En  medio de la grave crisis social que vive el país trasandino, con la Policía reprimiendo el reclamo de los jóvenes por una Educación Gratutia, en el estadio Nacional  de Santiago de Chile, luego de la ceremonia inaugural de la Copa América de fútbol, hubo “juego”,  por la Zona A, en el que la Selección anfitriona, venció a su similar de Ecuador por 2 a 0 , con algo de “complicidad” del árbitro argentino Néstor Pitana, con la sanción de un penal, por “roce” con la mano a Vidal, que el mismo jugador de la Juventus, transformó en gol. Eduardo Vargas marcó el segundo a falta de 6′ para e lfinal, tras un pase erróneo hacia atrás de un rival.

La crónica del cotejo, aquí, según la mirada del diario La Nación de Chile:

por Luis Godoy:

Cuando antes de los dos minutos Jorge Valdivia le metió un pase entre líneas perfecto a Alexis Sánchez, y éste falló por poco en la definición, no fueron pos los quepensaron que la Roja tendría un debut sencillo ante Ecuador en Copa América.

Más aún cuando sesenta segundos más tarde el mismo tocopillano no pudo ante la salida del golero ecuatoriano Alexander Domínguez. Pero nada más alejado de la realidad. La Roja sufrió y mucho para lograr derrotar 2-0 a Ecuador.
Es que si bien la Roja comenzó bien, con un Valdivia enganchado y conectándose de buena manera con Alexis, al poco andar comenzó a perderse ante la solidez de la zaga ecuatoriana. El estratego nacional Jorge Sampaoli optó por plagar el mediocampo e intentar explotar las bandas para alimentar a un solitario “Niño maravilla”.

Pero en la primera mitad la apuesta del oriundo de Casilda no resultó. Primero porque Arturo Vidal sintió molestias en el trabajo previo y no logró reeditar a plenitud el nivel mostrado en la Juventus, Charles Aránguiz no fue el hombre participativo de otros encuentros y Marcelo Díaz, el llamado a ser el cerebro del equipo nacional fue un fiasco.

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Sampaoli, en una muestra más de su tozudez, volvió a insistir con el hombre del Hamburgo pese a su poca continuidad en el elenco alemán y al mal partido  que realizó ante El Salvador, y Díaz no logró responderle.

Errático con la pelota en los pies, sin movimientos frescos yprácticamente nunca logró llevar peligro al área rival.

Y por la bandas la apuesta tampoco funcionó, pues si bien Mauricio Isla ganó línea de fondo en un par de oportunidades, y hasta se animó a rematar al arco, sus intentonas no pasaron de eso. A su vez, por el sector Izquierdo Jean Beausejour nunca pudocon la velocidad y poderío físico de Juan Carlos Paredes.

Para colmo la zaga nacional sufría con la velocidad de Jefferson Montero (el mejor de Ecuador). El “Tri” enfriaba el partido, lo llevaba a su ritmo con la complicidad de un equipo chileno que no encontraba las ideas y con un Alexis Sánchez que sufría en la soledad del ataque chileno.


Sampaoli se la jugó por una modificación táctica, dejando definitivamente de lado el fútbol vertiginoso
que tantos réditos le trajo, y no le resultó.

Por eso en el complementó intentó cambiar. Dispuso el ingreso de Eduardo Vargas para intentar entregarle más compañía al tocopillano, pero su movida tampoco resultó. Díaz no estuvo a la altura, no ayudaba a Valdivia en la creación (ni en la recuperación pese a que se retrasó pocos metros sobre los centrales), pero seguía en la cancha relegando a la banca a David Pizarro, quien sólo ingresó en los minutos finales.

La impotencia de los jugadores nacionales comenzó a aparecer y con ello los intentos de “salvar” al equipo personalmente. Alexis intentó hacerlo así. Encaró buscó y enganchó hasta el hastío, pero nunca pudo superar la férrea marca.

El nerviosimo entre los 45 mil asistentes cundía, y más aún cuando los ecuatorianos demoraban todas y cada una de las acciones. La tensión se sentía en el aire.

Y cuando a los hinchas ya no le quedaban uñas, y cuando Chile no encontraba respuestas,Bolaños bajó tontamente a Arturo Vidal y el juez no dudó en cobrar la pena máxima, penal que el mismo Vidal cambió por gol a los 67’.

Una diana de liberación. Sí, porque en el partido más bajo de la Roja en los últimos tiempos, el Combinado nacional logró sacar la tarea adelante, se sacó la presión del debut, del primer partido y de dar el primer paso a los cuartos de final.

Pero la Roja siguió sufriendo, las ganas de Alexis no bastaban y en el fondo el travesaño vino en auxilio del arco nacional. Pero la liberación fue completa a los 84’, cuando un error en la salida ecuatoriana le permitió a Sánchez encarar hasta dejar solo a Eduardo Vargas, quien definió bien y puso el segundo. El triunfo estaba asegurado.

Sin embargo, la Roja tiene que mejorar, y mucho, si quiere por fin abandonar el ignominioso sitial de equipo que no ha ganado nunca la Copa América, pues jugando así se ve complicado pasar más allá de los cuartos. Hoy, lo único bueno fueron los tres puntos