AGASAJO A JORGE OLGUÍN EN MAR DEL PLATA

Impulsado por el Concejal Cristian Azcona, el viernes a las 10.30, se realizará en el recinto de sesiones del Honorable Concejo Deliberante del segundo piso del Palacio Municipal (Hipólito Irigoyen 1627), un homenaje a Jorge Mario Olguín, a 50 años de su debut en la Primera División en Alvarado, del único jugador surgido de la Liga Marplatense de Fútbol campeón del mundo con la Selección Argentina.

Un hijo de la casa. Olguín llegó de chico a las divisiones inferiores de Alvarado y con sólo 14 años, hizo su debut en la Primera División del “torito”, demostró sus enormes condiciones y un año más tarde se lo llevó San Lorenzo de Almagro para dar el salto al fútbol grande, que luego lo puso en lo más alto de la historia al levantar la Copa del Mundo en el Mundial de 1978. Su carrera fue in crescendo, jugó en Independiente y Argentinos Juniors, donde también obtuvo títulos, resaltando la Copa Libertadores que obtuvo con el “Bicho” de la Paternal, que lo llevó a jugar la recordada final Intercontinental ante Juventus en 1985.

Pero el punto máximo de la carrera del dolorense, se dio en 1978, cuando levantó la Copa del Mundo en el estadio Monumental con la Selección Argentina de César Luis Menotti. Olguin era el lateral derecho del equipo que tenía como figuras más destacadas a Mario Alberto Kempes, Daniel Passarella y Ubaldo Matildo Fillol. Además, jugó el Mundial de España 1982.

En una deuda que tenía la ciudad con él, el viernes a las 10.30, en el Recinto de Sesiones del HCD, el Concejal Cristian Azcona otorgará la distinción Deportista Insigne al exfutbolista Jorge Mario Olguín, por su destacada trayectoria, a 50 años de su debut en la Primera División de Alvarado.

Allí, el club dirá presente y estará acompañando a un jugador surgido de sus categorías formativas que llegó a lo más alto, convirtiéndose en el único que salió del fútbol local y llegó a la cima al consagrarse campeón mundial. Invitamos a los medios de comunicación y el público en general, para brindar este homenaje en vida a alguien que se lo merece por una impecable trayectoria deportiva.