Hubo fiesta la noche del 25 de octubre de 1993 en Peña y Jara, la sede de Alvarado de Mar del Plata. Miles de almas miraban con ilusión las pantallas gigantes instaladas en el gimnasio del club. Alguien que se parecía mucho a un Dios hablaba desde un escenario improvisado y otros varios se pelaban las manos para aplaudir una esperanza. Transmitía en vivo la ya desaparecida FM SPORT de Mar del Plata: 88.1 FM.

Las privatizaciones eran la nueva moda del país y el fútbol no podía estar exento: asomaban las Sociedades Anónimas Deportivas.

Que quede bien claro: yo no vengo aquí como empresario; vengo como entrenador de fútbol, a cumplir una misión exclusivamente futbolística. La idea es formar un equipo que nos permita caminar con orgullo por las calles de la ciudad”. Con esas palabras César Luis Menotti le presentaba al mundo el Proyecto Alvarado 94, un gerenciamiento ideado por un grupo de empresarios con fines meramente lucrativos y que tuvo tan poca vida que apenas llegó a comenzar. Fue, en definitiva uno de los fracasos más grandes del fútbol argentino.

El origen del proyecto

Cuenta Vito Amalfitano, periodista del diario La Capital, que fue Mauricio Macri el primero en motorizar la idea de crear una SAD en un club de Mar del Plata. “A principios de 1993, la empresa SOCMA y Francisco Ríos Seoane, mandamás de Deportivo Español, soñaron con un ‘Deportivo Mar del Plata’, cuyo paso inicial era trasladar la localía del elenco español de la Capital Federal a la costa atlántica”, dice Amalfitano, que en esos días entrevistó a Macri en su oficina personal.

Por diferentes motivos, el plan fracasó. Pero había quedado una semilla. Y el estadio mundialista, ahora llamado José María Minella, era la perla que los empresarios miraban con calculadora en mano.

Telemarket fue la empresa que tomó la posta de Macri y Ríos Seoane. El CEO del grupo, Hugo Jinkis, el mismo que ahora está con prisión domiciliaria por su participación en el FIFAgate, contrató a Menotti para que fuera la cara visible del proyecto. El club elegido para gerenciar fue Alvarado, que jugaría el Torneo Regional en el primer semestre de 1994 por haber sido campeón de la liga local. Pero el fin primordial no era llevar al equipo al Nacional B y posteriormente a Primera, sino la explotación absoluta del estadio mundialista.

“Los Torneos de Verano siempre fueron un gran negocio. Imaginá que si querés podés organizar cinco River-Boca en enero y todos van a estar llenos. El recambio turístico lo hace posible”, le explica a Clarín el periodista Jorge Jaskiliof, que siguió la campaña del equipo para radio Sport.

Menotti, ya siendo entrenador de Boca, supervisó la práctica de Alvarado el 23 de diciembre de 1993.

Las negociaciones por parte de Alvarado con Telemarket las llevó adelante el dirigente Miguel Lukaszewicz, mano derecha del presidente Bruno Filieri y Enpresario hotelero (que dejó gran  parte de su emprendimiento en esta “apuesta” por su amigo del alma y presidente de club )

Fueron tres las reuniones que se realizaron en Capital Federal entre septiembre y octubre de 1993. Jonatan Cahen D’Anvers (hermano de Mónica Mihanovich); Eduardo Luis  Metzger (productor televisivo recordado por borrarse del juicio a Víctor Hugo en “Desayuno”  en aquel partido de Real Madrid – Boca por canal 7); Osvaldo Otero (ex presidente de Racing) y Menotti participaron por la empresa.

El pacto se selló a mediados de octubre y se anunció el 25 con bombos y platillos. El ambicioso proyecto duraría 10 años y contemplaba la inversión inmediata de 2 millones de dólares para afrontar el Torneo Regional, más otros 18 a lo largo del tiempo. Pero faltaba cerrar la concesión del Minella, el quid de la cuestión.

