Nadie más que los jugadores, el cuerpo técnico, la dirigencia y toda la gente que colabora con el club, quería y merecía más esta alegría. Porque pasó un poco más de un año y tres meses de la última victoria, porque fueron 14 meses, porque hubo mucho trabajo, mucho esfuerzo que no se lograba cristalizar en el resultado. Y ese día llegó, con una buena actuación colectiva, con puntos altos individuales pero, sobre todo, un equipo que funcionó como tal, dejó hasta la última gota de sudor para cuidar la ventaja y festejó con el pitazo final para el 1 a 0 sobre Villa Mitre de Bahía Blanca, por la novena fecha de la Zona 1 del Torneo Federal A. (Fotos: Martín Angelini)
Además de lo que indica el marcador, el “Papero” también cambió la cara. Concentrado, metido, decidido, los de Gustavo Noto sabían que era la oportunidad de salir adelante, que la derrota contra Ferro de Pico pudo ser tocar fondo y eligieron levantarse, pelear con sus armas y lograr el objetivo. Y no fue todo lucha, porque Círculo jugó bien en muchos pasajes del partido, tuvo el control de la pelota, supo atacar por las bandas con Reali (el mejor de la tarde) y Ullúa, porque Pájaro y Rodríguez se adueñaron de la mitad de la cancha, los centrales sufrieron en la larga y se hicieron enormes en la corta y en el juego aéreo para desactivar los mil y un centros de la visita.
Cuando llegó 1 a 0 al entretiempo, el local supo que tenía la mitad del objetivo cumplido, pero faltaban 45′ más. En esa etapa inicial, fue superior, complicó con ataques profundos y casi no pasó sobresaltos, salvo un cabezazo que se fue cerca del palo izquierdo y un remate desde la medialuna que besó el derecho de Lucio Chiappero que debutó con seguridad. A esa altura, ya estaba en ventaja gracias al gol de Ever Ullúa, que aprovechó un rechazo corto del arquero Tavoliere luego de un centro de Reali que se le cerró, controló y definió bajo al ras del piso.
Lejos de conformarse, la actitud se redobló en el complemento, primero jugando lo más lejos posible de Chiappero y cuando hubo que aguantar, metiendo la pierna y trabando con la cabeza de ser necesario para alejar el peligro. De todas manera, hubo ocasiones para liquidarlo: un remate de Charra luego de que peinara Nasif en el arranque y un mano a mano de Vértiz, sobre el final, fueron ahogados por las buenas respuestas de Tavoliere. Del otro lado, casi todo fue por arriba, Mungo acumuló gente grande en ataque, no tuvo claridad en la elaboración pero metió permanentemente la pelota en el área. Casi siempre pudieron el arquero y los centrales, pero en las que no apareció alguien para despejar, una vez Pájaro cuando llegaban a empujar por el segundo palo, otra vez Vértiz sacando sobre la línea con el pecho, y después cualquiera que se tiró con todo para impedir remates limpios en el borde del área chica.
El pitazo final significó el festejo por un triunfo que vale más que tres puntos. Que es el cierre de una mala racha, que deja atrás este año y tres meses de la última victoria (13 de marzo de 2020), que termina con los 14 encuentros sin ganar, que es el premio y el desahogo para un equipo que pudo plasmar en la cancha el esfuerzo y el trabajo en una categoría muy difícil.
Síntesis
Círculo Deportivo (1): Lucio Chiappero; Gabriel Charra, Juan Manuel Zarza y Facundo Nasif; Enzo Vértiz, Nahuel Pájaro, Ramiro Garay, Ramiro Rodríguez y Matías Reali; Ever Ullúa y Jonatan Benedetti. DT: Gustavo Noto.
Cambios: ST 24′ Enzo Astiz por Benedetti, 27′ Bruno Vedda por Garay y 40′ Rodrigo Núñez por Ullúa.
Villa Mitre (Bahía Blanca) (0): Facundo Tavoliere; Federico Tanner, Facundo Laumann, Nicolás Del Greco y Juan Elordi; Fabián Dauwalder, Alfredo Ramírez, Leonardo López y Enzo González; Alejo Distaulo y Carlos Herrera. DT: Carlos Mungo.
Cambios: ST 0′ Iván Escobares por Tanner, 18′ Alan Nungeser por González y 27′ Maximiliano Herrera por López.
Goles: PT 26′ Ullúa (CD)
Árbitro: Franco Morón (General Pico).
Estadio: Guillermo Trama.