La selección, ya campeona del Súper 4, cerró sus amistosos en Argentina con una gran victoria sobre Francia. Gran nivel del equipo por muchos momentos.

Con el título del Súper 4 ganado en el segundo partido, Argentina cerraba su serie de amistosos antes de la gran cita del año, los Juegos Olímpicos, ante una Francia que llegó a Francia sin Parker y con baja energía y se fue de la misma manera. Argentina tampoco mostró mucha intensidad, y por eso salió un partido chato, que terminó ganando por 86-79 con algo de suspenso sobre el final y con Delfino como figura destacada (15 puntos con 5/6 en triples).

Además de Delfino, la selección tuvo otros puntos muy importantes como Laprovittola (13 puntos y 8 asistencias), Ginóbili (15 tantos) y Garino (10 unidades). La historia, cuando se había complicado, la sentenció Deck con una bomba.

El comienzo argentino fue de alta eficacia. Dos triples de Ginóbili dieron vuelta una resultado adverso inicial para pasar al frente 18-10, con buenos bloqueos, circulación de balón y tiros abiertos. De todos modos, desde el minuto uno quedó en claro que era el último amistoso de ambos antes de Río, ciudad en la que arribarán mañana, para poner la cabeza ya en los Juegos.

Era un partido de entrenamiento, con poca (y lógica), agresividad. A esta altura, uno por la cantidad de buenos partidos previos (Argentina) y otro porque viene ya junto desde el Repechaje (Francia), solo quieren que empiecen los Juegos Olímpicos. El 21-14 del primer cuarto fue en sintonía con eso, con mucha rotación, descanso de los más veteranos, y primera acción de Garino en el Orfeo tras su viaje a Estados Unidos para fichar por los Spurs.

En ese esquema, los dos entrenadores aprovecharon para darle minutos a la segunda escuadra, sobre todo Hernández, que dejó mucho tiempo a Brussino, Mainoldi, Delfino y Delía. Un partido para hacer lo que corresponde a 6 días del debut en los Juegos, el domingo ante Nigeria. Después de sacar una máxima de 13, Argentina se fue al descanso largo 7 arriba, 46-39.

Argentina se pegó una larga siesta en el arranque del tercer cuarto, sufriendo un parcial de 12-0 en contra (18-0 si contamos el cierre del segundo período), con evidentes signos de cansancio, más mental que físico. Un par de triples oportunos de Manu y de Chapu, al menos, frenaron la desventaja que aumentaba y emparejaron el juego, chato por ambos lados. Argentina mantuvo la ventaja por la mano intacta de Delfino y porque Francia no aprovechó su ventaja física a partir de la presencia de Nocioni, que no había entrado en los dos primeros cuartos.

A los 10 finales se entró con Argentina al frente 63-60 y mostró otra vez un buen nivel con su equipo alternativo, sobre todo con Delfino, clave con el tiro, y con una media cancha muy activa, con Lapro y Garino. Así sacó 8 (74-66), en su mejor pasaje del partido.

Y la selección sostuvo ese rendimiento, con pasajes de lujo y desorientando a los franceses para aprovechar ese momento. Manu entró restando 4m34s del final para jugar sus últimos minutos con la selección en suelo argentino. El equipo aguantó una buena distancia de diez unidades, y aunque Francia apretó y lo cerró por menor diferencia (86-79), la realidad demostró que la selección bajó un poco el acelerador sobre el ocaso del juego pero lo terminó destrabando con un triple de Deck.

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