El conjunto de Boedo se impuso 2-1 en Victoria y sumó 27 puntos, con cuatro triunfos consecutivos
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El mazo de cartas administrado exclusivamente por Boca hasta hace algunas semanas no ofrecía muchas variantes al resto para seguir en el juego. La posibilidad de sentarse en la mesa y plantarle cara al elenco comandado por los Barros Schelotto parecía quedarse sin créditos cuando los de la Ribera exhibieron un arranque fulminante que incluyó ocho manos ganadas sobre ocho disputadas. Pero San Lorenzo, en silencio, con unos cuantos interrogantes y escasas certezas, aprovechó las distracciones de un Boca que barajó y dio de nuevo luego de tropezar frente a Racing y Rosario Central.
El triunfo de hoy por 2-1 sobre Tigre resultará un punto de inflexión en la incipiente trayectoria de Claudio Biaggio como entrenador en primera división. Tras haber adelantado el cruce contra Atlético Tucumán, el Ciclón disputó esta tarde su compromiso final de 2017. Para el Pampa pudo haber sido su último partido en el banco de suplentes o la confirmación de la continuidad de su ciclo para el comienzo de 2018. El DT ya avisó: si llega otro entrenador, él buscará nuevos horizontes porque su deseo es dejar atrás el trabajo en inferiores y consolidarse en la máxima categoría. La tarea ahora quedó en manos de Matías Lammens y la dirigencia de Boedo.
Hoy, en el inicio del partido, San Lorenzo siguió con la misma tónica que en sus éxitos ante Argentinos y Atlético Tucumán: sin fluidez. De entrada, a los 10, con la pelota a su disposición cerca del punto penal Luna la tiró por arriba del travesaño con el arco a su merced. El Ciclón, inconexo, no hizo pie y sufrió el primer cuarto de hora. En ese inicio, Tigre encontró intensidad y orden para incomodar a su rival. El Matador percutió por las bandas con Caire y Abero y se mostró agresivo desde la búsqueda y la insistencia con Luna y Janson moviéndose por todo el frente de ataque.
Con el correr de los minutos el encuentro ganó en entusiasmo. Primero, Paulo Díaz conectó un centro y abrió el marcador a los 39. Por lo hecho, el premio era demasiado grande para los de Boedo. Hasta que un envío de Pérez García que parecía intrascendente lo encontró bien ubicado a Janson y marcó la paridad.
El segundo tiempo no se modificó demasiado en cuanto a la sintonía del partido. San Lorenzo no dispuso de situaciones de máximo riesgo hasta que Cerrutti volvió a colocarlo en ventaja a los 10 minutos. A partir de ahí, volvió a aparecer uno de los artífices para que el Ciclón esté en la cima del campeonato: su arquero Navarro, de lo mejor en esta Superliga. Primero con una atajada espectacular tras un tiro libre de Caire y luego para sacar nuevamente sobre la línea del arco un cabezazo de Passerini. Fue el principal sustento para una nueva victoria azulgrana.
El recorrido del Pampa en su interinato incluyó siete victorias, una igualdad y apenas una derrota. Es un espaldarazo para el ciclo Biaggio, aunque en el césped exhiba un juego alejado del buen gusto. Gana sin convencer y trepó a la cima. Con Almirón muy cerca de tomar el mando de Las Palmas de España, la disyuntiva, ahora, quedó en manos de Lammens y compañía.