El debut de Boca en 2017 mostró estar preparado para mantener la punta del certamen, si el mismo comenzara ya mismo.
El equipo dirigido por Guillermo Barros Schelotto fue claramente superior a Estudiantes de La Plata y logró traducirlo en la red.
Fue 2 a 0 a favor de un “Xeneize” que impuso condiciones desde el primer minuto, con la presión bien “alta”, ante un Estudiantes que se mostró demasiado errático, dejando en claro que está en plenas tareas precompetitivas y con ausencias notorias, como la del Chapu Braña en el medio, por una fatiga muscular que le impidió jugar.
La gran incógnita que envolvía al duelo era saber cómo iba a repercutir en Boca la salida de Carlos Tevez (quien ya fue presentado en su nuevo club, en China).
El “Mellizo” había ideado una nueva manera de jugar, ubicando a Ricardo Centurión en la posición que antes se movía el “Apache”; y la jugada le salió mucho mejor de lo soñado.
“Ricky” fue amo y señor de la noche en la noche del “José María Minella”. Jugó, hizo jugar, desparramó lujos, generó el primer gol y se bancó sin chistar los mil y uno golpes que le asestaron los defensores “Pincharratas” que no pudieron frenarlo de manera lícita.
Fue el vmediocampista nacido en las inferiores de Racing quien quebró el partido. A los 14’ Centurión tomó la bola en tres cuartos de cancha y se encendieron las luces de neón del estadio José María Minella de Mar del Plata.
Amagó, movió la bola, quebró la cintura, dejó en el camino a cuanto rival se le cruzó en el camino; pero se quedó con las ganas de ponerle el broche de oro a su obra de arte. Lucas Diarte, en su afán por quitarle la bola, impulsó el balón , con la punta de su botín, casi imperceptible, al fondo de su arco. Gol, 1-0 y dominio abosoluto de la situación.
Es que ese tanto fue un mazazo para el equipo que dirige Nelson Vivas. Boca siguió manejando el balón ante un oponente que parecía mareado, y con el nocaut cada vez más cerca. Y los 26’ apareció Walter Bou para asestarle la puñalada final.
El resto del juego estuvo casi de más. Sólo sirvió para que Centurión siguiera haciendo de las suyas, demostrando que puede transformarse en el jugador ideal para hacer olvidar a Tevez.
Boca ganó porque su DT dio en la tecla y porque supo aprovechar su momento ante un Estudiantes que debe trabajar mucho para reencauzar su rumbo. En la segunda parte, un tiro que rebotó en el palo, cuerpo de Centurión y afuera. Otro en el que Bou, parecía meterse con pelota y todo dentro del arco, y salió milagrosamente afuera. Más un remate de media distancia, en lo que pudo haber sido un abultadísimo score.