y uso sobre los resultados y/o alternativas de los partidos de fútbol de los torneos que organiza la AFA y selecciones nacionales, en la medida en que los derechos de explotación y uso puedan ser cedidos, y los que organice en el futuro, cualquiera fuera su denominación, para que con ellos se implementen los juegos de apuestas que se formalizarán mediante un servicio telemático”.

La cesión de derechos violaba en ese momento el artículo 8º de la Ley del Prode (24.199) y Fútbol Game se había constituido tres días antes de la firma del contrato. Más allá de la endeblez jurídica de los planteos de Mascardi, procesado en varias causas judiciales, una asociación civil como la AFA siempre ha sufrido juicios por decenas de empresarios, árbitros, espectadores y empleados, entre otros. Tinelli, si se sale con la suya y llega a ser su presidente, deberá cuidarse de lo que firma.