El Mundial de Clubes, que terminó ayer con la victoria del Corinthians, pasará a la historia como la primera competición oficial en la que se utilizó la tecnología, aunque pasó inadvertida ante la ausencia de jugadas dudosas.
El uso de la Tecnología de Línea de Gol (GLT por sus siglas en inglés) se concretó en los acuerdos firmados entre la FIFA y los proveedores Hawk-Eye Innovations, que se
utilizó en el estadio de Toyota, y Fraunhofer IIS (GoalRef), que se usó en Yokohama, en las dos sedes del Mundial de Clubes.
” Por el momento lo único que puedo decir es que funciona, pero también es verdad que no se ha presentado ninguna situación crítica. Una vez que termine el torneo realizaremos un balance. Puedo decir desde ya que los árbitros están muy satisfechos con esta ayuda”, señaló el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, un día antes de la final y tras analizar los primeros seis partidos.
“Los árbitros saben que si se presenta una situación conflictiva pueden decir con certeza si ha sido gol o no”, añadió.
“El Ojo de Halcón”, el sistema tecnológico que se utiliza en las acciones dudosas en el tenis, desplegó catorce cámaras en los cuatro partidos disputados en Toyota, siete para cada portería, para dirimir si era gol alguna jugada dudosa.
Seis cámaras en lo alto una de las tribunas estaban dirigidas a una de los arcos, respaldadas por una séptima en mitad de las gradas y el otro arco era vigilado, por otras siete.
Stephen Carter, el director gerente de la empresa británica, defendió la fiabilidad del sistema “Ojo de Halcón”, utilizado, además de tenis, en cricket, billar, fútbol gaélico y curling.
La empresa británica destaca que su sistema “funciona sin la necesidad de adaptar el balón, postes ni la superficie de juego”.
Carter afirmó que el hecho de que varios jugadores puedan tapar la visión de las cámaras, al contrario que en tenis, donde solo uno se puede interponer, no reduce fiabilidad a su sistema.
“Ya hemos probado con la FIFA el sistema con jugadores alrededor del balón y el resultado fue bueno”, explicó Carter.
Ingmar Bretz, el técnico alemán responsable del programa de GoalRef, también se acercó a Japón para defender su proyecto, que funciona con unos microchips en el balón, un baúl verde detrás de la portería y unos sensores colocados en los tres palos de la portería.
“Las antenas y el baúl están preparados para recibir impactos fuertes de disparos de futbolistas profesionales y en los dos años que hemos estado probando el sistema hemos tenido todos tipo de acompañantes meteorológicos, desde lluvia hasta nieve”, afirmó Bretz.
En el momento que el esférico supera completamente la línea de gol, el baúl verde manda un mensaje visual al reloj y en la pequeña pantalla de la pulsera que lleva el colegiado aparece la palabra ´Goal´ al tiempo que vibra, enviando dos señales inequívocas al árbitro que se ha anotado un tanto.
La FIFA analizará los resultados de los dos sistemas utilizados en Japón y en el primer trimestre de 2013 decidirá cuál de ellos se usará en junio en la Copa de las Confederaciones de Brasil-2013, que podría ser el mismo que esté presente en el Mundial de 2014.
(AFP)