Chile siempre quiso atacar. Chile hizo circular la pelota porque la tuvo más tiempo. Siempre fue más que su rival, Así y todo, la “roja” logró convertir para el 1 a 0 final, una vez que los charrúas quedaron con 10 hombres (expulsión de Cavani) y luego quedó con 9 – ver aparte –   Un muy mal arbitraje del brasileño Sergio Ricci

Aqui el análisis del diario La Tercera de Chile y de El País de Uruguay:

Todo Chile salta, el rojo se agita. Caen los “ole”, se percibe el aroma de triunfo. Chile vence a Uruguay, el rival más duro que le podía tocar en cuartos de final de la Copa América, y lo hace con toda justicia. Con osadía, con huevos, con todo lo que tiene. Es un triunfazo, un bálsamo de confianza para lo que viene. Una victoria para salir con el pecho inflado y decirle a todo el mundo que la Roja quiere esta Copa América como sea.

Nunca se dijo que sería fácil. Las dos líneas de cuatro charrúas, sólidas, ásperas, aplicadas, se transforman en un escollo muy grande para una selección local obligada a jugar su mejor fútbol. Y claro, si ese rendimiento no aparece (por culpas propias y méritos del rival), la tarea es mucho más compleja. Alexis Sánchez, cargado hacia la izquierda, se nota incómodo, sin la chispa ni la brillantez que exige un duelo de alto voltaje. Sus fintas caen en lo insulso y desnivelan lo mínimo. Chile, lógicamente, sufre su falta de protagonismo.

Pero esta noche en Ñuñoa, y eso también se anticipó desde que se conoció que el rival era Uruguay, el verdadero líder en la cancha debía ser Jorge Valdivia. Cada vez que la pelota la toma el Mago, algo trama la Roja. El 10 de Palmeiras se engancha, no es nueve (nunca lo ha sido), es el creador, el enganche. Se transforma en la llave maestra, con su facilidad para entregar un pase al espacio, donde nadie lo espera.

El estadio vibra con sus trucos. Caen los cánticos, en una noche fría en termómetro, pero caliente en tensión y emotividad. Chile es mejor, tiene casi el 80 por ciento de la posesión, pero llega poco. Un mediavuelta de Charles Aránguiz (26’), un derechazo de Arturo Vidal (37’) desde fuera del área que exige a Muslera. “¡Por qué no pateamos más!”, reclama un fanático. Es fácil decirlo, difícil hacerlo, porque la disciplina celeste es fuerte. Implacable.

La galería canta el “vamos chilenos”. El partido está donde Uruguay quiere. Tosco, interrumpido, sostenido por su trascendencia y no por su juego. Termina el primer tiempo, nervios de punta. Nadie se atreve a decir lo que vendrá en el complemento. Nunca se dijo sería fácil.

El complemento ofrece un libreto parecido. Las expectación crece, mas el fútbol sigue sucio. Valdivia ya esta reventado, pero Sampaoli lo deja en la cancha. Uruguay lamenta la expulsión de Edinson Cavani (doble amarilla) y hay que jugársela. Entran Mauricio Pinilla y Matías Fernández, Chile presiona y busca, con ímpetu, con amateurismo, como le gusta decir a su DT.

Hay valentía en la Roja. Arrojo y decisión, como la de Mauricio Isla, que hace explotar a todo Chile. Su remate bajo derrumba el muro celeste. ¡GOLAZO! Lo gritan todos, lo grita el Huaso con el alma. Faltan 10 minutos para la gloria y las semifinales. Lo siente Sampaoli, lo sienten los jugadores, lo siente una hinchada llena de ilusión.

Uruguay se desespera. No sabe jugar sin su libreto y muestra toda su rusticidad. Fucile se gana otra expulsión, justa. Descontrol de los campeones abatidos. Da lo mismo, que reclamen lo que quieran, que lloren y griten. Ya perdieron, ya se vuelven a Montevideo. La Roja, en cambio, sigue viva, y con más hambre que nunca. Espera al ganador de Bolivia y Perú, el siguiente paso para llegar  a la final y para alcanzar el sueño máximo, la Copa, la gloria, la inmortalidad.

 

EL PAIS: suplemento OVACION DIGITAL

Una triste despedida

Chile venció 1-0 a Uruguay y pasó a semifinales de la Copa América con el tanto de Isla. El encuentro fue emocionante e igualado hasta la expulsión de Cavani, provocado por Jara. Fucile y Tabárez también vieron la roja y se produjo una riña final entre ambos planteles

Primer tiempo

Uruguay tuvo un inicio agresivo. Adelantó sus líneas para presionar a Chile, lo cual le dio sus primeras chances de gol muy pronto. Dos centros al área terminaron en dos remates del “Cebolla” Rodríguez: uno tapado por Bravo en una buena salida y otro que se fue desviado por alto.

