Escrito por Vito Amalfitano en el portal del diario La Capítal:

El jefe de gabinete Marcos Peña dijo, sin ponerse colorado, que el gobierno le pidió a las empresas interesadas en adquirir los derechos de televisión del fútbol argentino que se garantice la “gratuidad” por el “mayor tiempo posible”.

“Pedimos que el mayor tiempo posible se pueda garantizar la gratuidad”, sostuvo Peña en una entrevista con radio Continental.

El mundo al revés. El Estado es el que debe imponer las condiciones y no tener que “pedir por favor” que se garantice la gratuidad por “el mayor tiempo posible”. Sobretodo si quien está al frente de la administración del Estado dijo en campaña electoral que el Fútbol para Todos iba a seguir y que no estaba en discusión la gratuidad de los partidos por televisión, una de las tantas cuestiones que prometió y no cumplió ante las preguntas de Daniel Scioli, más incisivas, por cierto, que la de la mayoría de los periodistas que tuvieron la oportunidad de formular las suyas en ese tiempo.

Las dos cadenas hasta el momento interesadas en adquirir los derechos son las estadounidenses Fox y Turner, y según trascendió podrían mantener la gratuidad durante el 2017. Solo si quieren. No tendrán una obligación expresa. En consecuencia, como en tantas otras cosas, quedará absolutamente roto, sin cumplir, el contrato con el electorado. Justamente de parte de quienes tanto les gusta hablar de “seguridad jurídica”.

A Peña no le alcanzó con eso. También se atrevió en insistir con que “el fútbol nunca fue gratuito, porque lo paga el Estado, y por tanto los ciudadanos, Se paga con impuestos o con inflación o con deuda”. También lo dijo sin ruborizarse. Nos estamos acostumbrando demasiado a escuchar tamañas ligerezas, y a dejarlas pasar. Que “el fútbol nunca fue gratuito” es lo mismo que decir que el programa cómico, travestido en periodístico, de los domingos a la noche, tampoco es gratuito, por ejemplo. Todo se paga con nuestros impuestos. La publicidad de ese espacio, como la de Los Simpson o la de El Zorro. El dinero siempre sale de nuestros bolsillos, no de un repollo.
Peña también dice que se paga “con inflación”. Salvo que nos hayamos perdido algo, la inflación no bajó,-más bien aumentó- desde que el fútbol es un negocio de privados, que todavía paga el gran parte el Estado, algo que debería ser suceptible de investigación de parte de la “hormiguita” tan preocupada por los destinos del dinero para la transmisión de los partidos, o por cualquiera de las detectives seriales que andan pululando hoy por el ambiente político-mediático. Resulta aun más sorprendente que Peña se preocupe, al hablar del fútbol por TV,¡por “la deuda”!. Es el jefe de gabinete de un gobierno que acaba de hipotecar al país por más de 86.000 millones de dólares, el endeudamiento mayor en menos tiempo en la Argentina y en todo el mundo.

Y se parte, además, de una falacia que se expande culturalmente sobre el tema y queda instalada. El Fútbol para Todos, en realidad, nunca le sacó dinero a los hospitales, las escuelas, a la ciencia, las computadoras para los pibes o los planes Procrear, o las 19 vacunas gratuítas, un número inédito al que se llegó en la década pasada.
Alcanza, para constatar la mentira, el Presupuesto nacional para 2017, con media sanción en Diputados. No está el fútbol. Pero sí las partidas oficiales de publicidad obligatorias, que son en realidad las que se usaban para la gratuidad del fútbol y para que durante transmisiones masivas se supiera dónde llamar por violencia de género o como prevenir el dengue. Esas partidas oficiales, solo las asignadas a jefatura de gabinete, figuran ahora en el nuevo Presupuesto con 2.135 millones, un 13% superior a lo gastado en 2016.

Y lo que no se ve en el Presupuesto, por cierto, es que hayan aumentado las partidas y porcentajes para la ciencia, hospitales, escuelas, el Progresar, el Procrear, Argenta… Por el contrario, bajaron todas las asignaciones para esos ítems y algunos de esos programas ahora directamente ni figuran. Salud, 12% menos.

Energía, 31% menos. Educación, 7% menos. También menos dinero para Ciencia y Técnica y para el área de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia. Eso sí, como nunca, el 10,5% del Presupuesto ya votado en Diputados y que se eleva al Senado estará destinado a cubrir servicios para el pago de la deuda externa. En un país que hasta hace 11 meses estaba desendeudado.

Conclusión: de la voluntad de Turner o sus socios dependerá hasta cuando habrá fútbol “sin pagar”. Mientras el gobierno le pide “por favor” que sea por el mayor tiempo posible, cuando en campaña se había prometido que ese era uno de los derechos que no se tocaría. Podrán volver el Tocom, los codificados o los partidos exclusivos por canales de cable. Más allá del Presupuesto, que ya constata lo contrario, habrá que vigilar que ahora, sin Fútbol para Todos, haya más hospitales, más ciencia, más escuelas, más computadoras para los pibes, más viviendas del Procrear, más Argenta, y menos deuda. Me parece que te la debo…