redacción diario Los Andes.
Desde la semana pasado luego del partido ante Boca Juniors en la Bombonera que el ánimo en los hinchas del Expreso no era el mejor y lo hicieron notar a través de las redes sociales y en el día de ayer con un banderazo pidiendo la renuncia de Gabriel Heinze.
Todo parece indicar que el problema se produjo cuando llegaba el micro del plantel al Malvinas Argentinas y los hinchas del Tomba quisieron detener el camino del ómnibus para reclamarle por el presente del Expreso. Otro de los motivos que llevó a este reclamo por los hinchas bodegueros es que en la movilización que produjeron ayer por la noche, ningún representante del plantel salió a “dar la cara” y este tema enojó a los simpatizantes.
En ese momento la policía intervino para que no hubieran problemas con el micro que trasladaba al plantel y se produjo el enfrentamiento con la barra de Godoy Cruz que duró varios minutos y dejó como resultado varios detenidos.
Luego los enfrentamientos se dieron dentro del estadio con la posterior suspensión del encuentro a los 25′ minutos del primer tiempo cuando el Expreso caía 1 a 0.
La agencia DyN publicó que :
El partido que Racing le ganaba esta tarde a Godoy Cruz por 1 a 0 fue suspendido a los 25 minutos del primer tiempo por incidentes protagonizados por barras brava del conjunto mendocino, quienes arrojaron piedras hacia el lugar donde se encontraban ubicados jugadores de ambos equipos y el árbitro Germán Delfino.
Los incidentes se iniciaron cuando momentos antes de que se ejecutase un corner en favor de Godoy Cruz. Barras comenzaron a arrojar piedras sobre el área de Racing, lo cual provocó que los futbolistas se alejasen de esa zona, y que Delfino suspendiese momentáneamente las acciones.
Después de esperar 12 minutos, durante los cuales los barras continuaron arrojando piedras (conseguidas tras romper las instalaciones de los baños), Delfino, tras dialogar con el responsable del operativo de seguridad, suspendió definitivamente las acciones.
“El partido se suspendió porque no paraban de tirar piedras. No hay manera de controlar a la gente que está en las tribunas. La policía me dijo que no podía garantizar la seguridad”, expresó Delfino.
Encima, a los 2 minutos Racing ya ganaba 1-0 con un penal de Ceballos a Camacho que convirtió Diego Milito, y el ambiente se caldeó rápido.
Por su parte el capitán de Godoy Cruz, Fernando Zuqui, quien estuvo a punto de ser impactado por una piedra cuando se iniciaron los disturbios, indicó que “estamos con mucha bronca porque queríamos jugar este partido, pero no se puede seguir así porque están tirando piedras. Nosotros no podemos hacer nada. Nuestro trabajo es entrar a la cancha y ganar”.
Mientras tanto José Manzur, presidente de Godoy Cruz, afirmó que “este no fue por un reproche por un tema futbolístico, sino el enojo de gente inadaptada que ayer tuvo un inconveniente cuando fue al hotel (donde concentran los jugadores) y no pudieron ingresar”.
La violencia que provocó la suspensión del partido se había iniciado horas antes cuando barras intentaron “apedrear” y detener el micro que trasladaba a los jugadores al estadio Malvinas Argentinas.
A raíz de esa situación se produjo un enfrentamiento entre barras y la policía, el cual arrojó 12 detenidos, según lo informó Juan Carlos Calleri, jefe de la policía de Mendoza.
Tras la finalización de los incidentes, la policía le prohibió a los barras ingresar al estadio banderas e instrumentos musicales, algo que se consiguió a medias porque en las tribunas se vieron algunas banderas
La complicada situación que atraviesa Godoy Cruz explotó tras la derrota sufrida la semana pasada ante Boca Juniors, y la bronca de hinchas y barras se dirigió primero hacia el entrenador Gabriel Heinze, quien no puede ingresar al campo por no tener el título habilitante, y los jugadores.
Heizne dijo que tiene “convicciones para seguir”.
Durante la semana, a través de las redes sociales, hinchas convocaron a un banderazo para exigir el alejamiento de Heinze, el cual se llevó a cabo finalmente ayer. La marcha, en la cual participaron aproximadamente quinientos hinchas que se dirigieron al hotel donde concentraba el plantel, finalizó sin que se registraran incidentes, aunque los bravos no pudieron dialogar con los futbolistas.