Todos soñamos y deseamos volver a Tierra Santa. No hay día que los cuervos de ley no fantaseamos con el primer partido, ingresar como lo hacíamos allá lejos y hace tiempo de la mano del viejo, o llevando de la mano al pibe que hoy es un hombre y que en el 2016 recreará aquella postal quincenal de la década del 40 a la del
70 y será ahora él quien llevará a sus hijos de la mano como antes lo hacían con él.
Hay que comprar metros o ahorrar para que en el corto plazo se pueda adquirir la mayor cantidad posible de metros y de esa manera colaborar para que la epopeya de la Subcomisión del Hincha, únicos hacedores de este milagro, se haga realidad. Por más que a veces de la impresión que alguno quisiera adueñarse de este logro histórico que sólo le pertenece a ellos.
Además, con la Vuelta a Boedo también me surge la pregunta: ¿cuál será el nombre del próximo estadio? En el que jugará tanto el San Lorenzo del 2016 como el del 4025 (siempre y cuando que el apocalipsis siga siendo una profecía y no se convirtiera en una realidad) y de la mano de ese interrogante o inquietud me asalta la duda de cuál será el mecanismo por el cual se elegirá la denominación del NUEVO GASOMETRO. Por elección de las autoridades de turno o por elección de los socios. Y aquí me quiero detener luego de analizarlo detenidamente, ya queconsidero que el nombre de la que será nuestra moradadefinitiva debemos elegirla los ¡socios! Debe ser en una votación masiva convocada a tal efecto con las opciones que se propongan con antelación, las cuales poseo la impresión deberían girar en torno a los siguientes nombres: Lorenzo Massa, Pedro Bidegain, Subcomisión del Hincha, Adolfo Res, El Gasómetro, Jacobo Urso, Padre Francisco o Monseñor Jorge Bergoglio y alguno más. Confieso que en lo personal me debato entre LORENZO MASSA Y SUBCOMISION DEL HINCHA. Porque creo que sería el mejor y más merecido homenaje, por la titánica tarea desarrollada ya que se gestó y nació de los hinchas y su Subcomisión, en contraposición a los estadios construidos y solventados por dictaduras o los poderes del Estado de turno (sean nacional, provincial, municipal o de la propia AFA).
Asimismo considero que dicha votación, que bien podríamos llamar consulta popular, debería realizarse con un padrón de socios en el cual se encuentre habilitado a emitir su voto aquel socio de 16 años en adelante con 6 meses de antigüedad como asociado, en fin de hacerla lo más abarcativa y participativa posible.
Debemos comenzar a integrar a la mayor cantidad de socios en la toma de decisiones del club, ya que la participación fortalece el sentido de compromiso y pertenencia a nuestra entidad. Por eso, tal vez, deberíamos extender la herramienta de la consulta popular, la cual en ocasiones puede ser vinculante y en otra no, en la vida institucional de nuestro CASLA. Así fijar, por ejemplo, desde el presupuesto máximo del fútbol en el club para cada año hasta el diseño de las futuras nuevas camisetas o mascotas.
Ojalá que las autoridades escuchen esta propuesta, la cual se las acercaré por escrito, para ir hacia un San Lorenzo: más participativo, más democrático, más de todos y menos de unos. Si lo logramos será la llave maestra que nos abrirá la puerta de un futuro sin los Miele, Savino, Abdo y grupos inversores que supimos conocer.
César Francis
Presidente de Volver a San Lorenzo
*Este pensamiento cuervo estará en la Revista Imperio Azulgrana, que dirige Sergio Mella, se encontrará en los puestos de diarios y revista desde el martes 7 de mayo.