Mediodía insípido para Independiente en Avellaneda. Cuando parecía que se llevaba un triunfo vital en un áspero partido que se le había hecho cuesta arriba al jugar con un hombre menos durante 70 minutos, fue Gimnasia quien terminó festejando un empate agónico que más que un punto es un oasis: sumó por primera vez después de seis derrotas seguidas. Así, el Rojo dejó pasar su chance de asegurar su boleto a la Copa Libertadores 2019 y deberá definir su suerte en la última fecha.

No alcanzaron las apariciones de Martín Campaña ni las buenas actuaciones de Fabricio Bustos y Martín Benítez. Todo el esfuerzo que el equipo de Ariel Holan realizó para sostenerse en partido y ponerse adelante en el marcador se desvaneció en una desatención defensiva en el final. Con el tiempo de descuento ya en juego, Fabián Rinaudo, de lo mejor que tuvo el Lobo, filtró un gran pase para el desborde de Nicolás Colazo, quien envió un preciso centro para el ingreso y la definición en soledad de Ezequiel Bonifacio.

La igualdad 2-2 se acomodó a la lógica del desarrollo del encuentro. Independiente pudo dominar y doblegar al rival con el gol de Benítez durante los primeros 20 minutos. Pero luego del penal y la expulsión de Nicolás Figal, todo cambió. Gimnasia, tras el 1-1 parcial de Brahian Alemán desde los doce pasos, mutó de una apática a una renovada imagen para ajustar detalles en defensa y hacerse dueño de la pelota y las acciones de peligro.

Con una gran tarea del atacante Nicolás Contín, mostrando buenas cualidades ofensivas en su partido número 17 en primera, el Lobo mereció ponerse en ventaja pero no pudo doblegar a Campaña, quien le ahogó dos veces el grito al delantero de 22 años. En el área de enfrente, el Rojo no desaprovechó su chance: en cinco minutos furiosos, ahogó al rival con tres llegadas claras y fue Emmanuel Gigliotti quien terminó estampando el 2-1 a falta de 12 minutos para el cierre.

Pero no fue una tarde ni un resultado más para los hinchas del Rojo, especialmente porque la igualdad es un sinsabor absoluto. Primero porque lo deja en el quinto puesto con 46 unidades (una más que Talleres) y a la espera del resultado de Boca frente a Unión (octavo con 40 puntos). Y segundo porque, aunque todavía continúa en zona de clasificación para la Libertadores 2019, el agónico tanto de Gimnasia le quitó la posibilidad de encaminar el objetivo. Ahora deberá esperar a la última fecha: visitará a Unión en Santa Fe.

Por otro lado, el público vivió una jornada especial. Antes y durante el partido, fue ovacionado Martín Benitez, en medio de las denuncias judiciales sobre supuestos abusos a juveniles en la pensión del club, y también fue insultado el periodista Gustavo Grabia, quien investiga la causa y durante la semana pasada reveló dos nombres de futbolistas que podrían haber sido víctimas.

Además, hubo un duelo particular contra el árbitro Silvio Trucco, especialmente luego del penal que le costó la expulsión a Figal. ¿Qué ocurrió? El defensor sujetó y derribó a Contín en el área, en una clara infracción. Pero, aunque el árbitro cobró correctamente, primero amonestó al defensor y luego, tras aviso de sus compañeros de terna, terminó mostrándole la tarjeta roja. La situación exasperó a la popular y la platea, que terminaron más pendientes de las acciones de Trucco que de las de su propio equipo. Con el agónico empate, la bronca se multiplicó, mientras que los jugadores de Gimnasia pudieron desahogarse de una vez por todas.