Por Patricia Cazón, en el diario madrileño AS:

(foto en el festejo el autor de los 2 goles: Griezman)

“Lo esencial es invisible a los ojos”, escribía Saint-Exupèry en El Principito. O no. Lo esencial puede ser un hombre de negro en una banda de un estadio. Un hombre que se ve bien. Que se desgañita. Que alza los brazos templando o sacudiendo los Atleeeti, Atleeetique brotan de la grada. Un hombre, ese de negro, también llamado Simeone, el conseguidor de imposibles. Tardará días en recuperar la voz y en sacudirse la emoción de un partido como el de ayer de la chaqueta.

Él y sus 22 guerreros. O los 55.000 de la grada de un viejo Calderón herido de muerte pero al que aún le quedan por vivir noches como ésta, como la de ayer, noche de remontada, de bufandas al aire y afonía en las gargantas. Noches que sólo el Atleti sabe brindarte. Noches de tocar el cielo con la yema de los dedos. Ay. Bendito equipo. Bendito entrenador. Bendita locura.

Es curioso. Todo cambió en el minuto 35. Como en la ida, con la expulsión de Torres. Caprichoso fútbol. Gabi conectó con Saúl y éste buscó la cabeza de Griezmann con un centro con el exterior soberbio. Padre reciente, el francés se alzó ante Ter Stegen con su 1,76 raspado a lo El Coloso de Goya. Imponente, imparable, como si fuera Luis, o Ayala, o Jugovic, o Manolo, o Forlán, o cualquiera de aquellos que antes que él dejaron su nombre para la historia de las grandes remontadas. Su gol era la consecuencia inevitable de lo que sobre el césped ocurría.

Porque el Atleti había salido con el mentón levantado, jugando con corazón y también cerebro: movimientos acompasados, líneas juntas, rápido en la presión, el repliegue y la transición, buscando pasillos a la espalda de Alba. El Barça, mientras, tenía la posesión, sí, vale, pero éste era su juego: Alba-Mascherano-Piqué-Alves, Alves-Piqué-Mascherano-Alba y vuelta empezar, en bucle. Incapaces de encontrar agujeros en un Atleti que se movía con doctrina militar, irreconocibles.

Como su tridente. Messi, errático, desaparecido, en 45 minutos sólo apareció dos veces: una, para frenar una carrera de Carrasco y otra para enviar una falta al cielo. Tampoco el resto estaba mejor, con Suárez disparando fogueo y Neymar, un Gallo convertido en un manso pollito. Al menos el brasileño tuvo el honor de firmar el primer tiro culé del partido. Fue en el 41’. Y su balón se fue con el de Messi. Al cielo.

La urgencia al Barça, y al tridente, le entró en la segunda parte, cuando después de un cabezazo de Saúl al larguero miró el reloj y vio: “Minuto 60”. Entonces comprendió que sólo le quedaban 30’. Y que estaba fuera. Del partido, de las semifinales y la Champions. En la jugada siguiente comenzó el asedio.Iniesta jugaba y Suárez rondaba cada ocasión. Y también el lío. Porque en ese momento cada balón ya era una emboscada y Suárez tiene alma de cerilla: le tocas y se enciende. Eso sí, aquí fue fuego amigo, a favor de Simeone: el tiempo que se perdió después de que le arreara un codazo a Godín como si no fueran del mismo país dio un poco de aire a los rojiblancos que vivían, sin duda, sus peores minutos.

Sufría el Atleti porque, aunque el Barça atacaba caótico, a la desesperada, hubiera marcado el empate si Gabi no se hubiera interpuesto en un balón de Alba a Piqué. Y también sufría el Barçaporque al final de todas las jugadas siempre estaban los guantes de Oblak. Sufrir sufría hasta Arda, a quien Luis Enrique sacó, seguro, para ver si el Calderón le reactivaba el talento. Pero no, nada. Lo único que pasó es que la grada le silbó cada vez que rozó un balón (pocos, por cierto). Y es que, en el fútbol, como en el amor, puede perdonarse casi todo, pero nunca un beso a traición.

