Por Osvaldo Wehbe para Cadena 3, el título original es : ” ¿ VAMOS A LA CANCHA ‘”
“¿Vamos a la cancha?”, así le preguntó un vecino de la calle Carlos Calvo, en pleno corazón de Boedo, a un amigo que vive por ahí, en la José Mármol.
“¿Cuándo…a qué cancha?”, fue la respuesta. “A Marrakech, juega San Lorenzo, el Mundial de Clubes”, fue la frase que siguió en el diálogo. Y el agregado con ironía del hombre: “Es caro, pero por lo menos lo vamos a poder ver de visitante”.
La escenografía de la cancha en esa bonita ciudad de Marruecos, tenía algo de una película de Fellini, en donde lo extraño se hace sublime.
Miles de hinchas de San Lorenzo cantaban por los “cuervos”, de la manera desaforada y creativa con que lo hacen cada vez que el equipo juega en su cancha, en el Bajo Flores.
Un equipo argentino, de visitante, con miles de hinchas en el estadio. Rareza para estos tiempos aciagos, de paupérrima organización, de inutilidad absoluta de dirigentes deportivos, políticos y policía para poner en acción un partido de fútbol.
Nacional de Medellín recibió a River con la hinchada millonaria en la ciudad gardeliana y viceversa. Con visitantes.
En la Copa Argentina, en San Juan, jugaron la final Rosario Central y Huracán y fueron los visitantes que eran los dos. ¿No querrán hacerme creer que los dos eran locales, no?.
Entonces porqué. ¿Cuál es la vergonzosa situación que no permite que un hincha de Belgrano vaya a Rosario o uno de Chicago se llegue a Instituto?.
La basura bajo la alfombra, digamos. Esa sensación de ver por tele ascender a Aldosivi en Alta Córdoba sin gente. O a Huracán en Mendoza con un puñado de dirigentes y familiares llorando su revancha.
¿Habrá alguien que no esté “sucio” y le ponga los puntos a quienes se “salvan”, al no ir gente visitante a las canchas y en algunos casos ni medio hincha, como en la definición de los últimos ascensos a primera?. Eso sí, mil canas para cuidar a la hinchada de River sola, de local.
Uno podría escribir sobre Real Madrid 2 San Lorenzo 0, en lo que fue una muestra clara de la diferencia que los futboleros sabemos existe entre ambos clubes y obviamente sus equipos. Pero eso tiene “remedio”, a veces, en los campos de juego. Lo otro, lo de la dirigencia argentina, es una verdad fea, asquerosa. ¿Tendrá remedio?. Así como estamos, nos tendrán que invitar a una cancha de Japón para ver de visitante a nuestro cuadro.