No jugó bien, no tuvo el aporte habitual de Horner y Herrmann, pero sí peso propio. Vildoza (29) tuvo la bola del partido, pero falló.

Después de una gira positiva por Mar del Plata y Bahía (2-1), Obras Basket volvía a su casa para tratar de mantener la buena energía de la salida que lo vio victorioso ante Quilmes y Peñarol y derrotado por la mínima en Bahía en la última pelota. Quilmes, por el contrario, llegaba con 5 derrotas en fila tras un comienzo alentador (2-1), y su panorama era oscuro. Y aunque estuvo a tiro de ganarlo, no pudo salir de perdedor. Obras se lo llevó 79-78, tras sufrir hasta el mismísimo último segundo. Bortolín fue el goleador con 16, mientras que Vildoza sumó 29 en la visita.

Obras empezó blando, impreciso, fallando todos sus tiros en los primeros dos minutos y si bien terminó ganando el primer cuarto 17-16, tardó mucho en entrar en juego. Lo logró cuando Horner, como siempre, se cargó la ofensiva en los malos momentos, y cuando Zanzottera y Barral le trajeron soluciones desde el banco, ante la intrascendencia de Brown y Herrmann. Quilmes le oponía su inspirada media cancha (8 de Vildoza y de Ruiz), pero generaba poco cerca del cesto, salvo ocasionalmente Basualdo.

Obras nunca pudo distanciarse porque ofensivamente estuvo muy trabado, sin poder llevarle la pelota a Herrmann en el poste bajo (Ruiz lo defendió bien físico), sin meter en juego a Horner ahora y dependiendo de las penetraciones de Barral o Zurbriggen. Quilmes tuvo entonces una rachita de Vildoza (dos triplazos seguidos), pero se desconcentró en un par de ataques y permitió que Obras, con un par de corridas y una de las pocas apariciones de Herrmann hasta allí, se quedara con la primera mitad 41-39.

Obras logró meter rápido en juego en el tercer cuarto a Bortolín (6 puntos en los primeros 4 minutos), para sacar una máxima de 8 (51-43), pero ambos equipos volvieron a la normalidad del enredo, de los tiros incómodos, y el juego se asentó en una meseta donde los detalles hacían la diferencia. Quilmes seguía viviendo de su media cancha (Vildoza, Ruiz, Flor), a partir del pick and roll y Obras de lo que fuera saliendo, sin un líder definido.

Al último cuarto entraron 58-56 para el local. Como si nada hubiese pasado antes. Y entonces aparecieron los nombres propios. Herrmann por el local. Vildoza por la visita. Herrmanm metió dos triples casi seguidos, Luca otros dos, más una penetración y algunos libres y Quilmes se puso en juego tras una desventaja de 5 (74-72) a 2:35 del cierre.

Obras fue a lo seguro en ese cierre: Horner en el poste bajo. Y Quilmes sacó provecho de las ventajas físicas de Flor sobre su defensor, metiendo dos penetraciones pìcantes. Las 4 faltas de Barral hicieron que Casalánguida apostara a defender con Zurbriggen, pero le salió mal, porque el pibe se equivocó dos veces y Quilmes igualó en 76 a 1 minuto del cierre.

Brown puso al frente al local con un doble tras tomar su propio rebote ofensivo, y Vildoza luego tuvo dos chances, primero para igualar y después para pasar al frente, pero ambos tiros fueron muy forzados y falló. Horner metió 1/2 (79-76) y Ruiz, buscando que le hicieran falta lanzando de 3, lo consiguió, pero pisando, por lo que tuvo solo 2 libres (79-78). Faltaban 8s3. Insólitamente, Barral no pudo sacar y le pitaron 5 segundos. La última entonces fue para Vildoza, que hizo una penetración con pirueta que casi obra el milagro, pero coqueteó y salió. Fue de Obras por nada, 79-78, con Bortolín como goleador (16) y Horner (12 y 9 rebotes) y Herrmann (13), como claves en los momentos decisivos.

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