El empate de Argelia – Rusia 1 a 1 y Bélgica 1 Japón 0 determinó el cruce en octavos de final entre Argelia ( por primera vez en su historia en esta instancia) enfrentará nada menos que al candidato al título: Alemania.
Mientras que Bélgica, con
puntaje ideal (9 puntos) lo harå ante Estados Unidos.
Pablo Egea, escribió en Marca de España que Rusia puso punto y final a su participación en la
copa del mundo de Brasil y debe comenzar a pensar en la cita de 2018, cuando ejercerá de anfitriona. Capello aseguró días atrás que el torneo servía para preparar el campeonato de dentro de cuatro años y no fue capaz de acceder a los octavos de final tras empatar ante Argelia en Curitiba. El fútbol pobre de los pupilos del técnico italiano contrastó con la ambición de unos africanos que hacen historia al pasar por primera vez a los octavos de final.
De poco le sirvió a Rusia que Kokorin marcara uno de los goles del Mundial a los seis minutos de partido. Akinfeev echó por tierra la obra de arte de su compañero con una mala salida y permitió que Sulimani igualara el partido y diera el pase a los africanos hasta los octavos de final.
Con un tanto en el primer tramo del choque, Rusia se limitó a guardar la ropay evitar que los argelinos pudieran dar la vuelta al marcador. Hasta el descanso lo lograron y a pesar de que por momentos el esférico era para los ‘zorros del desierto’, lo cierto es que los hombres de Capello apenas pasaron apuros. Los primeros 45 minutos fueron para echar la siesta. Para evitarlos y sumarlos a la lista de trabajos del entrenador transalpino.
El segundo acto comenzó con argumentos similares, pero el guardameta ruso quiso levantar a los numerosos aficionados que se dieron cita en las gradas del Arena Baixada de Curitiba. Un centro al corazón del área no lo supo despejar el portero europeo y permitió que Sulimani rematara casi a placer y mandar el balón al fondo de la red.
Por debajo en el electrónico y con un fútbol lento, de escasa triangulación y con menos profundidad, Fabio Capello puso sobre el terreno de juego al intermitente Dzagoev. Su entrada tuvo efectos inmediatos, pero Kerzhakov no logró superar a M’Bohli con un potente chut cruzado.
Con las urgencias para el bando ruso empezó la batalla en el centro del campo. Halilhodzic puso en el verde a Yebda por su compañero de equipo Brahimi. El futbolista del Granada trató de cortar las genialidades de Dzagoev, Denisov y compañía con cierto éxito.
Los últimos minutos se hicieron eternos para los africanos. La solidaridad defensiva, la intesidad sobre el verde, la obligación a que los puntas rivales jugaran de espaldas y la capacidad para cerrar todos los espacios posibles se impusieron a una Rusia que no tuvo las ideas claras cuando contaba con el cuero en su poder. Muchos pases atrás en los momentos que tenían que mirar a la portería de M’Bohli y una alarmante falta de precisión a la hora de colgar el cuero sobre el área rival fueron losas demasiado pesadas para los de Capello.
Finalmente, con una Rusia sin fuerzas y con una Argelia capacitada para sufrir y entrar en la historia del fútbol, los argelinos pudieron celebrar el pase a los octavos de final, donde les espera una de las favoritas, Alemania.