Con De La Fuente y Ruíz en un gran nivel, Quilmes se impuso a Unión 87 a 67 y ratificó su reinado en el barrio. Párrafo aparte para Lugli que se anotó con un histórico triple-doble producto de 14 puntos, 16 rebotes y 14 asistencias. En Unión, Quintero aportó 23 puntos.
Apenas tres cuadras separan las sedes sociales de cada club en la ciudad de Mar del Plata y como si fuera un homenaje a esa exigua distancia que los separa, Quilmes y Unión iniciaron el clásico a puro triple. En dos minutos y monedas se lastimaron con cinco conversiones desde el perímetro para que las emociones estén presentes desde el vamos. En esa vorágine, el dueño de casa pudo hacer pie en defensa y con un De La Fuente resplandeciente, se escapó 19 a 10 en menos de cuatro minutos; y obligó a la banca del Quincho a pedir minuto Parecía que Quilmes podía liquidarlo en ese mismo cuarto, pero Quintero salvó la nave para los de Aquino y dejó a los suyos a cinco por lo que hasta ese momento; fue negocio.
Clásicos son clásicos y la fricción no podía estar ausente. Unión ajustó en el fondo y el equipo de Izarra perdió frescura en la rotación y así, arrancó un partido más estacionado y estudiado. Cerca del final, gracias al buen trabajo de Gómez y Britos Unión llegó a ponerse a dos (39–37) e Izarra respondió con la formación de su infantería titular para contrarrestar la arremetida celeste. Pero no pudo cambiar demasiado y al descanso largo se fueron separados por apenas un doble que favoreció a Quilmes.
El regreso lo tuvo a Tambucci y Quinteros como abanderados de la visita que aprovecharon el envión y Unión pasó al frente por primera vez en la noche por uno: 52 a 51. A partir de ahí el que dijo presente fue el bandido Lugli, que con su habitual manera de jugar en la que suma en todos los rubros, finalmente pudo llegar en su renta personal al triple–doble tan buscado combinando puntos, rebotes y asistencias; y el que más lo disfruto fue Quilmes, que obtuvo una renta considerable en el electrónico y se fue al último descanso arriba 76 a 59.
Unión debía reaccionar inmediatamente si quería conservar alguna chance y así lo hizo. Con Quintero en gran nivel y acompañado por Duncan, el Quincho se puso a nueve (76 a 67) y en el banco local se encendieron las alarmas. Pero en el fragor de la batalla y casi en el mismo momento; Unión perdió a su extranjero por llegar al límite de infracciones y a su figura Quintero por un fuerte calambre; por lo que los nubarrones que percibió el local lentamente empezaron a disiparse. Y así fue que la noche se pobló de estrellas para Quilmes, que volvió a ganar el clásico (6 a 1 en el historial) ante un rival siempre difícil, De La Fuente fue goleador con 26, Lugli obtuvo su tan buscado triple-doble y la ilusión, se renovó en su totalidad.
Informe y fotos: Prensa Quilmes de Mar del Plata