La selección entró al último cuarto arriba por 19 pero entró en el juego de Croacia y se complicó. Igual ganó, sobre el final y con Scola de figura (23 puntos).
Con los resultados ya sabidos del Grupo B, para Argentina tomaba mayor importancia todavía meter un segundo triunfo en dos partidos, más siendo Croacia el rival, el gran protagonista de la jornada inicial derrotando a España. Argentina, con momentos de enorme brillantez pero con un final que se hizo enormemente durísimo, se terminó abrazando a un triunfo por 90-82 vital para sostener la ilusión de la selección en el grupo. Croacia, que la peleó hasta el final, complicó pero no terminó de dar el zarpazo.
Luis Scola fue la figura de la noche siendo el goleador con 23 puntos y tomar 9 rebotes, uno de estos últimos siendo clave en el final del juego. El trabajo de Ginóbili, Campazzo, Laprovittola, Nocioni, Garino, Deck y Acuña también tuvo su influencia.
Con Campazzo de vuelta a la formación inicial, Argentina empezó mal, con Chapu sobre Saric, Garino sobre Bogdanovic y Scola sobre Bilan, como para no desgastarse tanto en la defensa del principal hombre en ofensiva de Croacia, Saric. El mal arranque tuvo más que ver con desconcentraciones, algunas pérdidas tontas y desatenciones defensivas. Croacia se despegó 7-2, pero como Garino fue una estampilla de Bogdanovic y Bilan no generó peligro, Argentina pudo rebuscárselas para emparejar, una vez que Scola comenzó a recibir el balón cerca del cesto.
Si bien Argentina se hizo muy Scoladependiente, esa ráfaga de Luis le permitió no solamente acercarse, sino pasar al frente por primera vez 19-18. El ratito de Scola y lo de Garino en toda la cancha (secó a Bogdanovic, tomó un par de rebotes importantes y clavó un triple), fueron decisivos. Croacia, de todos modos, complicaba mucho las ofensivas argentinas por su versatilidad para cambiar en distintas posiciones y su talla. El primer cuarto terminó 22-22.
En el segundo, un gran inicio del desfachatado Deck (dos anotaciones seguidas, una pasada brillante con falta incluida), más dos bombas de Lapro le dieron la máxima a Argentina (39-31). Croacia se puso más firme atrás, Argentina perdió un par de balones que le permitieron conversiones rápidas a su rival y en un santiamén los croatas estaban a 1 (39-38). El cierre del cuarto, de todos modos, fue perfecto para Argentina. Scola metió un triple (sus únicos puntos del cuarto, para totalizar 16), y Delfino cerró con un tiro de media para el 46-40 de la mitad. Otra vez muy bien Argentina en ataque, inteligente para defender disimulando los defectos.
Gran comienzo tuvo Argentina en el tercer cuarto. Le hizo un 6-0 en una sola jugada: doble de Campazzo y técnica a Simon, más libre por la técnica de Manu y triple de Facu: 52-40 y máxima, que subiría a 15 dos minutos después, tras un triple de Chapu, un tremendo tapón de Acuña y robo a Simon, más bandeja de Ginóbili. Croacia estaba desorientada y frustrada, y Argentina muy concentrada en defensa. Otro robo le dio la chance de extender la luz a 18 con el tercer triple de Scola (61-43).
La euforia llevó a Argentina a cometer un par de errores por la diferencia, pero como siguió muy intenso atrás (lo mejor en el torneo) no entró en zona peligrosa, algo habitual en muchos equipos en estos Juegos, donde la regularidad brilló por su ausencia. Además, tuvo rendimientos altos en la banca que siempre le dieron algo. Primero Lapro, luego Delfino, Deck y hasta Acuña, que jugó unos minutos de altísima calidad en el período, forzando rebotes ofensivos y también anotando. El cuarto terminó 73-54, redondeando un 10 minutos magníficos, con una solidez envidiable.
El arranque del último perído, a partir de la salida de Croacia a matar o morir, fue el peor momento del equipo. Se equivocó en ataque, otra vez cometió muchas faltas que llevaron a su rival a la línea y perdió pelotas importantes que le dieron vida a Croacia, que metió un parcial de 13-2 en 3 minutos para achicar después de un buen rato la diferencia a un dígito (75-67).
Ginóbili desató el nudo ofensivo con una penetración que lo mandó a la línea y después un triple, que volvió a darle aire a Argentina (79-67). Pero la selección siguió teniendo inconvenientes, sobre todo porque el asfixio croata pegó bastante de la mano de un tremendo Hezonja (brillante en el final, con la mano caliente).
La historia quedó incierta cuando Saric recortó la brecha a solo cuatro (85-81) restando 1m3s, pero Argentina aguantó y un rebote gigante de Scola empezó a marcar el camino de la victoria. Desde la línea, y ayudado por el segundo técnico al banco de Petrovic (fue expulsado del banco), la selección terminó festejando un sufrido 90-82 para acumular su segundo éxito en Río.
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