No tardó en llegar la respuesta chilena, que aprovechó esos espacios para llegar al área y asustar con un remate de volea de Vargas.

Tras esos emocionantes momentos iniciales, apareció el guión más esperable: dominio de los de Sampaoli ante una Celeste bien cerrada atrás y saliendo al contraataque cuando surgía la oportunidad. También era de esperar que los chilenos tuviesen preferencia a llevar sus ataques por el lado de Fucile: el más débil del muro uruguayo por su escasa participación durante la temporada.

Pese a ello, el lateral tricolor consiguió frenar varias veces a los rivales que pasaron por allí, aunque no pudo escapar de la tarjeta amarilla. Además, dos tiros libres mal señalados por Ricci en esa banda inquietaron la resistencia de los de Tabárez.

Antes del descanso, Uruguay trató de buscar el gol en una de sus armas preferidas, la pelota quieta, pero tampoco tuvo la suerte esperada.

Segundo tiempo

El desarrollo de juego se mantuvo en el inicio del complemento, hasta que llegó la jugada que cambió el partido. Los chilenos sabían lo que había ocurrido con Cavani en la previa y fueron a buscarlo. El salteño ya había sido amonestado en la primera mitad por una dura protesta al asistente tras una injusta falta señalada sobre Vidal. Pero ahora fue Jara el que provocó al “Matador” y este respondió, recibiendo la segunda y siendo expulsado.

Ahí el encuentro quedó partido en dos. La Celeste, a pesar de estar en inferioridad numérica, siguió generando peligro y trataba también de mantener la resistencia defensiva. La más clara fue seguramente la chance que Carlos Sánchez intentó con una impresionante volea. Pero el muro terminó cediendo. Fue en una pelota rebotada que Isla encontró en la frontal del área y que logró enviar a la red con un remate raso.

Apenas hubo margen de respuesta para los de Tabárez. La segunda amarilla que vio Fucile a 3’ del final derivó en su expulsión y en una posterior riña grupal entre los dos planteles en la que hasta Tabárez se vio envuelto, viendo también la roja.

Chile agotó el tiempo y Uruguay dijo adiós a la Copa América 2015.

Cavani fue provocado y lo expulsaron

Edinson Cavani recibió la segunda tarjeta amarilla a los 62′ y fue expulsado. La segunda tarjeta llegó luego de una agresión del salteño a Gonzalo Jara, que le dijo algo al oído y le tocó la cola.

Edinson Cavani llegó al partido frente a Chile en un clima especial, por el accidente que protagonizó su padre. Una de las mayores preocupaciones del plantel celeste era el estado anímico y las provocaciones que podría sufrir durante el partido.

El delantero fue amonestado en el primer tiempo luego de protestar de forma desmedida una decisión del árbitro asistente. En el segundo tiempo, a los 62′ tras una discusión con Gonzalo Jara, recibió la segunda tarjeta y la expulsión. Jara le dijo algo al oído y Cavani reaccionó con un golpe. Luego de la expulsión, el 21 uruguayo quedó sacado e increpó a algunos jugadores y al juez, Ricci.

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Jara, el provocador de la expulsión, es el mismo jugador que en el partido por eliminatorias para el Mundial de Brasil 2014, en Santiago de Chile, provocó a Luis Suárez y luego recibió un puñetazo

CHILE 1 – 0 URUGUAY

Chile: C. Bravo; M. Isla, G. Medel, G. Jara, E. Mena; C. Aránguiz, M. Díaz (70′ M. Fernández), A. Vidal; J. Valdivia, A. Sánchez y E. Vargas (70′ M. Pinilla). DT: Jorge Sampaoli.

Uruguay: F. Muslera; M.Pereira, J. M. Giménez, D. Godín, J. Fucile; C. Sánchez (85′ Jonathan Rodríguez), A. González, E. Arévalo Ríos, C. Rodríguez; D. Rolan (57′ A. Hernández) y E. Cavani. DT: Óscar W. Tabárez.

Gol: 80′ Jara (C)

 

Árbitro: Sandro Ricci (Brasil)

Asistentes: Emerson de Carvalho y Fabio Pereira (Brasil)

Cuarto árbitro: Carlos Vera (Ecuador)

Rojas: 62′ Cavani (U), 87′ Fucile (U)

Amarillas: Valdivia (C), Cavani (U), Fucile (U), Isla (C), Cavani (U), M. Pereira (U), Fucile (U)

Estadio: Nacional de Santiago.