Tras conquistar la Copa Sudamericana, el DT hizo público su deseo de no continuar al mando de Independiente por cuestiones extra deportivas y para cuidar la integridad de su familia.
Ariel Holan se despidió hoy como entrenador de Independiente, una semana después de haberse consagrado campeón de la Copa Sudamericana, a través de una carta que dirigió a los hinchas del club y en la que reveló que las amenazas recibidas de parte de los barra bravas fueron el detonante para tomar la decisión.
Holan comunicó su decisión a través de una carta que publicó en su cuenta de la red social twitter dirigida a los hinchas del club en la que explicó los motivos de su salida, justo en una jornada en la que tenía previsto reunirse con el presidente de la institución, Hugo Moyano, para tratar el tema de su continuidad, ya que el contrato vencía el 31 de diciembre próximo.
“Quiero dejar libre al presidente para que pueda continuar con la recuperación institucional iniciada, y dar un paso al costado. Es una decisión muy difícil la que he tomado, lo hice racionalmente en el seno familiar y es indeclinable”, publicó Holan, de 57 años, quien había llegado al club de Avellaneda el 29 de diciembre de 2016 y había firmado un contrato por un año.
“Mi amor por Independiente, que ustedes conocen bien, es genuino y dejar ese puesto que tanto soñé durante más de 30 años es la decisión más difícil de mi vida. Pero debo hacerlo por el bien de todos”, añadió el DT.
“Mi salida se debe a situaciones extra deportivas que se interpusieron. Todas tomaron estado público y están bajo proceso penal; por primera vez en mi vida, la integridad física de mi familia, o de algunos de mis colaboradores y la mía propia estuvo en gran riesgo”, reveló Holan, en alusión al incidente que protagonizó tiempo atrás con Pablo Bebote Álvarez, el barrabrava preso en la actualidad.
“Tengo la intención de descomprimir al Club de una imagen que no le hace bien: es inconcebible que el DT y su familia tengan que movilizarse con custodia policial por todos lados, día y noche. Se trató de una situación que no estoy dispuesto a tolerar ni a convivir y creo que ningún trabajador del fútbol debe aceptar. La esencia del deporte es la pasión con respeto y no como pantalla para delinquir”, añadió Holan.
Finalmente, el entrenador enfatizó que “en las últimas horas se han tejido diferentes telarañas y elaborado teorías que no dedicaré tiempo a refutar ni a contestar, ni tampoco me dedicaré a ensuciar y mucho menos a desprestigiar gente que estuvo bajo mi conducción; asumo el liderazgo sin tapujos ni excusas”, concluyó, en alusión a la información que surgió acerca de que se había peleado con el preparador físico Alejandro Kohan.