El hijo de la leyenda tuvo la mano caliente y Quilmes lo aprovechó para superar al siempre candidato Racing de Chivilcoy por 88 a 74. Los 15 de Barrales y el buen partido de Stucky no alcanzaron para la visita.
Peligro alto voltaje. Así podíamos calificar al juego en la previa en la que el local estrenó a Juan Cruz Izarra como entrenador (Medina dejó el cargo en la semana de común acuerdo con el club) y Racing que en su calidad de candidato llegó a la feliz a poner en juego su invicto de cuatro juegos en el Torneo Clausura.
En ese contexto Quilmes trató de mostrar otra impronta con una defensa zonal y un ataque más dinámico. Fue así que con un De La Fuente protagonista, bien secundado por Brown; se quedó con el parcial por 24 a 17. El elenco chivilcoyano apostó más a un juego individual, con Reinaudi con 5 y Stucky con 4 y 5 rebotes como los más destacados.
Al regreso Racing encontró más temprano que tarde la forma de lastimar a su rival y lo termino de confirmar con un triplazo de Ortiz para igualar en 28. A partir de ahí fue palo a palo. Más allá del resultado en el que ninguno de los dos despegó por más de cuatro puntos, la fricción y el roce estuvieron a flor de piel. En el tricolor Brown siguió como referencia en el poste bajo con 11 unidades mientras que Lugli, manejó los hilos de la mitad de cancha. Racing distribuyó su gol en todos los jugadores que pisaron cancha hasta ese momento, siendo Stucky el que más robusteció su planilla con 9 puntos y 6 rebotes. El final del segundo dejó una tapa de ensueño de Ecker sobre Assum, como así también un triplazo de la foca Peralta para dejar a la visita arriba. 47 a 45 y todo a dirimir al segundo tiempo.
La defensa de Quilmes se mantuvo en guardia en el cambio a individual y le dio réditos a Izarra, ya que su equipo solo permitió 4 puntos en su canasto y arriba la tónica no se modificó sumado al aporte de Ecker. Racing se mantuvo al acecho pero un viento huracanado del “jocker” De La Fuente con tres triples y una falta sobre él tirando desde el perímetro (en la que anotó los 3 simples) elevaron la temperatura del estadio a su máxima expresión. Desde ya que el equipo de D´Ambrosio no se entregó, por lo que la fricción siguió subiendo y en esa lucha Lugli, una de las figuras del local se cargó con cuatro faltas. Diferencia de 10 para Quilmes, importante pero no determinante.
Pero el local supo mantener bajo control a un equipo duro como lo es Racing y le llegó a sacar 16 de distancia. Brown nunca dejó de ser confiable en el poste, Lugli a pesar de estar condicionado por foules hizo su habitual aporte y De La Fuente brilló como en sus mejores noches erigiéndose como el goleador del juego con 22 puntos. Así Quilmes, con nuevo entrenador; se llevó un triunfo memorable para volver a ilusionarse.
Informe y fotos: Prensa Quilmes de Mar del Plata