El partidazo animado en semifinales de los Juegos Olímpicos entre el suizo Roger Federer y el tandilense Juan Martín Del Potro, ha recibido todo tipo de elogios. Por ejemplo, este análisis del diario Los Andes de Mendoza :Inolvidable y de gran nivel son dos calificativos que le caben perfectamente a esta semifinal de Juegos Olímpicos. Juan Martín Del Potro jugó en un gran nivel para vencer al mejor del mundo y meterse en la final olímpica en Londres 2012. Sin embargo, en el partido más largo de la historia del tenis olímpico, el tandilense cayó con Roger Federer por 3-6, 7-6 y 19-17, quien irá por el oro frente a Andy Murray quien venció a Novak Djokovic (rival de Delpo) por 7-5 y 7-5.
Lo primero en la estrategia del tandilense fue forzar puntos largos para provocar el error de Federer. Sin embargo, en el inicio, pese a algunas equivocaciones, el suizo demostraba que era el número 1 del mundo y que no iba a hacerle fácil el camino a Del Potro. Apoyado en su gran servicio, Federer aseguraba cada game en el que iba al saque.
En el tercer juego, el suizo tuvo chance de quiebre, pero Delpo también despejó con un gran saque. Así, con servicios de excelencia y juego de primer nivel, con puntos largos, variados y complicados, llegó el octavo game, un juego clave para el tandilense.
Allí, exigió a Federer desde el inicio y consiguió una doble chance de quiebre. Aprovechó la segunda y se fue a sacar para set. Desde el fondo no falló: tres saques bastaron para el 6-3.
Federer salió como un león herido a jugar el segundo set. Pero se encontró con un Del Potro
tranquilo y confiado, que le complicó el inicio. Con un error no forzado del suizo y un drive de derecha con su estilo, Delpo se le puso 30-30. Pero el número 1 del mundo reaccionó y se puso 1-0. La paridad fue tal que en el quinto game, uno de los más largos del partido, se resolvió recién en la quinta ventaja del suizo, en un juego en el que Del Potro tuvo una chance de quiebre.
Al siguiente, la oportunidad estuvo en la raqueta del mejor tenista de la historia, por un out milimétrico de Del Potro. Sin embargo, el tandilense, consiguió salir de esa situación y mantener sin quiebres el set. Federer fue el primero en asegurarse llegar al tie break. Y el argentino no se quedó atrás: con saques por arriba de los 200 kilómetros por hora, forzó los errores del suizo e igualó 6-6, soñando con una definición en el segundo set. Sin embargo, en el tie break, el suizo sacó una mínima diferencia para llevárselo por 7 a 5.
Con el público volcado hacia Federer, pese a algunos argentinos -incluido el basquetbolista Luis Scola- que hacían su aporte antes del comienzo de algún punto, el mejor jugador del planeta se fue sintiendo más cómodo en el partido. Encontró los golpes que incomodaban a Del Potro y, tras levantar dos break points, casi aprovecha para sacar ventaja cuando en el tercer game el tandilense sacaba 40-15 y se le puso 40 iguales.
Afortunadamente, la concentración de Delpo no se agotó y pudo irse al descanso 2 a 1. El mismo enfoque le permitió, tras perder dos posibilidades de cerrar el séptimo juego por errores propios, salvar la chance de quiebre del 1 del mundo con una derecha increíble sobre la línea y quedar, luego, 4-3.
El saque también fue un arma letal de Delpo en momento complicados. En el noveno juego, un error no forzado le dio una nueva oportunidad de quiebre a Federer, pero un saque complicado (que terminó con un smash en la red), otro ganador y un ace, el argentino salvó un game que se le había complicado de más para seguir con su servicio intacto en el set. El suizo también cuidó como a un tesoro ese aspecto clave del partido: una muestra de ello fue el juego en cero que cerró para el 5 iguales.
La definición fue tan pareja que se estiró a un set largo, ya que en el último no hay tie break. Y allí todas fueron emociones, como la pelota de Del Potro que dio en la red y pasó, con Federer volcado al otro lado, en el 7-7, 30-30. En ese mismo game, el suizo tuvo el primer break point: pero el envío del tandilense dio en la red y pasó, y no así el del 1 del ranking, que se clavó en la red. Con un ace, La Torre de Tandil cerró un game para el infarto (8-7). Federer también daba batalla: con un ace se ponía 8-8 y alargaba aún más el desenlace.
Ya era histórica la semifinal y la hacían aún más épica. Federer con golpes de revés imposibles, Del Potro con una volea exigida, de espaldas y con una palomita incluida, para pasar la pelota hacia el lugar más difícil para el suizo e impactos de todos los colores para que el público se parara para aplaudirlos, sea cual fuere su nacionalidad. Entonces, llegó el segundo break point y otra vez fue para Federer, que ahora lo aprovecha y se pone 10-9 arriba con su saque. Pero no sería ese el final, aún faltaba más. Delpo recuperó el quiebre y confirmó (40-15 y 11-10).
Como si fuera poco, con el partido 13-12, a favor de Del Potro, Federer fue al baño. El argentino prefirió quedarse sentado, con un paraguas de Londres 2012 para protegerlo del sol.
La vuelta de Roger, para sacar, no tuvo desperdicios: con una volea se aseguró un game más. Momento complicado se vivió en el 14-14, cuando el argentino sacaba 0-40, con la posibilidad intacta del quiebre del suizo. Pero, con juego y amor propio, lo dio vuelta y pasó al frente 15 a 14. Con algunas escasas pelotas afueras, en más de cuatro horas de juego, demostraron que son humanos.
El momento clave, entonces, llegó cuando estaban 17 a 17. Del Potro sacaba 0-40 y estaba vez no pudo evitar que Federer se quedara con su servicio, en la segunda de las tres oportunidades que tenía. Así, el suizo quedó 18-17 sacando para partido. Y aunque falló en una volea fácil cuando estaba 40-30, una paralela a la línea y una pelota a la red de Del Potro le permitieron clasificarse a la final del singles por primera vez en su trayectoria. Fue un juego digno de dos finalistas. Pero sólo uno peleará por el oro olímpico, y ese será Roger Federer.
Al fin se le dio. Hasta hoy, la mejor actuación de Federer había sido en semifinales de Sidney 2000, cuando perdió en dos sets con el alemán Tommy Haas, quien luego caería en la definición con el ruso Yevgeny Kafelnikov.