Buenos Aires, 17 de mayo (Télam).- Una terna arbitral, que admitió haber recibido un soborno en un partido del Torneo Argentino B de fútbol, fue suspendida hoy provisoriamente, después de haber efectuado el reclamo correspondiente a la Liga Tucumana en la que están afiliados.
De acuerdo a lo revelado esta noche en la AFA, el juez asistente, Alfredo Martínez, denunció “haber recibido un dinero” en la previa del encuentro San Martín de Formosa 1-Mandiyú de Corrientes 0, por la fase regular de la competencia.
La terna de aquel encuentro disputado en

la capital formoseña se completó con el árbitro principal Walter Lezcano y el también asistente, Enrique Giménez.
“Los jueces mostraron arrepentimiento, denunciaron el hecho y están los tres suspendidos”, consideró una fuente de AFA consultada por Télam.
La Liga Tucumana comunicó hoy la denuncia y extendió la misma al Consejo Federal de la AFA y al Sindicato de Arbitros de la República Argentina (SADRA), que preside Guillermo Marconi.
El Tribunal de Disciplina le dio vista a los dos clubes involucrados y suspendió provisoriamente a los árbitros del cotejo. (Télam).-

LA GACETA DE TUCUMÁN AMPLÌA LOS DETALLES
Esperaron hasta que el arrepentido confirmara el caso a través de una nota. Con el papel en la mano, fueron inflexibles. Cuatro árbitros dejarán de dirigir hasta que culmine la investigación que les iniciaron por estar acusados de haber recibido un soborno por parte de los directivos de San Martín de Formosa, que milita en el Argentino B. “En 30 años que tengo en el arbitraje nunca me había ocurrido algo así”, aseguró Rubén Tapia, uno de los responsables del Colegio de Árbitros de la Liga Tucumana de Fútbol.

El Consejo Federal había designado a la terna Walter Lescano, como juez principal, Enrique Giménez y Alfredo Martínez, como asistentes, para que dirigieran el encuentro contra los formoseños y Textil Mandiyú, de Corrientes. Su colega, Nicolás Paz, los llevó en su auto hasta esa provincia. El partido, que se jugó el 10 de abril, terminó 1 a 0 a favor del local, resultado con el que San Martín avanzó a la segunda fase del certamen y el perdedor descendió.

Hasta ahí todo normal, pero el escándalo se desató hace casi una semana. “Martínez se arrepintió y nos comunicó verbalmente lo que había ocurrido. Dijo que dos personas se acercaron al hotel donde le dieron un sobre con dinero; y después hizo un escrito ratificando sus dichos”, relató Tapia, que no precisó cuánto fue la suma que recibieron y qué pasó con los fondos, aunque en principio se los habrían repartido en partes iguales.

Ante este panorama, las autoridades de la LTF decidieron separarlos del cuerpo arbitral y avisar al Consejo Federal lo que había ocurrido. “Le avisamos porque uno de ellos había sido designado para controlar un encuentro del Torneo del Interior. También fueron parados en el acto. También decidimos bajarles todos los méritos por lo que no creo que puedan volver a dirigir competencias nacionales”, destacó.

Los tucumanos, después de iniciar los trámites administrativos correspondientes, denunciaron el caso a Guillermo Marconi, titular del Sadra, titular de uno de los gremios de árbitros. Este, ayer por la tarde, presentó una denuncia penal contra los cuatro jueces y dejó abierta la posibilidad de ampliar la demanda contra los directivos formoseños que supuestamente entregaron el sobre de dinero para los tucumanos.

LA GACETA intentó infructuosamente comunicarse con los cuatro acusados. Sin embargo, todos se excusaron de hablar, hasta tanto no reciban asesoramiento por parte de sus abogados.

En la sede la LTF de lo único que se hablaba era de este caso. “Enterarme de esta situación fue como si se me hubieran clavado una espina en el pecho. Me dolerá mucho leer en todos los medios lo que pasó. Somos los mejores árbitros de la región y hay una camada que ama ser árbitros. Los acusados fueron denunciados y espero que no dirijan nunca más”, aseguró Ariel Montero, titular de la filial local de Sadra y hombre de negro que ya dirigió encuentros de la B Nacional.

El juez tucumano más encumbrado en la escena nacional no podía callarse. Cada una de sus declaraciones la acompañaba con gesticulaciones, dejando en claro su fastidio y decepción. “Martínez hizo un mea culpa y dejó por escrito todo lo que había contado. Seguramente que este caso nos terminará salpicando a todos. Estoy muy caliente (sic) porque nos encontrábamos en el mejor momento. Hicimos una carrera impecable y no nos merecemos esto. Siempre hablamos, siempre inculcamos lo mejor. La calentura (sic) durará más porque nos pondrán a todos en la misma bolsa”. concluyó indignado Montero.