El ambiente era irrespirable, un continuo mirar el reloj y muñones por uñas, cuando Filipe le rebañó a Sergi Roberto un balón en su área y trotó y trotó en una carrera antológica que acabó en la contraria. Sólo Iniesta fue capaz de frenarle. Con la mano, en el área. Rizzoli pitó un penalti que marcó Griezmann.

No fue, sin embargo, la última del partido. En el 91’, el árbitro vio fuera del área una mano de Gabi que había sido dentro. La falta de Messi a las nubes es la foto que el Barça deja en esta Champions, superado de principio a fin por el Atleti y ese hombre de negro que sólo sabe ganar, ganar y volver a ganar. Ay. Que no amanezca mañana. Hoy es maravilloso ser del Atleti.

EL VIERNES ELSORTEO al que también accedió hoy  Bayern Munich ( que empató 2 a 2 en Portugal con el Benfica)

 

Simeone compareció en rueda de prensa para analizar el partido y la victoria que da al Atlético el pase a semifinales de la Champions.

Nunca dejes de creer: “Es algo que está inmerso en el club, creemos y no nos salimos de lo que queremos hacer. En el segundo tiempo el partido fue más cercano a lo que quería el Barcelona, pero nos hicimos fuertes, con la gente, con el sistema, con el trabajo físico… Cuando ves a los jugadores entrar al campo es lindo. Hay que disfrutar de estos momentos, son momentos que no vuelven… Vi muchos chicos alentado al equipo cuando llegamos al estadio. Ellos creen”.

Virtudes: “La gente es libre de opinar, nos enfrentábamos a un rival muy bueno, con jugadores que en cualquier momento llevan el partido donde quieren. El primer tiempo fue muy bueno. Más allá de que la eliminatoria fue apretada, hace siete partidos que no ganábamos y alguna vez toca y tocó ahora”.

El partido: “Hay una virtud en el equipo, gran trabajo de cuatro años en el equipo y distintas formas en el juego. El equipo reúne gente que sigue lo que se trabaja. Siento una gran alegría por los futbolistas. No me quedo con un pase a semifinales, hablo de valores. Hay gente, utilleros, empleados, hinchas, que están siguiendo una linea… Creemos en los valores de la vida que podemos volcar en el juego. Fue un partido difícil, con dificultades, pero muy lindo”.

Orgulloso: “Lo estoy de transmitir cosas más allá del juego del fútbol. Creemos en los valores de la vida, tenemos un grupo fantástico que responde a lo que hay en la vida: perseverancia, competir por más que otro sea mejor. Les he dicho que tienen grandes valores como grupo”.

El descanso: “Queríamos tras el descanso poder salir a la contra, ellos sabíamos que habían cambiado, no nos daba buena presión. La idea era buscar lo del primer tiempo y no salirnos de ese plan”.

Champions: “Aquel Atleti fue mejor porque jugó la final. Tenemos que mejorar aún. Me pone contento en trabajo de Lucas, nos dio fortaleza, él mismo empezó a creer en él, el trabajo paga. Acabó jugando 180 minutos ante el Barcelona”.

Semifinales: “No tendremos nada fácil, el City con un poderío económico enorme, el Madrid, el Bayern, con la historia que tiene…. Estar entre los mejores de Europa es un paso importante, esperemos que haya más. Los jugadores tiene la alegría de pasar a semifinales y ahora lo importante es el Granada y ustedes pueden jugar con el pensamiento de los jugadores”.

El Barcelona y el futuro: “El rival es extraordinario, el mejor del mundo, cada uno pensará en lo suyo…”.

Augusto: “Fue de más a menos en el partido… Pero es importante, nos da buena salida, tiene buena lectura…”

Tarjetas: “Los partidos son diferentes y los árbitros también”.