El diario Los Andes de Mendoza comenta que Sebastián Crismanich se sintió el mejor incluso cuando no lo era y esa actitud ganadora lo empujó a la conquista de la primera medalla de oro que se cuelga Argentina en los Juegos de Londres, la de la división de 80 kilos del taekwondo. Crismanich, de 25 años, se impuso 1-0 al español Nicolás García, quien se quedó con la plata.

“Esto es más de lo que soñé, de lo que esperé, no hay nada más emocionante que ver la bandera en lo alto y escuchar el himno. Me hizo temblar las piernas, casi no podía contener las lágrimas; pero cuando lloras de alegría, es algo muy lindo”, expresó el deportista.

Los primeros dos rounds quedaron emparejados 0-0 y en el último el argentino salió decidido a marcar la diferencia. Logró el punto de oro, pese a requerir la asistencia para aliviar el dolor en su pierna izquierda, cuando restaban 8 segundos.

“Sabíamos que la final iba ser cerrada, había un trabajo táctico muy fuerte allí y bueno, se dieron las cosas como pensábamos. Lo ideal era romper físicamente (al rival) hasta lograr la diferencia”, dijo el nativo de Corrientes.

García venía de doblegar 2-1 al italiano Mauro Sarmiento en las semifinales. “Esta medalla es consecuencia de un trabajo que se viene realizando con mucha humildad, con mucho esfuerzo desde ya hace muchísimo tiempo, cuando no teníamos nada. Viajábamos sin apoyo y mi familia, sin yo saberlo, vendía cosas para nosotros poder viajar a Buenos Aires y a otras provincias y así tener un fogueo”, explicó.

“Ese sacrificio se valora mucho en la familia del taekwondo argentino y estoy seguro de que ellos se emocionan y reciben este triunfo como suyo”, destacó.

Al ser consultado por la lesión en su rodilla izquierda comentó que “sabía que podía aguantar por ocho segundos más, no podía preocuparme mucho por eso; mi preocupación era resolver, aguantar esos ocho segundos y mantener el resultado. Después se verá qué tan drástica o no es esa lesión; pero ahora, con esta alegría, no creo que haya mejor anestésico”.

Esa lesión explicó que la viene arrastrando desde hace varios torneos y en Londres participó “lastimado y vendado”.

La de Crismanich es la primera medalla dorada de Argentina en Londres 2012 y la 18° desde su debut en la justa olímpica en París 1924.  La anterior marca estaba en poder de Gabriel Taraburelli, hoy entrenador de la Selección Argentina de Taekwondo, que consiguió la cuarta colocación en Sidney 2000.

“Cuando nos clasificamos a los Juegos nos habíamos prometido que debíamos mejorar esos resultados. Y Gabriel (Taraburelli) se comprometió que nos iba a ayudar tanto a Carola (López) como a mí a tratar de lograrlo”, relató.

Crismanich se imaginó, enseguida, la alegría que está viviendo su provincia, Corrientes, por la presea alcanzada. Y graficó, con una metáfora, la sensación que experimentan sus comprovincianos, al revelar que “debe estar lloviendo en Corrientes de tanta gente que está llorando de alegría, lo sé”.

“Pero también me están apoyando de Córdoba (ciudad en la que está radicado desde 2005), me siguen de Sudamérica. Hay gente que se emociona “, precisó.

“Todo lo que he hecho hasta hora es demostrar que yo soy el mejor, aún no siéndolo muchas veces. Esa filosofía es la que me ha llevado a vencer a rivales muy duros”, aseveró Crismanich después de su combate de semifinales.

Las medallas de bronce del taekwondo fueron para el británico Lutalo Muhammad y el italiano Mauro Sarmiento.

Muhammad venció 9-3 al armenio Arman Yeremyan, mientras que Sarmiento superó 4-0 al afgano Naser Ahmad Bahawi.