Alvarado ascendió al Nacional B de fútbol cuando ganaba por 1 a 0 y “abandono” de su rival, San Jorge de Tucumán. El gol lo anotó Emiliano López a los 46 minutos de la primera etapa y a los 4’del complemento, el plantel tucumano decidió hacer una “sentada” en su campo de juego como protesta al arbitraje de Franklin, cuando tenían 9 hombres en el terreno de juego por expulsiones ( imagen del gol, tras el rebote en el arquero, del “Colo” López, en foto de Iñaki Alfieri)

Luego, se desató la fiesta en las tribunas con 22 mil personas en las gradas que continuó por las calles de la ciudad, desembocando en el Monumento a San Martín, primero, y en la sede de Jara y Peña, después.

La mezcla de euforia y desazón ; de pena y efervescencia; de impotencia y emoción atragantada. El plantel de Alvarado y el público presente merecía otro tipo de desenlace. A Alvarado le espera la B Nacional, tantas veces postergada a San Jorge de Tucumán, seguramente una desafiliación.

El artículo 106, inciso C del Reglamento de Transgresiones y penas de la AFA es muy claro:  “Pérdida del partido, por abandono del terreno uno de los equipos… ”

En cuanto al desarrollo del juego, hubo razones para el enojo y fastidio del equipo visitante. Un san Jorge que ingresó al campo ya predispuesto contra el árbitro, porque en la semana, habían expresado su descontento con la designación, de un árbitro que les había perjudicado en su encuentro por el Pentagonal, ante Estudiantes de Río Cuarto ( TODOS fueron despojados contra el mismo rival) por no sancionarles – según ellos – 4 penales en los 90′.

Un Federal A sospechado en todo su desarrollo. Fundamentalmente del Pentagonal en adelante. La renuncia de Gustavo Bassi, titular del Colegio de árbitros del Consejo Federal, debiera imponerse. Ha sido bochornoso el certamen en el que si, los dirigentes de los clubes perjudicados, se quejaron airadamente de los padecido, recibían como “castigo”, ser dirigidos por uno de los 8 referees más sospechados del último lustro, no solo de soborno, sino también de responder a “sus mandos naturales”, los que, levantaban o bajaban el pulgar, a lo Nerón,  dirigidos por decisiones tomadas de más arriba en la AFA, en ese perverso sistema de premios y castigos.  Estamos diciendo que Alvarado “arregló¨la Final ?  De ninguna manera. Estamos diciendo que todo huele a podrido en la “casa mayor del fútbol”, y que , “tierra adentro”, es peor. Que Alvarado tuvo un plantel digno del ascenso. Que de los que quedaban en carrera a la Afa le pareció el más “simpático”, o el más redituable en recaudación. o uno de los más damnificados por arbitrajes anteriores, y les “debían” resarcirse, entonces mandaron al Minella a uno de “sus hombres”  Desde el poder de Toviggino, y del Colegio de árbitros, que hacen que todo esté en duda hace tiempo., Desde Julio Grondona al presente, en ese aspecto, nada cambió. Ni los vetustos estatutos, que aún permiten que al presidente del CF lo elija ÚNICAMENTE el Presidente de AFA.  Sí ! No hay una elección democrática de los presidentes de las 212 Ligas de Fútbol del país.

Qué hizo de evidente Franklin, si el gol fue lícito (no hubo off – side en ninguno de los protagonistas del tanto) y los expulsados evidenciaron cometer infracciones pasibles de sanción ?  Lo que hacen los árbitros como Franklin: inclinar la cancha con las pelotas divididas; los hombro contra hombro verlos foul; los manotazos cortando acciones sancionarlas según la camiseta. Una cosa es un error en un partido, y otra “manejar” el juego a su antojo. Encima, el plantel y cuerpo técnico de San Jorge llegó al estadio marplatense pensando en que lo iban a perjudicar y a la primera duda, ya al minuto, le iban de a 3 jugadores a protestar. San Jorge llegó a Mar del Plata, a NO JUGAR. Lamentable porque tenía con qué hacerlo. Es verdad que ya estaban 9 vs 11. La heroica la había hecho Independiente de Avellaneda en le Nacional ’77 definido en enero del ’78: 8 vs 11 y derrotó a Talleres, con amago a abandonar la cancha, pocos minutos antes. Ellos sintieron que hoy era otra historia. Nada deportiv a la actitud. Hubiesen buscado que le expulsen 3 jugadores más y el reglamento hubiera suspendido el cotejo. Eligieron la peor manera de protestar. La forma de “aguarle” parcialmente los festejos.

Hubo solo un tiempo jugado. En ese lapso, dentro de la paridad inicial, Alvarado fue un poco más que su rival. Alvarado salió a jugar la final como un verdadero campeón. Francisco Molina fue la llave. Fue el desequilibrante. Bocci el  respaldo. Bonetto eficaz y picante y un “Colo” López punzante. Con Matías Caro solidario y “pisador” del área rival, y como siempre, la dupla Quilez Herner, casi infranqueable.   El DT Mauricio Giganti se ganó un Gigante lugar en la historia de este club, como todo el plantel y su cuerpo técnico, como la Comisión Directiva encabezada por Wenceslao Méndez y por su vice primero Diego Lommi, con la historia reciente de Mirón-Montes- Moyano.

ALVARADO LLEGÓ AL NACIONAL B, SIENDO EL PRIMER CLUB MARPLATENSE EN LOGRAR UN ASCENSO EN CARÁCTER DE LOCAL, merecía otro tipo de pitazo final.