El artículo lo publicó el diario deportivo de España, Marca;
“Me duele un poco el pubis, a medida que pasaban los minutos se me iba cargando y me molestaba un poco más. El pubis es complicado porque no es fácil de controlar, terminé dolorido”. Las palabras de Messi tras el encuentro ante Uruguay confirmaron que la estrella argentina ve cómo sus molestias en el pubis aumentan con el paso de las semanas. Ante el Athletic, en San Mamés, ya se vio a ‘La Pulga’ cómo se llevaba la mano a la zona de la ingle con cierto gesto de preocupación.
Los casos de pubalgia se acumulan en los últimos años de manera muy significativa. Lo sabe bien el Athletic, que ha visto cómo muchos de sus futbolistas padecían esta dolencia y pasaban por el quirófano. Ander Herrera, De Marcos, Aduriz, Amorebieta, Etxeita, Etxeberría, Gurpegi, Yeste… Todos ellos optaron por operarse para poner fin a sus molestias. Y todos pasaron por las manos de la doctora Ulrik Muscheck, ya conocida como la ‘doctora milagro’.
Pero no sólo en Bilbao sufren esta plaga de lesiones en los últimos años. Pocos equipos se libran de que alguno de sus jugadores padezca esta dolencia. Xabi Alonso ya se perdió una Copa Confederaciones a causa de su pubalgia. Se decantó por el quirófano y desechó la opción de un tratamiento más conservador, sacrificando la cita internacional con su selección. “Hay lesiones que sabes que cumpliendo plazos llegarás, pero la osteopatía de pubis es traicionera”, llegó a decir el futbolista entonces del Real Madrid. Mario Suárez en el 2011 o Ignacio Camacho en 2015 son otros ejemplos de jugadores que decidieron operarse.
Tratamiento más conservador
El quirófano, sin embargo, no es el único camino para acabar con la maldita pubalgia. Hay también ejemplos de futbolistas que superaron esta lesión llevando un tratamiento, como decíamos, más conservador. Es el caso de Raúl González, que en 1998 reconoció haber jugado lesionado durante varios meses tras recibir duras críticas por su bajo rendimiento. “He estado lesionado mucho tiempo y no he podido entrenarme como yo deseaba, y quería jugar cada semana, y no lo podía hacer bien”, dijo el delantero madridista en su momento.
A su caso se suman otros como el de Sergio Busquets, que jugó con fuertes molestias en el último Mundial de Brasil pero que meses después consiguió acabar con ese problema físico. Sergio Ramos también padeció esta dolencia en el 2008 y consiguió dejarla atrás con el paso del tiempo.