En Formosa, se impuso por 3-1 desde los once metros con el arquero suplente Sánchez como figura; antes, Lucchetti le atajó un penal a Camacho
Rosario Central no pudo en los noventa minutos, lapso en el que incluso falló un penal, y Atlético Tucumán se adueñó en los penales de la primera semifinal de la Copa Argentina, en el estadio Antonio Romero de la ciudad de Formosa. El Decano ya está en la final y también puede clasificarse a la Copa Libertadores si River le gana el otro cruce a Deportivo Morón.
Central, que jugó -y perdió- las tres últimas finales de la Copa Argentina, volvió a quedarse con las manos vacías. En 2014 cayó ante Huracán en la definición por penales; en 2015, 2-1 contra Boca Juniors con un polémico arbitraje de Diego Ceballos; y el año pasado, lo venció River Plate en un dramático y emotivo encuentro. Esta derrota marcó la salida del entrenador Paolo Montero; el curso del DT, de discreta campaña en la Superliga, había quedado sellado a la suerte canalla en la Copa Argentina.
En los 90 minutos, Central tuvo su oportunidad con un penal que Cristian Lucchetti le atajó al uruguayo Washington Camacho. Después, el histórico arquero del Decano salió por lesión y Alejandro Sánchez ocupó su lugar para los penales y se vistió de héroe al atajar los remates del Ruso Diegóo Rodríguez y de Mauricio Martínez; Marco Ruben pateó muy alto su remate y Federico Carrizo anotó el único tanto rosarino. Del lado tucumano convirtieron Barbona, Grahl y Favio Alvarez.