Publicado en el diario El Pais de España /
Ricardo Julio  Villa y Omar Larrosa, campeones en Argentina 78, y Chino Tapia y Vasco Olarticochea, en México 86, debaten sobre el peso de jugar con la Albiceleste

por JUAN I. IRIGOYEN
Moscú 24 JUN 2018 –
Los muchachos de Jorge Sampaoli tienen un respaldo de lujo. Por primera vez, se unen a la delegación argentina los campeones del mundo. La AFA invitó a sumarse al grupo a los que levantaron la copa en el 78 y en el 86. Siete aceptaron la propuesta. Cuatro bonaerenses, Ricardo Ricky Villa (65 años) y Omar Larrosa (70 años), que jugaron y ganaron en Argentina; y Chino Tapia (55 años) y el vasco Olarticoechea (59), campeones en México, se juntan para charlar con EL PAÍS.
Olarticoechea. Siempre cuesta entender la verdadera dimensión de lo que conseguiste. Yo, en México, no había caído, pero cuando llegamos a Argentina y vi la locura que habíamos generado… Ahí tomé conciencia de lo que significa ser campeón del mundo.

Tapia. Te acordás Vasco, dimos la vuelta olímpica a la noche, solos en el lugar de entrenamiento. Estábamos fuera de Argentina, festejando solos.

Larrosa. Yo me di cuenta en el momento en el que besé la Copa.

Villa. ¿La pudiste tocar? Yo la toqué por primera vez hace poco, Passarella y Fillol no se la prestaban a nadie.
Olarticoechea. El tiempo, sin embargo, ha potenciado a las dos selecciones. Hoy, la gente se da cuenta de lo difícil que es llegar al séptimo partido y ganarlo. Han pasado grandes equipos y no lo han logrado.

Larrosa. A mí me sorprendió que dos o tres de los chicos [del equipo actual] me vinieron a saludar e intercambiamos unas palabras.

Tapia. Intentamos acompañarlos. Esta generación es completamente distinta de la nuestra.

Olarticoechea. Cambió todo, Chino. Nosotros nos fuimos a México como anónimos. La prensa estaba enfrentada con Bilardo y eso nos salpicaba. ¿Te acordás que nos hizo salir de noche para que hubiera menos gente en el aeropuerto?

Tapia. Ni nuestros familiares nos querían llevar. Después colgaron la bandera: “Perdón, Bilardo”.

Larrosa. En el Mundial de ustedes tampoco hubo grandes polémicas con la convocatoria. Estaban los que tenían que estar. Quizás, había gente que discutía el estilo, pero también se demostró que se puede ganar.

Tapia. Al final, salvo uno o dos nombres, siempre están los que tienen que estar. Como ahora, en este grupo están los mejores.

Olarticoechea. Y, aunque un Mundial es un torneo corto, los técnicos van encontrando el equipo partido tras partido. Lo bueno es empezar ganando. Argentina no lo hizo. Y eso genera dudas.

Tapia. Cuando en Italia 90 se perdió contra Camerún, Bilardo al siguiente partido hizo cinco cambios.

Olarticoechea. La presión que tiene Argentina es muy grande. Ahora, hay una chance más. Nosotros en el 90 pasamos a octavos en el último partido del grupo.

Tapia. Si ganamos [a Nigeria] empieza una historia nueva y podemos estar jugando una final. En este Mundial les está costando a todos los grandes. Alemania…, le está costando a España, también a Brasil.

Se perdió el potrero, hoy el pibe solo juega cuando va al club, durante el resto del tiempo está con el móvil

Olarticoechea. No nos tenemos que ir tan lejos… Cerquita tenemos otro ejemplo. Te guste o no cómo juega, en Uruguay tienen un proceso desde la sub-15 hasta la mayor; juegan de la misma manera.

Tapia. Acá cada uno tiene su libro. También el fútbol argentino tiene un torneo muy mediocre. Los equipos no tienen jugadores de jerarquía.

Olarticoechea. Es imposible reemplazar a todos los jugadores que se van cada año, por muy buenas inferiores que tengas.

Larrosa. Todos los jugadores necesitan dos o tres años en Primera, son los que te dan la seguridad en vos mismo.

Tapia. Hoy cuesta mucho encontrar a un jugador como Riquelme o Aimar. Y eso es lo que falta: jugadores distintos. Si en Argentina no juega Di María, ¿quién juega? ¿Si no juega Mascherano?

Olarticoechea. También hay otro problema. Se perdió el potrero y las horas de fútbol que teníamos nosotros en la calle. Hoy el pibe solo juega cuando va al club, durante el resto del tiempo está con el móvil. Es como el colegio. Si hay un chico que estudia media hora y otro que estudia cuatro, a la larga va a sacar ventaja el que estudia cuatro. Nosotros estábamos todo el día. Entonces, sí o sí, vas a tener técnica y picardía. Diego [Maradona] tenía potrero.

Villa. Messi, también.

Olarticoechea. Se los compara porque son número uno, pero son distintos. En personalidad y en juego. Diego era un caudillo. Yo fui capitán, pero no tenía la personalidad de Passarella. El técnico me daba la cinta por lo que hacía dentro de la cancha, no fuera. Messi es un poco así, no tiene la personalidad de Diego, pero es un líder.

Tapia. Son dos grandes jugadores, uno encontró un equipo, el otro no. A Messi le falta que lo rodeen. Él puede hacer una gran jugada, pero después está preocupado por lo que le pasa al equipo atrás.

Larrosa. No se encontró el equipo que lo respalde. A este grupo le cambiaron tres técnicos en cuatro años, todos con ideas diferentes. Kempes brilló porque tenía un equipo atrás.

Olarticoechea. A mí me molesta que digan que Diego ganó solo. Jugó cuatro Mundiales y ganó uno. Messi jugó tres y todavía no pudo ganar. Los números uno como ellos te pueden ganar partidos solos, pero los campeonatos te los gana el equipo. Si no, Diego tendría que tener tres Mundiales y Messi, dos.

Larrosa. Y no solamente los que entran a la cancha. Tienen que tirar buena onda los que se quedan afuera. A veces, hay muchachos que fastidian cuando no juegan.

Villa. A mí me cuesta sentirme campeón del mundo, solo jugué dos medios tiempos.

Larrosa. Pero siempre pusiste buena onda y pensaste en el grupo.

Tapia. Yo dormía con Héctor Enrique en México. En el primer partido no estaba ni en el banco y me dijo: “Si Bilardo no me pone en el próximo partido me voy”. Al otro partido entró un rato y al tercero ya era titular. Ahora dice que le dio la asistencia a Diego en el gol a los ingleses.

Olarticoechea. Es un Mundial, todo puede pasar. Hay que estar unidos.

Si ganamos [a Nigeria] empieza una historia nueva y podemos estar jugando una final