En una carrera complicada, que tuvo un entrevero con Mariano Altuna, que llenó de emociones la definición, el de Arrecifes se anotó el séptimo título en la especialidad, con sólo 27 años. Franco Girolami cerró el año con un triunfo y Josito Di Palma lo escoltó.
Nuevamente apareció el “Emperador” del TRV6. Ese es sin dudas Agustín Canapino, que en una carrera cargada de emociones, se llevó el séptimo título de la especialidad con sus jóvenes 27 años, en una definición que recordó a la del año pasado, pues el otro contendiente también fue el de la temporada 2016, Mariano Altuna y la competencia contó también con un enriedo entre estos dos pilotos.
El comienzo no parecía el de una competencia pactada a una hora y una vuelta. Los de punta se exigían al máximo y Altuna era el que tomaba la punta y parecía que no lo podrían bajar de la gloria de obtener el título. Pero todos estaban compitiendo al máximo: Franco Girolami lo superaba y lo depositaba en la segunda colocación, que le devolvía el oxígeno a Canapino, quien remontaba a la cuarta colocación y luego daba cuenta del tercero, Matías Rossi, para quedar detrás de su rival directo.
Fue aquí el momento de mayor tensión y polémica: Canapino se tira a pasar a Altuna como en varias oportunidades anteriores, pero esta vez deja la trompa puesta y el toque fue inevitable, haciendo entrar en trompo a ambos contendientes del campeonato. Quien quedó mejor parado fue canapino, que habiendo perdido colocaciones hasta quedar detrás del pelotón, debía remontar hasta la séptima colocación para sumar los puntos que lo pusieran delante del “monito”
Ahí comenzó la heróica del de Arrecifes, que comenzó la remontada y no sólo llegó hasta la séptima colocación, sino que la superó y llegó a hacer podio, en el tercer escalón, para festejar por séptima vez el campeonato de la especialidad, consagración que sin dudas lo convierte más que nunca en el “Emperador” de la categoría.
Bucci se coronó en la Clase 2
En una carrera emotiva, por el ya anunciado retiro de la competencia, el piloto de Villa Gobernador Gálvez se alzó con el título 2017 de la división menor del Turismo Nacional. Finalizó cuarto una carrera obtenida por Pablo Ortega y le sirvió para llevarse lo mejor de la temporada.
En la ultima final del año para la Clase 2 del Turismo Nacional, Ever Franetovich alcanzó el triunfo con el Clio luego de un recargo a quien había finalizado primero en la pista, Pablo Ortega, con dos puestos por el toque que le dio al de Venado Tuerto en al ultima curva. Con el cuarto puesto, Alejandro Bucci se coronó campeón de la especialidad.
Al cabo de la primera vuelta salió el auto de seguridad por el toque entre Pablo Melillo y Julián Lepphaille, que se enroscaron en la zona trabada. También hubo un trompo de Gabriel Scordia. En la cuarta vuelta se reanudó y Franetovich mantuvo la punta.
El que no se mantuvo fue Miguel Ciaurro, quien se vio superado por Pablo Ortega en la octava vuelta por dentro en la curva uno. Para ese momento de la carrera Alejandro Bucci se mantenía cuarto con su Focus y allí terminaría la carrera. Respiró aliviado, seguramente, cuando Tomás Bergallo ingresó a la zona de boxes con una pinchadura de neumático cuando lo retrasó cuando estaba en la sexta posición.
La pelea estaba por la tercera posición con Ciaurro aguantando a Bucci y Juan Pablo Pastori, que completó un gran fin de semana terminando en el top cinco. Y la ultima vuelta del año trajo una maniobra polémica porque Ortega lo tocó de atrás a Franetovich y lo pasó. El tucumano fue sancionado al cabo de la carrera, por lo que el chico de Venado Tuerto se quedó con la victoria, seguido por Ciaurro, Ortega (con la penalización de dos puestos impuesta por los comisarios deportivos) y Bucci quien, con la cuarta posición, se consagró como nuevo campeón de la categoría.
Para Bucci fue más que especial porque se trató de su retiro de las pistas y le dejará el auto a su hermano. Un final de año ideal para el de Villa Gobernador Gálvez, muy cerca de Rosario.
El piloto de Paraná logró quedarse con la gloria máxima de la categoría mayor del Turismo Nacional, luego de haber peleado palmo a palmo con Emanuel Moriatis, al que no le alcanzó para sobrepasarlo y ganar los puntos requeridos. En carrera, el ganador fue Facundo Chapur.
El título de la categoría que más espectáculo proporciona en sus carreras se va hacia Paraná. Mariano Werner pudo cerrar el 2017 de la Clase 3 del Turismo Nacional con una corona que lo hace entrar en el historial de los campeonatos de autos con techo, asignatura pendiente hasta hoy para el piloto.
En una carrera que no los tenía como principales animadores, los contendientes por el campeoanto remontaban desde atrás, con un Facundo Chapur intratable que se aferraba a la punta y no la abandonaba. Ganando posiciones venían, Werner, que llegaba hasta la octava colocación y Emanuel Moriatis, segundo en los puntos, que remonataba desde el décimo tercer puesto.
Se caían del clasificador por distintos problemas los otros dos que estaban en la discusión. Larrauri venía a plena fricción y se quedó y Castellano sufría inconvenientes en el motor que lo dejaban afuera. Por estas acciones es que todo quedaba entre el Ford del Martos Med y el Fíat, que venía más adelante.
El momento de mayor tensión llegaba pasando el promedio de la carrera. Werner octavo y Moriatis noveno, bien pegado, intentaba el sobrepaso. Aún no alcanzándole al de Lanus con pasar al de Paraná, ya que tenía que avanzar algunas posiciones más para superarlo en puntos, Werner no dejaba lugar y proponía una carrera mirando por los espejos para que no se le filtre el Focus.
El descenlace llegó de esa manera: Chapur logró una victoria importante para recuperarse anímicamente y Mariano Werner, en la octava colocación, se consagró campeón 2017 de la divisional mayor del Turismo Nacional, de la que en algún momento tuvo dudas de bajarse, promediando el certámen, pero no bajó los brazos y hoy lo capitaliza con su primer corona en un auto con techo.