Publica el diario La Capital de Rosario que
Central ganó su tercer clásico de manera consecutiva frente a Newell’s. Fue un 2 a 0 claro, contundente, con algunos puntos futbolísticos altos, con un planteo inteligente y sostenido. Hay fiesta en gran parte de la ciudad. Hay tela para cortar por un buen tiempo en la Rosario futbolera. Hubo un Central que lo planteó bien y un Newell’s que no supo nunca cómo revertirlo. Hubo expulsiones. Hubo goles. De todo. Si no, no sería un clásico
Alguien o algo lo tenía que destrabar. Esta nueva edición del clásico amaneció enredado, con actores temerosos y dubitativos, con mucho revoleo de pelota y con poco de fútbol.
Central presionó desde el vamos para intentar ahogar la salida de Newell’s y la visita intentaba hacer pie. Fueron apenas un puñado de minutos. Central empezó a ceder la iniciativa y a apostar a la contra. Newell’s hacía gala de un dominio esteril de la pelota porque no encontraba profundidad. Recién a los 8′ tuvo una aproximaciòn interesante pero Delgado se encargó de neutralziar el remate de Tevez.
Central fue Becker al principio porque Encina no aparecía y los pelotazos para Abreu o el siempre inquietante Niell eran la clave para atacar. El medio se paraba bien y la defensa lucía ordenada sobrfe todo del lado de Delgado, por donde la visita intentaba más.
Newell’s no encontraba a Bernardi, no aparecía Maxi, Tevez perdía por su sector y Scocco parecía desconectado. Las salidas desde el fondo de Coty Fernández con mucho espacio no encontraban correlato en buenos destinos de pelota.
Pero a los 28′, cuando parecía que el tono mediocre en el que estaba sumido el partido tenía ese mismo destino hasta el final, Ferrari tiró un pase medido a la cabeza de Niell -que le ganó en el anticipo a Fernández- que desorientó a un Ustari que la vio entrar junto a su palo derecho. Delirio en Arroyito