Después de mucha espera y unas últimas semanas de mucho trabajo y organización, el Club Atlético Kimberley festejó este martes 6 de julio su primer centenar de años con una caravana en autos que permitió reencontrar a las familias, hinchas y socios manteniendo las medidas protocolares necesarias en una tarde que no se olvidará.
Si bien el plato fuerte llegó a las 17, durante todo el día se llevaron a cabo acciones relacionadas a esta fecha tan importante. A primera hora de la mañana, una exposición de trofeos, medallas y fotos antiguas pudieron ser disfrutados por los presentes durante la jornada de este martes y permanecerá para aquellos que quieran acercarse a recorrer la historia del Dragón. Luego, cerca del mediodía, la comisión directiva actual presidida por Luciano Mignini junto a los ex presidentes Emilio Van Gool, Jorge Falcone y Héctor Nocelli recibieron al intendente de la ciudad, Guillermo Montenegro, junto a Fernando Muro (secretario de Desarrollo Productivo e Innovación) y Andrés Macció (Presidente del EMDER). En poco más de una hora de reunión, los presentes dialogaron sobre la importancia de Kimberley en la historia deportiva y social de la ciudad y el significado que tiene la institución para quienes fueron y son parte de su conducción. Antes de retirarse, Montenegro recibió una camiseta edición especial por el centenario haciendo alusión a la utilizada por Francia en el Mundial de 1978.
Con todo encaminado, la tarde transcurrió aguardando por el momento de la caravana y el brindis. Si bien el público estaba convocado para salir a las 17 desde la Villa Deportiva, una hora antes ya había autos y camionetas con globos, banderas y escudos pegados para salir hacia la Avenida Independencia. Escoltados por un “coche bomba” y personal de tránsito, el viaje comenzó invadido por bocinazos y gritos que fueron llamando la atención de todos los que veían pasar las casi siete cuadras de vehículos kimberleños. Gracias a un operativo acertado, el periplo continuó por Juan B. Justo para luego tomar Independencia y llegar hasta Alvarado donde las luces y la música esperaba por todos.
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