“Esta cancha necesita los mejores futbolistas, no puede ser un monumento histórico o un centro recreativo de verano”, afirmaba Menotti. Como se escribió, el campeón del mundo en 1978 se había puesto el proyecto al hombro: el 5 de noviembre se reunió con el presidente Carlos Saúl Menem en la Quinta de Olivos. “No vine a buscar su apoyo, sino a que conociera en profundidad nuestra propuesta, la seriedad de la misma y el objetivo que se persigue”, decía al salir del encuentro el DT.

“A mí no me la puede contar nadie porque yo estuve ahí. En una mesa contra una de las ventanas del Café de la Paix, en Recoleta, miré a los ojos a Menotti y le pedí que no nos fallara. Me dijo que me quedara tranquilo que él iba a ser el entrenador del equipo. Me volví a Mar del Plata con esa promesa. Pero sucedió que un mes después, en noviembre, asumió como técnico de Boca y a Alvarado mandó a su amigo Cayetano Rodríguez; él quedó como Coordinador General. Eso me hizo mucho ruido. También algo que pasó con un dinero que se perdió en el camino. Enseguida me di cuenta de que todo era una farsa y renuncié“, le cuenta Lukaszewicz a Clarín desde la tranquilidad bucólica de Trenque Lauquen.

“Cuando llegamos con Bruno en 1989, el club no tenía pelotas para entrenar y en 1992 estuvimos a punto de ascender al Nacional B: perdimos la final contra Arsenal. Fueron años de mucho trabajo y amor. Prefiero quedarme con esos recuerdos lindos”, profundizó.

Lo que señala Lukaszewicz es verdadero: el viernes 19 de noviembre, Menotti acordó su incorporación a Boca con el presidente Antonio Alegre y tres días más tarde saltó a la cancha para comandar la primera práctica en la Bombonera.

El discurso del “flaco” fue ( “ No vinimos aquí por unos meses sino con un proyecto que incluye ponerle un corazón al estadio y no que sea solo un Paseo de verano para los clubes grandes “ ) y que si hacía falta èl mismo se pondría el buzo de DT. Cuando Telemarket llegô el equipo era dirigido por el histórico Norberto Cacho Eresuma – menottista de raíz al que también traicionaron trayendo al citado Cayetano –

 

El Dream Team

El plan estaba en marcha mientras en el Concejo Deliberante marplatense se trataba la indispensable concesión del estadio. El intendente Mario Russak(del partido de la Unión del Centro Democrático) se mostraba a favor del desembarco de Telemarket. Aunque – còmo explicó el colega Jorge Jaskilooff- el intendente tenía sus tiempos y no quiso apurar la cesión mientras Menotti decía que “si no hay estadio en tiempo y forma no podemos armar el equipo porque no habría adonde hacerlo jugar “

Los vientos soplaban a favor de la empresa, que en pocos días cerró la llegada de 10 refuerzos de categoría. Era un equipo de Primera jugando un Regional.

El emblema de las incorporaciones fue Juan Barbas, proveniente de Locarno de Suiza. Al plantel se sumaron Hugo Musladini, Germán Cáceres, Néstor Lo Tártaro, Claudio Rata Rodríguez, Silvio Rudman y los uruguayos Obdulio Trasante (campeón con la Celeste en la Copa América 1987), Fernando Silvera y Carlos Sánchez.

Mientras el equipo se preparaba en la Villa Marista para debutar el 23 de enero de 1994 contra El Fortín de Olavarría (casualmente conducido por el integrante del Huracan 83 del flaco, Fatiga Russo)  en las calles de la ciudad el lobby se hacía presente.

Cada temporada, la Liga de Mar del Plata  autorizaba ( porcentaje mediante destinado a las divisiones formativas de los 32 clubes afiliados) y el Municipio otorgaba la explotación del estadio durante el primer mes del año para que se jueguen los Torneos de Verano. Comúnmente, Recova era la empresa beneficiada, que al mismo tiempo tenía un acuerdo con Torneos y Competencias, tenedor de los derechos de los equipos grandes, a través de la empresa South America Sports. La intención de Telemarket era quedarse con el lugar de Recova por el poder que le brindaría la concesión de Minella por un lustro.

