Recibimos “carta” de Pablo Forte, que nos resultó interesante leer y compartir con nuestros lectores:

Hace un mes les contaba aquí en el blog (toqueygambeta) que el excoordinador de scouting del FC Barcelona en Argentina, Pablo Forte, había sido convocado por la Asociación de Fútbol de Israel para explicar el método de trabajo que utiliza el FC Barcelona en su fútbol base y para observar la posibilidad de que los seleccionados israelíes trabajen teniendo en cuenta el estilo del Barça.

Una modalidad de trabajo que ahora ha adoptado el Club Atlético Boca Juniors tras recibir la cesión por parte del FC Barcelona, del proyecto Juniors Luján. Forte relata para Toqueygambeta.com el resultado de esta experiencia…

“Mi viaje a Israel nació de una situación curiosa. Tiempo atrás Nir, el hermano mayor de un niño de 13 años llamado Yuval, escribió a la pagina del FC Barcelona Juniors Luján solicitando que le permitiéramos al chiquilín tener una prueba con nosotros. La tarea era difícil, casi imposible, ya que no puede costeársele el viaje a jugadores que un scouter no ve ni aprueba.

Insistió e insistió, hasta que estando yo ya fuera del FC Barcelona le ofrecí que en el caso de que ellos cubrieran los gastos, yo me acercaría hasta Israel. Y fui. Me alojé en un hotel ubicado en las afueras de la vieja y enigmática Jerusalem, llamado Shalom Rimonim Jerusalem. La ciudad parece construida con piedras y su gente parece estar acuartelada en departamentos y casas de ventanas chicas y paredes de un solo color. De todos modos, pese a tanta piedra, es curioso pero las puertas de esas viviendas permanecen abiertas y es habitual ver cochecitos de bebés y bicicletas dejados en la vereda.

El hotel estuvo toda la semana repleto de personas de diferentes partes del mundo (Zimbawe, Ghana, Estados Unidos, Japón, etcétera) que se alojaban ahí para asistir a convenciones y tours religiosos. A las 21 horas terminaba el horario para la cena y a partir de ese momento, silencio. Todos, absolutamente todos los negocios en ese sector de la ciudad, también cierran a esa hora. Pude visitar sitios muy valiosos para la historia de la humanidad, pero hablemos de futbol.

Las prácticas que realizan en general los clubes en Israel son interesantes, modernas y con la cantidad de elementos que hacen falta. Césped sintético, no faltan pelotas, conos, maniquíes, ropa en muy buen estado, iluminación… ¡¡¡pero falta intensidad!!!

Había rondos, juegos de posesión y posición y futbol en espacios reducidos, pero no se detectaba hambre. Faltaba competitividad.

Diría que son deportistas de clase media que asisten al club porque les gusta y les hace bien, pero se nota que no necesitan llegar a primera división y ser profesionales para “salvarse”. Un entrenador gana unos 500 o 600 dólares y los chicos (al menos en el Beitar Jerusalén (en donde juega Yuval) y el Modin FC (donde juega Yariv, su hermano de 19 años) pagan aproximadamente 1000 dólares a principio de año como cuota, dinero que les permite recibir la ropa y las sesiones de entrenamiento. En los partidos revolean la pelota más que en las prácticas, casi no discuten y ni se rozan.

Fui a ver un partido de primera división entre el Club Bnei Yehuda del argentino Pedro Galván y el Ironi Kiryat Shmona de David Solari. Los ovacionan. La verdad es que se destacan del resto. El fútbol israelí permite 5 extranjeros por equipo en primera división y 3 en segunda.

Las charlas tuvieron aceptación, pero no tienen posibilidad, al menos es lo que dicen, de hacer un scouting nacional por estar condicionados por los tres años que los jóvenes deben estar en el ejército (entre los 18 y los 21 años). Es muy común cruzarte en las calles con jovencitos y jovencitas vestidos de verde y una ametralladora colgando de su hombro.

Tel Aviv es linda de verdad. Torres monstruosas, restaurantes de nivel, shoppings, hoteles y una hermosa rambla frente a un limpio claro y tranquilo Mar Mediterraneo, le dan un encanto especial. Contacté con argentinos, agentes, técnicos, jugadores… Viajaría otra vez, no tengo duda. Y seguramente viviría allí.
Pablo Forte, ex coordinador de scouting del FC Barcelona en Argentina, durante su viaje por Israel. (Foto: Gentileza de Pablo Forte)

Pablo Forte, ex coordinador de scouting del FC Barcelona en Argentina, durante su viaje por Israel. (Foto: Gentileza de Pablo Forte)

Las anécdotas también caracterizaron al viaje. En especial la que viví una hora antes del embarque en Fiumicino, aeropuerto de Roma. Me llamaron por los parlantes para presentarme en el mostrador de ELAL, la compañía aerea israelí que me trasladaría hasta Tel Aviv. Me tuvieron 40 minutos preguntándome cosas como:

¿Tiene amigos árabes?
¿Para qué viaja?
¿Cuánto va a cobrar?
¿Quien le invitó?
¿Lleva armas en la valija?

Mezclando mi inglés básico con alguna palabra en italiano y algunas en español el empleado del Gobierno de Israel me pegó una estampilla con código de barras en mi mochila y me permitió subir. A la vuelta, eran las 3 de la madrugada, antes de despachar la valija en Tel Aviv, una situación similar. Igual estresante. Pero sumaron tres preguntas nuevas:

¿Recibió regalos?
¿Siempre tuvo su valija en la mano desde que la preparó?
¿Conoce a las personas que le hicieron el obsequio?
Porque hay antecedentes de que los regalos se convirtieron en bombas…

El comentario me desesperó y acabé solicitando que escanearan una réplica de Jerusalem realizada en plata que la familia de los futbolistas me había obsequiado. La pasaron tres veces por una extraña máquina y me la devolvieron. Recién ahí supe que podría viajar tranquilo”