Boca Juniors derrotó con gol de Monzón a Tigre en la Bombonera de Buenos Aires, y de este modo, a falta de una fecha para el final del campeonato conocido como “el de 30 equipos”, se consagró campeón ( foto en el Monumento a San Martín en Mar del Plata )
Aún perdiendo hubiese lograd oel lauro, puesto que Banfield dió cuenta de Rosario Central por 2 a 0 mientras que San Lorenzo, le arrebató a los rosarino el sub campeonato, venciendo a Temperley por 2 a 0.
Muchos inconvenientes generó la forma de “dar puerta” que eligieron las autoridades xeneizes. Con el mensaje de “entrarán por orden de llegada”, muchísima gente enardecida, porque con su ticket en la mano, quedó afuera de la fiesta, ya que hubo un gran desorden con simpatizantes que saltaban molinetes, mal control policial, y así y todo, se jugó el encuentro, sin lamentar heridos, al menos.
Carlos Tevez como estandarte, la gran pegada de Nicolás Lodeiro y un cabezazo fulminante de Fabián Monzón tras un córner, le alcanzaron al “Xeneize” para celebrar en una Bombonera que estalló de alegría. Ese gol del lateral izquierdo le permitió festejar a todos y a su equipo dominar con tranquilidad el encuentro.
Es que Boca dependía de sí mismo para lograr el título y cumplió a la perfección con su misión. Fue más que el “Matador” y aprovechó el estadio colmado para soltarse y dominar el partido más allá de lo que pasba con Central y San Lorenzo (los perseguidores que esperban su derrota para estirar la definición).
Pero Tigre fue poco y nada. Boca casi no pasó sustos y así controló el duelo, con la ventaja mínima. De hecho, Tevez, Lodeiro y el mismo Jonathan Calleri tuvieron serias chances para estirar la ventaja y convertir todo en goleada. Pero no fue necesario.
El destino del “Xeneize” ya estaba escrito y decía que hoy, a falta de una fecha para el cierre del campeonato, el equipo de Rodolfo Arruabarrena gritaría campeón acompañado de su gente emocionada.
EL DESCONTROL EN LA BOMBONERA
BUENOS AIRES.- Descontrol, anarquía, inseguridad e indignación fue el oscuro combo que vivieron los simpatizantes de Boca en el caótico ingreso a La Bombonera, donde se quedaron afuera muchos socios con derecho de acceso y entraron quienes vulneraron los controles. “Mi hija iba a ir, pero no va. Hay lío para entrar”, daba cuenta un vecino de Barracas, muy cerca del primer vallado cuando faltaban aún dos horas para el comienzo del partido.
La dirigencia del “xeneize” dispuso que el ingreso de los socios fuera por orden de llegada lo que generó una multitudinaria afluencia en las inmediaciones del estadio. Pasadas las 16.30, una hora y media antes del comienzo, empezaron a ingresar hinchas sin mostrar su entrada, saltando un alambrado que da las plateas del estadio. La policía llegó tarde a cada sector que fue vulnerado.
“Este es mi lugar y de nadie más, pague 6.000 pesos a principios de año y no me dejan entrar”, dijo desesperado un socio que mostraba su carnet habilitante. “Soy vitalicio y me dicen que no puedo entrar”, lamentó un hombre mayor .
Encima se supo que el único sector con portón abierto era por las calles Irala y Palos y allí fue la masa de hinchas, saltando vallas por izquierda y derecha. La policía volvió a llegar tarde y atinó a sacar poco menos de un centenar de hinchas que transitaban ya por la zona del estacionamiento, donde hubo otras corridas, aunque esta vez hacia afuera del estadio y no hacia adentro, como se habían sucedido anteriormente, mientras los socios habilitados miraban frustrados desde lejos.
Por otra parte, la directiva “xeneize” radicó una denuncia en la Comisaría 24 contra la “barra” disidente que lidera Cristian “Fido” Debaux, ante la sospecha de que ingresaron artefactos de pirotecnia con la misión de suspender el partido. Ese grupo de “La 12”, compuesto por unos 300 hinchas aproximadamente, se ubicó en la tribuna media de la cabecera más próxima al Riachuelo, enfrentado a la barra oficial que comandan Rafael Di Zeo y Mauro Martín. (DyN-Télam)