Finalmente, el 7 diciembre de 1993, con el aval del intendente Russak, el Concejo Deliberante aprobó una ordenanza para cederle la explotación del estadio por 5 años, desde marzo de 1994, a la empresa de Hugo Jinkis, a cambio de 700 mil dólares anuales. Pero fue un triunfo que duró nada, porque TyC se negó a hacer negocios con Telemarket y se llevó a los “cinco grandes” a Mendoza. “Sinceramente, no me acuerdo de nada. Pasaron 26 años. Además, a mí nunca me gustó el fútbol”, le dijo a este diario Fernando Alvarez, el presidente del Concejo Deliberante en aquellas ventosas jornadas.

Cuenta Jaskilioff que Carlos Ávila (TORNEOS) encontró la excusa de la ordenanza por promulgar, que requería que los prestadores de la TV por cable debían soterrar su cableado aéreo por la polución  visual generada en la ciudad balnearia, a los gritos argumentó “ si reclaman ésto para ya, y se les ocurre cederles el estadio en verano a otro, me llevo a los 5 grandes a  jugar a Mendoza.”

Como era de esperar, las inminentes salidas de River, Boca, San Lorenzo, Racing e Independiente provocaron indignación en los marplatenses, especialmente en los comerciantes. Y Russak no estaba dispuesto a pagar el costo político de la fuga de los “grandes” por un lustro: rápido de reflejos, el 13 de diciembre vetó parcialmente la ordenanza que le otorgaba la licencia por años a Telemarket. Todo volvía a foja cero. Y sería, al cabo, el principio del fin del Proyecto Alvarado 94.

“Teníamos todo armado para arrancar el 15 de enero con un San Lorenzo-Racing. Faltando una semana, nosotros ya estando en Mar del Plata, nos dicen que nos teníamos que ir a Mendoza porque otras empresas también iban a organizar partidos en el Minella”, recuerda Albino Valentini, histórico organizador de los Torneos de Verano.

Y agrega: “Fue un golpe duro para la ciudad. Los partidos de verano son un clásico de Mar del Plata. Las 15 mil populares para los River-Boca se vendían en 20 minutos”  Y las 15 mil plateas restantes en un dia .

 

Copa de Verano de 1994

César Menotti dando el puntapié inicial en el debut de Alvarado ante Irguiz de Rusia.César Menotti dando el puntapié inicial en el debut de Alvarado ante Irguiz de Rusia.

Los “cinco grandes” firmaron un contrato exprés con el Gobierno de Mendoza y a Mar del Plata le tocaba la incertidumbre. El 20 de enero, tres días antes del debut en el Regional, Alvarado se estrenó ante el ignoto Irguiz de Rusia. Fue victoria por 2-1, con goles de Barbas y la Rata Rodríguez.Se vendieron 1.146 entradas. Menotti dio el puntapié inicial en esa noche indiferente.

Mar del Plata necesitaba un golpe de efecto y fue Diego Armando Maradona el elegido para levantar el verano del ’94. El 25 de enero se debían enfrentar Newell’s y Vasco Da Gama. Una lluvia torrencial provocó la suspensión del juego organizado por Soccer SA, representada entonces por el ex jugador Ricardo Omar Giusti, y Maradona asistió al partido de básquet que esa misma noche Peñarol jugaba contra Atenas de Córdoba por la Liga Nacional en el Súper Domo.

Otra tormenta, siempre morbosa para los argentinos, se empezaba a gestar. Al culminar el duelo, que ganaron los cordobeses, Diego fue a cenar con el Che García, entrenador de Peñarol, y un grupo de actores y actrices que hacían la temporada en la costa. “La noche del restorán Amigos forma parte de la leyenda popular marplatense. Nadie sabe qué pasó durante y después. Lo cierto y concreto es que Maradona no apareció al día siguiente y con entradas vendidas , hubo que anunciar por las radios, 2 horas antes del cotejo, que el partido se disputaría pero sin DIEGO u que devolvían las entradas al público que así lo quisiera.( el cotejo fue organizado por el recordado Gato Jorge Mignini) rememora Jaskilioff dueño de un archivo de audio de más de 4.000 cassettes.

