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Un muy buen triunfo sobre Boca Juniors, en el estadio de Once Unidos, le permitió este sábado a Buenos Aires Unidos cerrar la acción de la Liga Argentina de Vóleibol

por el año 2012 de manera perfecta. El “naranja y negro” venció por 3 a 1 (24-26, 25-19, 25-19 y 25-21) en una hora y 47 minutos de acción y

acumula diez victorias en igual cantidad de partidos jugados, cumplida la duodécima fecha del certamen (última antes del receso de fin de año). Además, los dirigidos por Waldo Kantor suman el puntaje ideal, y llevan un registro de 30 sets ganados y sólo 7 perdidos.

Esta vez, frente a una oposición férrea, la formación marplatense respondió a la altura de las exigencias para conservar la punta y el invicto, con muy buenas producciones individuales del francés Guillaume Samica (24 puntos) y el eterno Marcos Milinkovic (19). En el perdedor, como casi siempre, sobresalió el opuesto Diego Bonini (24).

En el primer capítulo, en un contexto de extrema paridad, Boca sacó ventajas de algunos descuidos del local y, con la potencia de Bonini en el ataque tuvo un mejor final, con saque ganador incluido del opuesto boquense. Ese servicio originó el único error de recepción del local en todo el partido y aseguró el primer set para la visita. Además, el gran mérito de los “auriazules” fue su prolijidad: apenas cedieron cuatro puntos por errores propios.

De allí en adelante, otra fue la historia. El bloqueo de André Radtke, una recepción confiable y las fantasías de Samica y la inteligencia de Milinkovic a la hora de atacar, fueron marcando la pauta de un conjunto local que logró distanciarse con márgenes tranquilizadores conforme fueron avanzando cada uno de los segmentos del partido.

El central brasileño consiguió 5 de sus 15 puntos por la vía del bloqueo y pelea palmo a palmo por ser el mejor de la Liga en ese rubro estadístico. Con el venezolano Iván Márquez recuperado pero entre algodones, jugó casi todo el partido Federico Franetovich y ciertamente no desentonó.

Más allá de que BAU fue mejor del segundo set en adelante, no se registraron grandes diferencias de rendimiento entre uno y otro. La mayor brecha estuvo por el lado de la eficacia del ataque (53% para el ganador y sólo el 39% para el perdedor, que había logrado un 57% en el set inicial, el único que ganó).

El entrenador Marcelo Gigante recurrió a su armador suplente, Juan Ignacio Macció más para intentar reforzar su bloqueo que para incrementar sus opciones de juego, y de a poco, Bonini fue mejor marcado por el bloqueo local.

Hacia el final de juego, algunos cruces de palabra bajo la red subieron el voltaje del partido, y si bien no pasó de alguna “dedicatoria”, quedó hecha la invitación para un desquite imperdible a partir del viernes próximo, cuando ambos conjuntos vuelvan a encontrarse en una de las semifinales del Torneo Súper 4 a jugarse en Miramar.
Informe de Marcelo Solari – prensa BAU –