La mirada del colega y amigo Néstor Clivati del diario La Opinión de Rafaela, es oportuna para entender, cómo se ve, al “oeste”  del país, el cotejo entre Atlético 2 Aldosivi 1 de este viernes:

Hay que mirar sólo el resultado. De lo que sucedió ayer por la tarde en el “Monumental” hay que resaltar sólo el 2 a 1 de Atlético de Rafaela ante Aldosivi, tan necesario como costoso. Y hablar del empuje de su gente, que siempre está. Si entramos en las profundidades de las valoraciones, de los gustos y las pretensiones románticas, no vamos a sacar de la mediocridad habitual a la “Crema”, que ayer jugó con los dientes apretados, como una final ante un rival de escaso nivel.
Pero en tren de relucir lo positivo hay que decir que el equipo de Leonardo Astrada, que consigue con estas tres unidades mejorar las magras estadísticas y sumar argumentos para convencer a sus dirigidos, mereció lo conseguido. Por no haber sufrido casi ataques, por la seriedad de Bastía, por la permanente intención de juego de sus dos enlaces y por el despliegue de todos.
Dentro de un encuentro técnicamente mal jugado, siempre fue Atlético el que más generó. Así y todo sufrió un duro golpe producto de la impericia de su zaga, que es sin dudas lo más flojo que hemos visto de mucho tiempo a esta parte. Aquí hay que reconocer que si no aparecía el zurdazo del “Malevo” quizás ahora estaríamos hablando de otro escándalo.
Lo cierto es que Aldosivi anotó el 1 a 0 con una doble pifia de Martínez: primero cerrando grotescamente sobre un lateral y luego, en un córner posterior, dejándole la bola a Miracco para que defina con comodidad.
Sólo 3 minutos después Atlético empató con Ferreyra, que la cruzó desde afuera del área para meterla contra el palo y apagar los incendios que se preparaban en la tribuna de Víctor Manuel.
En el segundo tiempo, poco, pero siempre más ávido Atlético. Así llegó el 2 a 1, por insistentes nomás. Ante la poca (o nula) profundidad Serrano se mandó al área, de derecha a izquierda. Entre Morales y Marino gestionaron por izquierda (el equipo siempre necesitó de más piernas que las aconsejables para conseguir volumen) y le hicieron llegar la pelota a Walter, que giró y remató hacia adentro. León, en su afán por bloquear, la desvió y le convirtió a Campodónico el tercer gol en contra en los últimos 3 juegos.
Supimos que allí el partido había terminado. Básicamente porque Aldosivi nunca tuvo con qué generar peligro. Entre las dificultades de los experimentados (Vildozo, Lugüercio, Menzeguez, Lagos) y la inconsistencia de los jóvenes (Miracco, Rosales, Rivero) el equipo de Quiróz no pudo empatar ni con 2 hombres más. Barboza y, más tarde, Serrano golpearon por estresados y le dieron al triunfo un marco épico.
Ganó Atlético. ¿Importa algo más? Hoy no. Mañana, seguramente, seguiremos con el análisis responsable, ese que dirá que jugando así la mejoría no es sustentable. Pero, como dice el “Nano” Serrat, de vez en cuando la vida nos besa en la boca.