por Valentín Ramallo

Por la fecha 26 de la Zona A de la Primera Nacional, el “Torito” venció 3-0 a la “Academia” cordobesa, por los goles de Tomás Fernández a los 19 minutos del primer tiempo, Oscar Bellinetz de penal a los 6′ del segundo tiempo y Tomás Rambert a los 45′, sobre el final del encuentro.

El conjunto de Jara y Peña, después de mucho tiempo, no dejó dudas y venció a Racing de Córdoba, lastimándolo por el camino que más resultados le dio en el día de hoy: la pelota parada. Así vino el primer tanto del “match”, con un tiro de esquina desde la izquierda de Diego Becker, el arquero que salió a destiempo a cortar el centro, y el cabezazo de Tomás Fernández, que de gran labor sustituyendo a Robledo suspendido por acumulación de amarillas, mandó la pelota al fondo del arco.

En comparación contra Patronato, Alvarado se adelantó unos metros en el campo y atacó con más gente, sobre todo con las subidas de Franco Malagueño por el sector derecho. Tuvo el 2 a 0, tras un mal despeje de la defensa cordobesa: le quedó la pelota a Sánchez que de media vuelta y de zurda remató adentro del área, y Belinetz que no pudo pellizcar ese disparo para que sea el segundo.

Sin embargo, en los últimos instantes del primer acto el Racing de Nueva Italia tuvo dos chances muy claras para empatar. La primera fue un mano a mano entre el “9” Bruno Nasta y Lugarzo, pero un corte providencial de Tomás Fernández impidió que el remate cruzado del goleador tenga destino de gol, y la segunda fue un tiro libre muy peligroso de Nicolás Sánchez, que se fue cerca del ángulo izquierdo del arquero. Previamente a esas dos acciones, avisó el “10” Sánchez en una secuencia muy similar a la de Nasta, pero su definición fue muy defectuosa y la pelota se fue lejos por encima de la traversa.

En los segundos 45′, a diferencia del mencionado último tramo de la primera parte, el “Torito” no sufrió sobresaltos y golpeó nuevamente a su rival con un segundo gol: agarrón de camiseta clarísimo a Ortíz, que quedó con el GPS que mide lo que corren los jugadores al descubierto, penal y definición contundente del goleador Belinetz, que la puso al palo izquierdo del arquero Mattalia.

Tras el 2-0, la visita no tuvo ideas y apenas exigió a Lungarzo con algunos remates de afuera del área, que fue la vía más utilizada ante un equipo como el de Gabriel Gómez bien parado en tres cuartos de cancha hacia atrás, esperando algún error para lanzar el contraataque. En los últimos cinco minutos, Racing acorraló con más actitud que juego al “Torito” en su arco, pero en un tiro de esquina llegó el tercero, de Rambert, que fue el último en tocar la pelota antes de que la misma “bese” la red, para “sacarse la sal” tras veintidós fechas sin convertir, una lesión y bajones futbolísticos. El joven de 20 años lo festejó con lágrimas en los ojos, mientras sus compañeros lo abrazaban.

Partido redondo de Alvarado, que tuvo contundencia como en Paraná, orden táctico y solidez defensiva para justificar la victoria. Para el clásico llega de muy buena manera, quizás mejor de lo que se podía imaginar, teniendo en cuenta las pocas semanas de entrenamiento que tenía el entrenador Gómez pensando en dicho duelo. Pero como dice un viejo dicho del fútbol: “los clásicos son partidos aparte”.

Síntesis

ALVARADO(3): Juan Manuel Lungarzo; Tomás Fernández, Nicolás Ortiz y Lucas Monzón; Franco Malagueño, Nery Leyes, Sebastián Jaurena y Agustín Aleo; Diego Becker; Guillermo Sánchez y Oscar Belinetz. DT: Gabriel Gómez.

RACING DE CÓRDOBA(0): Joaquín Mattalia; Juan Cruz Argüello, Facundo Rivero, Gianfranco Ferrero y Fernando González; José Méndez, Abel Bustos, Alan Olinick y Nicolás Sánchez; Facundo Curuchet y Bruno Nasta. DT: Diego Cochas.

GOLES: 19′ PT Tomas Fernández, 6′ ST Oscar Belinetz, 45′ ST Tomás Rambert.

CAMBIOS: 7’ ST Javier Bayk por Olinick y Lautaro Cerato por Curuchet, 27’ ST Gonzalo Lamardo por Sánchez y Tomás Rambert por Becker, 28’ ST Diego García por Bustos, y 45’ ST Matías Mansilla por Jaurena.

AMONESTACIONES: 1′ ST Alan Olinik, 10′ ST Tomás Rambert.

ARBITRO: Adrián Franklin.

ESTADIO: José María Minella.