La crónica de Clarín de la visita de Maradona al Polideportivo para mirar Peñarol-AtenasLa crónica de Clarín de la visita de Maradona al Polideportivo para mirar Peñarol-Atenas

Mientras Mendoza disfrutaba clásicos de todos los colores con estadios repletos, en Mar del Plata la ausencia de Maradona se hacía escándalo. Los organizadores del encuentro de los rosarinos contra los brasileños, que terminó 2-2 .

Los días que siguieron fueron alocados para Diego: reapareció en público una semana después, el miércoles 2 de febrero, cuando les disparó e hirió a 6 periodistas que hacían guardia en una quinta de Moreno. También mojó con una manguera a Paula Trápani, periodista de Telefé. Esa misma tarde, además, rompió su vínculo con Newell’s.

Fue un enero oscuro para Mar del Plata desde lo futbolístico. La empresa Soccer organizó además un triangular que pasaría a la historia por lo ridículo. Sucedió el 3 de febrero. Alvarado, Newell’s y Yokohama Marinos fueron los participantes y jugaron minipartidos de 45 minutos en una misma noche !

Los locales superaron a los japoneses en el primer juego por 2-1, con goles de Rudman y Claudio Rodríguez. En el segundo tiempo, Newell’s y Yokohama igualaron 1-1 (gol de Ramón Díaz para los asiáticos) y para definir la organización decidió ejecutar córners sin arqueros. Los jugadores se enteraron de la modalidad en el momento.

Cuentan las crónicas de la fecha que nadie entendía nada, ni siquiera el árbitro Guillermo Marconi. Luego de 40 minutos de córners sin sentido, se patearon penales. Ganaron los nipones, pero para ese entonces la gente ya se había marchado del estadio. En el cruce final, ya entrada la madrugada, Alvarado se impuso 1-0 ante los rosarinos y se consagró campeón.

Torneo Regional

El equipo de Alvarado que enfrentó a Compañía de Salto en el José María Minella, con Juan Barbas de capitán. Foto: Historia del Fútbol MarplatenseEl equipo de Alvarado que enfrentó a Compañía General  de Salto en el José María Minella, con Juan Barbas de capitán. Foto: Historia del Fútbol Marplatense

La realidad es que el proyecto terminó antes de empezar”, describe Néstor Lo Tártaro desde Chile, donde trabaja como asistente del entrenador Reinaldo Rueda en la Selección. Y le agrega a Clarín: “Era el tercer arquero de Banfield y me vino a buscar Menotti por recomendación de David Comizzo. Me dieron el pase libre a cambio de una deuda y me sumé a Alvarado, que me ofrecía el doble de lo que ganaba en Banfield. Nos pagaron algo antes del primer entrenamiento y después los tipos desaparecieron. Cuando se dieron cuenta de que no iban a tener la explotación del estadio, levantaron las cosas y se fueron. Igual, mi decepción más grande fue con Menotti”.

La cuestión ocurrió tal como lo cuenta Lo Tártaro: los dueños de Telemarket se fueron antes de que arrancara el torneo dejando deudas por todos lados. “Jinkis y todos esos fueron unos rufianes. A los jugadores nos quedaron debiendo entre 20 y 30 mil dólares. Yo nunca vi un peso”, resume Hugo Musladini desde Pinamar.

El Hotel Primacy – que oficiaba de centro de operaciones de Telemarket – también quedó como damnificado con una deuda importante

Jinkins (jefe de programación deportiva dentro del canal América) habría pergeñado con Menotti como mentor, la posibilidad de tener al pretendidamente “Alvarado sensación” como equipo exclusivo de su pantalla y todos los negocios derivados de ello, aunque en la Argentina nunca ningun club fue autorizado a negociar derechos de manera individual .

