Bajo el título “DECEPCIÓN”, el diario El País de Uruguay, comentó la derrota de la Celeste a manos de Venezuela en la noche de este jueves, por 1 a 0.
La historia se repite un año después. Como en Chile, la falta de gol de Uruguay lo dejó afuera de la Copa América Centenario, aunque esta vez antes, porque ni siquiera se clasificó a cuartos de final. Y duele más esta vez por varias razones.
La primera, porque ahí, en el banco de suplentes, estaba Luis Suárez. La otra vez suspendido y en ésta lesionado. La segunda, porque se queda afuera en una serie en la que estaban Venezuela y Jamaica.
Sin desmerecer a nadie, el rival más duro parecía ser México, pero el segundo lugar parecía más que accesible. La tercera, porque se perdió el invicto ante la vinotinto en Copa América y hasta con el árbitro Loustau, con el que siempre había ganado la Celeste.
Y la restante, y no menos importante, es por la decepción hacia la gente maravillosa que acompañó a esta selección, que la arropó, la alentó y hasta la hizo emocionar. Por eso el gesto del capitán Godín al marcharse hacia los vestuarios, tocándose el corazón y pidiéndole perdón a los hinchas.
Nada pudo torcer el destino de Uruguay en esta Copa. Acá no hay excusas de nada. Simplemente el equipo no funcionó y se va con cabeza gacha.
Futbolísticamente lo preocupante es la falta de fútbol que mostró. Falló en el primer partido con México y lo hizo nuevamente anoche. Cuesta creer los goles que marró Cavani en el debut y, sobre todo, el del último minuto.
El estadio quedó en silencio porque su tanto era inminente, pero increíblemente le erró al arco en el área chica. Así no se podía… y no se pudo.
La preocupación queda, sobre todo, de cara al futuro. Con esta falta de generación se vendrán tiempos duros. El más claro de Uruguay fue el “Tata” González, que tuvo que marcar y empujar el equipo hacia adelante ante el ‘faltazo’ de Ramírez, Sánchez y Stuani. Godín otra vez terminó jugando de nueve y esta vez Cavani no fue salvador como en 2013 ante Venezuela.
Para lo que se viene, nada menos que la Eliminatoria, hay algunas cosas que deben considerarse. Una es que los jugadores no llegarán desgastados como lo hicieron acá luego de una intensa temporada. También que para entonces estará Suárez, a quien fue muy frustrante ver en el banco de suplentes sin poder utilizarlo.
Venezuela sacó provecho de una mala noche de Uruguay. Esta vez la Celeste no mereció perder como sí ocurrió ante México, pero fue incapaz de aprovechar las escasas jugadas profundas que generó. Así, sin gol, no se puede llegar lejos.
De nada servirá ahora hacerle muchos goles a Jamaica, por más que parece improbable. La eliminación ya está consumada. Y la decepción también.