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Una entrevista para pensar el periodismo y el deporte

Ezequiel Fernández Moores acaba de ser distinguido como Personalidad Destacada en el Ámbito del Deporte por la Legislatura porteña, en un acto de emociones potentes en el que compañeros, familiares y amigos de la vida entera coincidieron en asegurar que el reconocimiento es justo, pero que era una persona y, en particular, un periodista destacado o destacadísimo desde hace mucho tiempo. Dueño de una calidad narrativa siempre en expansión y de una pasión irrenunciable por contar historias desde el deporte pero no sólo del deporte, este cronista de múltiples redacciones supo contar en las últimas décadas la trama dura y con frecuencia encubierta que enlaza a factores de poder duros y bravos con el mundo de las canchas. Observador singular de lo que provocó y provoca el deporte y analista agudo de las prácticas dominantes del periodismo dedicado al deporte, posee, acaso por su ejercicio laboral de mucho años en las agencias de noticias -Noticias Argentinas, Diarios y Noticias, ANSA- una capacidad evidente de abordar grandes temas con una síntesis y una precisión especiales. De algunos de esos temas, y siempre con esa síntesis y esa precisión, conversó con 11wsports.com:

-¿Qué te estimula a escribir sobre la realidad con el deporte como eje? ¿Cuál es el motor para que hagas lo que hacés?

-Porque siempre, y cada vez más, vi al deporte como un escenario de vida. En el bien y el mal. Creo que muchas acciones humanas se reflejan de modo brutal en el deporte, mucho más que en otros escenarios. Y ese muestrario de emociones nos permite encontrar y buscar buenas historias.

-Jorge Valdano dice que el periodismo deportivo arma un show dentro del show, ¿lo ves así?

-Sí, claro. pero creo también que esto ya no es sólo patrimonio del periodismo deportivo. El periodismo general ya hace un show del dolor. ¿Por qué no lo va a hacer dentro del deporte, que es un show en sí mismo? No lo digo aprobándolo, sino describiéndolo.

-¿Qué cosas específicas tiene la práctica del periodismo deportivo dentro del periodismo?

-En general, te diría que no le veo ninguna diferencia. Aunque sí creo que, como pocos, debería cumplir un requisito. Saber emocionar, alegrar, enojar, lo que sea a los lectores. Las páginas de deportes no reflejan la información bursátil.

-Hace poco presentaste una ponencia en la que retratabas lo poco que se investiga en el periodismo deportivo, ¿cuáles son los ejes de esa visión?

-El hecho de que los medios de comunicación, especialmente los más poderosos, suelen ser socios de la industria deportiva en la explotación comercial del deporte. Eso condiciona inevitablemente nuestro trabajo. Nuestros patrones suelen ser co-organizadores del espectáculo deportivo. Y, si no lo son, quieren que el deporte sirva para distender, para atenuar el agobio de la información política, económica o policial. Y no somos entretenadores, aunque algunos lo hagan, somos periodistas.

-¿Qué sería hacer un periodismo deportivo mejor que el que hay?, ¿qué cosas te gustaría que se debatieran sobre o entre los periodistas deportivos?

-Sería idealizar, y no me gusta. Pero, claro lo mejor sería que los medios no participaran del negocio del espectáculo deportivo. Me gustaría que se pudiera analizar más lo que deciden algunos señores en escritorios antes que caer contra el deportista que hace trampa. Como que todos estuvieran obligados a un control antidóping, no sólo el deportista. Y me gustaría que pudiéramos explicar más el hecho deportivo, antes que juzgarlo todo el tiempo. Es más difícil, pero creo que surgirían historias mucho más atractivas para los lectores.

-¿Un periodismo deportivo mejor conduce a un deporte mejor?

-Seguro. Negar que los medios ejercen influencia a esta altura del partido es necio.

-¿Te sigue gustando ver el espectáculo deportivo? ¿Qué te gusta ver y por qué?

-Me gusta ver la resolución técnica. La instancia decisiva. La conducta del deportista, como deportista y como persona, en esos momentos. Y, si se trata de un deporte colectivo, suelo prestarle mucha atención al trabajo de equipo. Aún jugando mal, me emocionan aquellos equipos que logran funcionar colectivamente en medio de la tormenta.

-En todos estos años de ejercicio periodístico, ¿qué notas tuyas sentís que gravitaron más en la realidad del deporte y cuáles creés que pueden haber incidido más en el periodismo deportivo?

-No tengo la más mínima idea. Recuerdo una vez una larga entrevista al Chapa Branca en El Gráfico que, creo, por algo que me dijeron, que algo influyó para que ganara un premio como mejor rugbier del año. Otra sobre lo trucha que era la competencia de Scioli cuando era motonauta y que desarmó una estrategia que apuntaba a que Scioli ganara el Olimpia de su especialidad. Y creo que en algunos sectores tal vez se tomó más en cuenta lo que significa el poder en el deporte, es decir comprender qué significa la FIFA y qué significa el Comité Olìmpico Internacional.

-¿De quiénes aprendiste a hacer periodismo o periodismo deportivo? ¿A quiénes leías en el periodismo deportivo?

-Leía de pibe a Alberto Laya (Olímpico), en La Nación. y me gustaba mucho Cherquis Bialo (Robinson), en El Gráfico. Los dos con una pluma que envidiaba, el primero muy elegante, el segundo con crónicas que no tienen hoy nada que envidiarle a las que ganan premios internacionales. Y cuando empecé me gustó mucho Osvaldo Pepe. En realidad, a través de él llegué a Panzeri. Y, en esa etapa de pura formación, aprendí muchísimo de Horacio Tato y Armando Torres, director y jefe de deportes, respectivamente, de la agencia NA, mi primer trabajo.

-Con frecuencia, en tus charlas te referís a que la ética a la épica las separa más que una letra. ¿Qué las acerca y qué las aleja?

-No, sólo quiero decir que, en general, llenamos de palabras esa épica y, más de una vez, lo hacemos aún sabiendo que deberíamos ser más prudentes. Porque después, cuando resulta que el campeón tan elogiado hacía alguna trampa, le caemos con todo y hablamos de ética. Prefiero ser menos ampuloso en lo primero, y menos moralista en lo segundo.

-¿Qué significa para vos esta distinción que te dio la Legislatura?

-Es raro, porque nunca había recibido un premio así. Lo acepté, y debo confesar que dudé apenas me lo ofrecieron, porque me produce honor que la autora de la iniciativa haya sido una diputada como Delia Bisutti, muy cercana a intereses populares en su vida. Si hubiese surgido de un representante del poder político con el cual no me hubiese sentido a gusto creo que no hubiese aceptado, por más que entienda que la distinción es de la Ciudad de Buenos Aires. Y, una vez entregada la distinción, emocionado por cómo lo compartieron amigos y colegas de decenas de redacciones distintas, me produjo una alegría tremenda.