Estudiantes padeció ante Arsenal en el debut de la Superliga pero logró imponerse casi sobre el final a partir del empuje y del ingreso del ecuatoriano Alemán, quien una vez más fue importante y demostró que puede darle cosas interesantes al equipo.

El equipo de Matosas perdía y bien ante los de Grondona y faltando 15 minutos dio vuelta la historia con goles de dos de sus refuerzos: Lucas Melano y el mencionado moreno que llegó desde el Barcelona de Ecuador. Terminó siendo 2 a 1 y el rendimiento dejó más dudas que certezas, aunque con un resultado positivo siempre es más fácil corregir.(diario El Dia de La Plata)

Publicò La Capital de Rosario que A NOB  le costó mucho hacer pie en el medio y en el fondo en varios pasajes del partido, y tampoco tuvo generación de juego, el equipo mostró carácter para reaccionar en la adversidad e ir a buscar el empate y lo consiguió mediante un penal, que fue mitad torpeza del defensor y mitad acierto del delantero leproso, que el mismo Mauro Guevgeozian se encargó de cambiar con maestría por gol.

Ese gol (que fue el 1-1 final) significó el premio -quizá excesivo de acuerdo al trámite- de un equipo que nunca bajó los brazos, pese a estar en desventaja, y que salió a buscar el resultado con lo que tiene. Aún con eso hay que rescatar que le sobró coraje y ganas pero le faltó fútbol y demostró ser un equipo en construcción al que todavía le falta, lógicamente, trabajo.

En el inicio, Newell’s intentó manejar el balón, pero le costó mucho hacer pie en el medio, un sector donde los tatengues cortaban el circuito futbolístico de la lepra y progresaban de manera vertical y con más profundidad.

De hecho, las mejores llegadas fueron de Unión en la primera mitad de la etapa y en ambos casos lo tuvo al uruguayo Zabala como protagonista.

La primera fue a los 5′, cuando vino un centro desde la izquierda y el charrúa sacó un remate que pegó en la parte exterior de la red. Y la restante, a los 25′, cuando desde Zabala se sacó un hombre de encima y sacó un remate de lejos que tapó el arquero.

Newell’s, poco muy poco. Algunas insinuaciones y toque lateral, pero no se amigaba con el balón y no progresaba en ataque, al punto de que una de las pocas aproximaciones fue un pelotazo largo para Guevgeozian, que estaba adelantado.

Lo mejor -y casi lo único- de la etapa inicial fue una contra leprosa que la terminó Amoroso con un disparo bajo, que Nereo Fernández desvió al córner.

Esa jugada hizo que el equipo saliera del letargo y en la jugada siguiente el Rayo Fértoli sacudió la modorra, dejó a un par de rivales en el camino y sacó un remate que se fue apenas arriba del travesaño.

En el complemento, Newell’s había salido a jugar con otra actitud, pero en la primera contra a fondo de Unión llegó el desnivel.

En una contra letal, el Tate llegó por izquierda y metió un centro atrás que capatilazó el uruguayo Zabala, quien amagó una y otra vez en el área, ante la pasividad del fondo rojinegro, y definió bárbaro para poner el 1-0.

Y cuando la lepra todavía no había asimilado el gol, Unión metió otro contra que pudo ser el segundo tanto, cuando otra vez vino un desborde por la izquierda, Soldano le ganó a su marca y Pocrnjic evitó lo que hubiese sido el segundo tanto, al mandar el remate por arriba del travesaño.

De a poco, la lepra intentó reaccionar y llegó a la igualdad, a los 29, cuando el colombiano Gómez Andrade -exCentral- le cometió un penal infantil al armenio Guevgeozian, que lo cambió por gol con jerarquía.

En el final, hubo un ida y vuelta que puso a los dos de cara al segundo gol. Soldano metió un cabezazo en el área, tras un centro de Gamba, que se fue cerca, mientras que un remate de San Román desde afuera del área por poco no fue impactado por el armenio entrando por el segundo palo.

El final llegó con Newell’s buscando el desnivel, con más empuje que ideas, pero que chocó contra su falta de claridad, aunque por las circunstancias -léase con plantel renovado y sin figuras y falta de trabajo, lógicamente – el arranque puede ser catalogado como aceptable. Para mejorar, y tendrá que hacerlo mucho si aspira a ser protagonista, tiene tiempo.