Que los contratos de los entrenadores de fútbol profesional en la Argentina y gran parte del mundo no se cumplan, no es novedad. Pero que un DT despedido por la dirigencia de un club por “malos resultados” que “obligan”  a tal decisión porque la “gente lo pide”, y que esa gente, vitoreé al entrenador echado, jamás lo he visto en mis 34 años de profesión periodística.

Eso ocurrió el martes pasado con Fernando Teté Quiróz, en la puerta de la vieja sede del club Aldosivi, Bermejo y El Cano como lo testimonian estas imágenes