 

“Yo era chico y no me daba cuenta de las cosas. Recuerdo que no me pagaron nada, pero no reclamé la deuda porque César me llevó a Boca para que me recuperara de una lesión de rodilla”, asegura Claudio Rata Rodríguez desde Bolivia. Y sigue: “Todas las semanas nos cambiaban de hoteles porque nadie pagaba las cuentas. A veces nos despertábamos a la mañana y no había ni para desayunar“.

Barbas, campeón mundial juvenil en 1979, fue el jugador que peor la pasó. Así cuenta su historia: “Me vine desde Suiza porque la propuesta era muy interesante. Como firmé por un año, me fui con mi familia y anoté a mis hijas en un colegio en Mar del Plata. Nos dieron un departamento en el mismo edificio donde vivía la dueña. Por supuesto que no me pagaron un peso: jugué un año gratis“.

Y agrega: “La propietaria de mi departamento, una señora grande, me golpeaba la puerta todos los días para que le pagara. La pasamos mal. Fui el único, junto al uruguayo Trasante, que se quedó a jugar la liga local. Lo hice por mis hijas, que estaban con el tema de la escuela. Lo más loco fue que alguien me aconsejó que me inscribiera en el monotributo para cobrar y al final tuve que hacer una moratoria para pagar la deuda de la inscripción. No solo que no cobré sino que pagué para jugar en Alvarado“.

-¿Qué decían los dirigentes de Alvarado?

-Nada, porque estaban en la misma que nosotros. La gente de Alvarado y los marplatenses en general se portaron muy bien. Pero fueron meses jodidos. Me acuerdo que antes de entrar a los hoteles para concentrar nos quedábamos 10 o 15 minutos arriba del micro hasta que nos daban la orden a ver si podíamos entrar o no por el tema de las deudas. Estuve el día que Mauro Camoranesi lesionó a Javier Pizzo en un Alvarado-Aldosivi. Estaba en el banco y el entrenador me dijo que entrara por Javier, pero dije que no y me fui de la cancha. Ahí me di cuenta de que no daba para más. Ese fue mi último partido en el club.

Arriba, Lo Tártaro, Sánchez, Galvarne, Solaberrieta, Ortega y Musladini; abajo, Silvera, Subiledt, Barbas, Cáceres y Rudman. La formación de Alvarado contra Gimnasia de Tandil (13-3-94). Foto: Historia del Fútbol MarplatenseArriba, Lo Tártaro, Sánchez, Galvarne, Solaberrieta, Ortega y Musladini; abajo, Silvera, Subiledt, Barbas, Cáceres y Rudman. La formación de Alvarado contra Gimnasia de Tandil (13-3-94). Foto: Historia del Fútbol Marplatense

La campaña de Alvarado en el Torneo Regional 1994 arrancó con victoria por 3-1 frente a El Fortín de Olavarría, el 23 de enero. Silvio Rudman y Germán Cáceres, en dos oportunidades, marcaron los goles. El 30 de enero fue 1-1 con gol de Trasante ante Compañía General, en Salto. El 6 de febrero, por la tercera jornada de la Etapa 2 del Grupo F, el elenco marplatense goleó 4-1 a Jorge Newbery de Lobería (donde jugaba el ex Independiente , oriundo de esa ciudad, Alejandro “Porota” Barberón)  con tantos de Patricio Tolosa, Rudman (2) y Cáceres.

Luego vendrían un 1-1 contra Gimnasia de Tandil, con gol de Rudman (13 de febrero); una victoria 4-2 en Olavarría contra El Fortín, con tres gritos de Rudman y el restante de Claudio Rodríguez (20 de febrero); un 2-0 ante Compañía General en el Mundialista, con festejos de Cáceres y Rudman (23 de febrero); una derrota 2-0 con Newbery (27 de febrero); y un empate 2-2 contra Gimnasia, con gritos de Subiledt e Irazoqui (13 de marzo).

Alvarado culminó como puntero de la zona con 11 unidades, seguido por Compañía de Salto con 10. Ambos se clasificaron para la siguiente ronda, que compartieron con Cipoletti de Río Negro y Deportivo Patagones de Carmen de Patagones.

