Son de público conocimiento las sucesivas modificaciones que en los últimos años se han introducido en la Liga Nacional y el TNA, en muchos aspectos, desde los deportivos hasta reglamentarios por demás importantes.

Podemos argumentar ampliamente a favor o en contra de cada una de ellas, el hecho puntual es que esta vez esas modificaciones implican la extrajerización de la Liga A y que el TNA pierda alrededor de 40 puestos de trabajo.

Los jugadores queremos trabajar y para ello necesitamos un marco de regulación estable, que se respeten los reglamentos y los acuerdos firmados entre ambas instituciones.

Fueron muchas las reuniones mantenidas con los directivos de la Asociación de Clubes durante la pasada temporada, sin embargo, la dirección y tenor de esas reuniones no coincidieron con las medidas finales.

Tanto es así que nunca supimos de manera oficial, que para la temporada 16/17 se iba a imponer la reglamentación de los 8 extranjeros en el A y 2 optativos en el TNA con sólo 6 fichas mayores.

Otro tema sensible es la cantidad de juegos en la fase regular. Los jugadores necesitamos se reduzca el número de partidos.

La argentina es la competencia más larga del básquet FIBA mundial y aun no contamos con infraestructura, ni logística para sostener ese estándar. La sobreexigencia física y permanentes riegos de lesión, acentuados en la época estival, potencian los motivos por los que estamos en desacuerdo.

Los jugadores necesitamos cobrar nuestros sueldos en término. Se ha naturalizado que financiemos la competencia, con atrasos salariales de hasta 3 meses, en varios casos.

En el convenio AdC-AdJ firmado al finalizar la temporada 2015/16, (28 de julio 2015) se determinó que la presentación de los Libre Deuda tendría como fecha límite 30 días posteriores al último partido de cada categoría. Este punto tampoco se ha cumplido, y sin consulta alguna, la AdC fijó su presentación prácticamente 60 días después de la fecha convenida.

En ese mismo momento, también se acordó un receso entre fiestas de fin de año, desde el 23 de diciembre al 2 de enero, lo que en la práctica fue de muy difícil cumplimiento al poner fechas de juego los días 4 y 5 de enero.

Los jugadores necesitamos claridad en la aplicación reglamentaria desde el inicio de la competencia.

Cambios en medio de la temporada, mediante circular interna sin publicación oficial, afectan la contratación cuando por ejemplo se establece repentinamente que los jugadores cortados no podían ser contratados por los de la misma categoría, a partir del 6 de abril de 2016. Víctima de ello fue por ejemplo, el jugadorGastón Luchino que se quedó sin chances de pasar a otro club y terminó sin jugar en la temporada.

Otra disposición de la AdC sobre el Reglamento Nacional de Pases de la CABB obliga a los jugadores menores a firmar contrato con los clubes hasta los 23 años (el Reglamento Nacional de Pases nunca expresa tal cosa), y entre los 23 y los 26, empiezan a jugar las posibles ofertas que pueda recibir el jugador. De esta manera, los clubes buscan asegurarse al jugador mínimamente hasta los 23 años, para después seguir teniendo sus derechos hasta los 26, aún finalizado su contrato.

Para cerrar, volvemos sobre la decisión de eliminar los descensos en la A para mejorar la infraestructura de la competencia. Los resultados fueron significativos en muy pocos clubes, aun así, no se estableció un esquema de sanciones o multas para aquellas instituciones que no presentaron mejoras en sus estadios.

Los pedidos fueron reiterados y frecuentes, la mayoría sin respuesta o con acuerdos incumplidos.
Los jugadores queremos trabajar, ver crecer la competencia y que se siga potenciando el desarrollo de los jóvenes argentinos que tanto han nutrido, y lo siguen haciendo, a las selecciones nacionales.

La extranjerización atenta contra ello y cambia profundamente la esencia de la Liga Nacional.

Lejos estamos de querer el conflicto que perjudica a todos, pero es nuestro último recurso y necesitamos se nos escuche.

Asociación de Jugadores de Básquet