Es saludable de tanto en tanto, y lo hacemos en golesdemedianoche.com, tener una mirada de la prensa lugareña cuando se trata de cotejos de clubes de distintas ciudades o distintos países.Tras el Nacional 0 Boca 1 escribió Edward Piñón, en el diario El País de Uruguay:
El orden, la decisión de jugar de manera similar a La Bombonera, la tesitura de esperar una jugada para poner a Boca mirando hacia la lona no contó con el resguardo que se necesita en un partido de tanta trascendencia. Nacional falló en una acción capital que debió marcar el partido.
La pelota volando hacia la tribuna y apagando el grito de gol que
esperaban entonar más de 50.000 personas empezó a condicionar de manera determinante el juego.
El fracaso de Iván Alonso en la ejecución de la pena máxima, cuando iban 20 minutos de juego, debió ser el principio del fin de los xeneizes en el Centenario.
Pero no lo fue. Quizás eso influyó también para que la cancha no se marcara toda a favor del tricolor.
Con un hombre de menos producto de la roja que recibió Claudio Pérez por la falta que le hizo a Juan Albín, Boca asumió el papel de copero que tan bien le queda. Cuidadoso del balón, utilizando a Juan Román Riquelme para que moviera los hilos, Boca le pagó a Nacional con la misma moneda. Controló el juego, recurriendo a la astucia para que el reloj avanzara. Así, el equipo de Bianchi consiguió que el trámite fuera parejo, que la diferencia numérica no se notara para nada.
Lo peor para el bolso, que no consiguió precisión en la entrega final, fue el centro de Riquelme que Andrés Scotti transformó en penal por haberse colgado de Burdisso.
El 10 no falló y Boca metió un 1-0 de enorme valor porque se moría el primer tiempo.
Blanco reaccionó moviendo el banco. Mandó a Álvaro Recoba a la cancha y sacó a Santiago Romero.
La idea de utilizar la precisión del “Chino” para tener mayor profundidad en la ofensiva chocó contra una situación inesperada: el talentoso jugador acertó muy poco.
El reloj empezó a jugar más a favor del xeneize y a condicionar a un Nacional que regaló más espacios en la zona media, lo cual favoreció el mejor control de pelota de Riquelme.
Empero, el tricolor intentó. Fue por derecha y por izquierda. Se filtró más en la zona quemante cuando entró Vicente Sánchez por un inexpresivo Albín, pero “Carucha” volvió a fallar en ese rubro que puso una vez más los pelos de punta a los hinchas: la definición de las jugadas.
Metiendo, encarando, peleando con sus armas y hasta tirando centros de uno y otro costado Nacional quiso, pero no pudo.
En parte porque Orion hizo de las suyas, ya sea jugando con el árbitro a imponerse adentro de la cancha -gestos, demoras y casi burlas- o tapando dos jugadas con buenas señales de gol. La verdad es que así Boca fortaleció la defensa de una victoria que le devolvió la vida en el grupo.
Nacional, que puso ganas, que intentó, pero no aprovechó las circunstancias favorables, terminó recibiendo un pago con la misma moneda de Boca.
Pese a la lección recibida (no se pueden cometer esos errores) sigue primero.