El 20 de marzo se disputó la primera fecha y Alvarado arrancó con el pie izquierdo: cayó 3-0 contra Cipoletti, en Río Negro. Fue un golpe demasiado duro para un plantel castigado por la falta de pagos y en conflicto permanente. El 27 de marzo, en Mar del Plata, el local perdió 2-1 ante Compañía General. El 2-1 en contra del 3 de abril frente a Deportivo Patagones, de visitante, dejó a Alvarado al borde del abismo. Una mínima esperanza se encendió el 8 de abril, luego de la victoria 2-0 a Cipoletti, con goles de Rudman y Benz. Dice Jaskilioff que “ daba toda la sensación que la empresa le había puesto un freno de mano al equipo porque se querían ir y así el equipo era retocado con algunos jugadores de la Liga local y así mermaba su jerarquía que lo llevó a las derrotas apuntadas “

En Salto, el 15 de abril, sucumbió el Proyecto Alvarado 94. Fue derrota 2-0 y eliminación. En el final hubo un escándalo de piñas y corridas.

Para la última fecha, la mayoría de los futbolistas habían regresado a Capital Federal y fueron los juveniles de Alvarado los que vencieron 1-0 a Patagones con gol del “Pato” Hugo  Subiledt, en un partido que se jugó en el estadio General San Martín.

El anuncio de la eliminación de Alvarado del Torneo Regional 1994.El anuncio de la eliminación de Alvarado del Torneo Regional 1994.

No cobramos un peso, nos estafaron, todo eso es verdad. Pero yo me quedo con el cariño de los hinchas de Alvarado”, le explica Rudman a Clarín desde México. Fue el refuerzo con mejor rendimiento: metió 10 goles en 13 partidos. “Ese buen nivel ayudó para que Menotti, me llevara a Boca”, asegura.

Alvarado del 94 fue como la Selección Argentina del Mundial de España 1982: un equipazo que quedó en la nada“, resume Darío Aranda, autor del blog “Historia del Fútbol Marplatense”.

“Teníamos un equipo bárbaro, aunque estaba destinado a perder”, explica Vicente Cayetano Rodríguez desde Bahía Blanca, donde reside con su compañera Virginia. Tiene 80 años el ex ayudante de Menotti en el Mundial de 1978 y una memoria envidiable.

A nosotros tampoco nos pagaron nada. Recuerdo que hicimos una primera vuelta brillante, pero después la situación se hizo insostenible por las deudas y el malestar de los jugadores. Era más psicólogo que técnico. Me daba no sé qué decirle a los muchachos que salieran a la cancha”, asegura Cayetano.

Y aclara: “Para con la gente de Alvarado solo tengo palabras de agradecimiento. Espero volver para poder saludar a muchos amigos que quedaron allá.”

El fin del sueño

En apenas seis meses, del amor se pasó al espanto y el gerenciamiento de Alvarado quedó en la nada misma. La inversión de 20 millones de dólares nunca llegó y las deudas se acumularon. Telemarket, la empresa que tenía como cabeza del proyecto a Menotti, abandonó la idea del equipo de Mar del Plata incluso antes de que arranque el Torneo Regional: pegaron el portazo cuando le negaron la concesión del estadio mundialista, a fines de diciembre de 1993.

“La de Alvarado de 1994 es la historia de una farsa”, le afirma a Clarín el ex arquero Francisco Rago, Pancho para sus amigos, 64 años y dueño de un lavadero de autos en la ciudad costera. Y cierra sin rodeos: “Me creí lo que me dijeron y nos estafaron a todos: a los que venían de afuera y a los que ya estábamos en el plantel. Creo que ni al colectivero le pagaron. Pero que quede claro que esas personas no defraudaron solo a un equipo de fútbol: defraudaron a toda Mar del Plata”.

Artículo investigado por Maximiliano Uría. Publicado en Diario Clarin digital el 5/9/2020 y actualizado y corregido por golesdemedianoche.com en octubre de 2022